CARLOS RODRÍGUEZ LÓPEZ
Fotografías: David Pérez
Unión Soviética Futsal. Este podría ser el nombre del equipo donde Mostovoi dio sus primeras patadas a un balón, pero no, es el de un combinado amateur que desde su fundación está poniendo a Sigüeiro en el mapa futbolístico mundial. Desde ‘Sigü’ para el mundo, que diría Pitbull, aunque aquí son más de La Internacional que de reggaetón.
Esta historia que mezcla política, fútbol y humor, comenzó en la capital del ayuntamiento de Oroso en 2015, cuando un grupo de amigos fundó un equipo de fútbol con este nombre tan soviético (acorde a su ideología y a su visión humorística de la vida). Poco a poco se fueron juntando efectivos (todos de izquierdas y de Sigüeiro, requisitos obligatorios) hasta que formaron un equipo y debutaron en la Liga Local do Concello de Negreira. Se escribían las primeras líneas de la historia del Unión Soviética Futsal, que por el mero hecho de autodenominarse así en unas categorías -las del fútbol amateur- donde lo habitual es que los conjuntos adopten el nombre de negocios de la zona, ya empezaba a dar que hablar.
Más allá del nombre, si el combinado quería mostrar una imagen sólida al mundo debería tener una equipación que no desentonase con su nivel de socialismo. Dicho y hecho. Los ‘camaradas’ diseñaron unas camisetas muy parecidas a las utilizadas por la URSS en el Mundial de España del 82: una prenda roja con la inscripción CCCP (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas) en el centro y un escudo que recuerda al logo de la Orden de Lenin, con un balón en el medio y la inscripción ‘Unión Soviética de Sigüeiro’ en el círculo verde que lo rodea. En el lado izquierdo aparece un escudo similar al de una conocida marca de ropa deportiva, sobre la palabra ‘Antifa’. El plantel cuenta también con una segunda equipación de color blanco que, junto a la roja, es todo un éxito de ventas en la tienda compostelana Pijus Magnifikus.
Todos los miembros del conjunto esperaban estar a la altura de la causa. Con lo que no contaban era con semejante repercusión: “Para nada se esperaba esta acogida” declara Perico, portero y fundador. Gran parte de la culpa del éxito cosechado entre el público la tiene su página de Facebook, que cuenta con más de 4000 ‘Me gusta’, algo que todavía hoy sorprende al guardameta, especialmente porque “al estar la página en gallego no pensábamos que fuera a llegar a tanta gente, pero llega a un montón de personas. Eso es lo más interesante de todo, ese experimento sociológico.” Experimentos aparte, lo que está claro es que subir un selfie de todos los futbolistas ayuda a estar más cerca de la afición. Son esas fotos con las que acompañan sus crónicas, esas que “al principio eran más de andar por casa”, en las que ahora ponen todo su empeño, y que han hecho aparecer aficionados hasta en Brasil.
Pese a esta repercusión en redes, Perico comenta que después del “no ascenso” (perdieron el partido decisivo del playoff de promoción a Primera División de la Agrupación de Veteranos de Santiago) están un poco «de capa caída” en redes sociales. A pesar de vivir en carne propia una derrota del socialismo aquella noche, guardan un buen recuerdo del partido, que quedará en la memoria de todos sus jugadores por haber reunido a cerca de un centenar de aficionados para animarlos.
Deporte y política, de la mano en Sigüeiro
“El fútbol es política. Todos los campos de la cultura lo son, y el fútbol, como parte de la cultura que es, también está ligado a la política. Eso es lo que hace bonito a ese deporte, sino estaríamos viendo el balonmano, que es mucho más entretenido que el fútbol” Escuchando la percepción que Perico tiene sobre el balompié, no parece que estos jóvenes estén muy de acuerdo en aquello de desvincularlo de la política.
La ideología tiene un gran poder en el proyecto, pues para estos “fillos de Stalin” -así se hacen llamar- el porcentajes es “100 % humor y 100% lo que pensamos” y el objetivo “llegar a un punto ideológico desde la parodia”. Sin embargo, su guardameta Perico declara que “no hay nada más allá de un equipo de fútbol. A lo mejor organizar alguna fiesta o viaje de amigos, pero no con fines electoralistas”.
Por el momento, la revolución de estos jóvenes será solo futbolística, aunque ya han dejado claro a los gobiernos de Galicia y Corea del Norte que ellos están ahí, por lo que pueda pasar…
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