DIEGO TOMÉ CAMOIRA
En los últimos diez años, ha habido dos nombres por excelencia en lo que respecta al balompié luso. El primero de ellos, como no podía ser de otra manera, es el de Cristiano Ronaldo; el segundo, el de su propio representante, Jorge Mendes.
Las agencias de representación deportiva, suponen un elemento definitorio del fútbol moderno, y entre ellas, Gestifute –agencia de Mendes- destaca por encima del resto. El lisboeta es un asiduo de la lista Forbes en lo relativo al deporte de la última década. No sólo entre los representantes futbolísticos, entre los que ocupa el primer lugar, sino a nivel general, llegando a ganar por comisiones más de 85 millones de euros en el año 2015.
Para poner esta cifra en su contexto determinado, Cristiano Ronaldo, principal jugador bajo el ala de Mendes, cobró durante el mismo ejercicio económico 70 millones de euros, 15 menos que el todopoderoso agente.
Los comienzos
Jorge Mendes y Nuno Espírito Santo. Una vida deportiva que, desde 1996 hasta la actualidad, ha estado unida. Las aspiraciones del, por entonces, guardameta del Vitoria de Guimaraes de jugar en un grande, llevaron a que su amigo Jorge Mendes, con apenas 20 años, fundase Gestifute. Tan sólo un año después, Nuno fichaba por el RC Deportivo de La Coruña por 300 millones de pesetas.
Sin embargo, y tras años forjándose un nombre trabajando con jóvenes promesas del fútbol portugués, el salto definitivo a la fama llegaría con la victoria en la Liga de Campeones del Oporto de José Mourinho. Los Ricardo Carvalho, Maniche, Costinha y el propio José Mourinho, emprendieron camino fuera de tierras lusas tras sus éxitos europeos. El fichaje de Mou por el Chelsea de Abramovich, supuso el primer gran traspaso a nivel económico para el afamado representante.
A la vera de Cristiano
Sporting de Portugal, Manchester United, Real Madrid, y, desde hace menos de un mes, Juventus de Turín, son los clubes en los que Cristiano Ronaldo ha desarrollado su carrera deportiva. Desde que, en el verano de 2008, Ramón Calderón –por entonces presidente del Real Madrid- lanzase un órdago por el de Madeira que daría sus frutos al año siguiente, el nombre de Jorge Mendes empezaría a copar portadas de todos los medios deportivos españoles.
El que, en aquel momento, supuso el mayor traspaso en la historia del fútbol, trajo consigo el debate de lo que se llegaría a denominar “primera burbuja futbolística”, es decir, el aumento artificial en los precios de los traspasos como consecuencia de la intermediación de las agencias de representantes. Con especial relevancia, la dirigida por Mendes.
Si antaño Real Madrid o Valencia fueron considerados por muchos como los cotos privados de Jorge Mendes, en este verano parece que Turín se ha convertido en un destino predilecto para los clientes del portugués.
En un primer momento fue Joao Cancelo quien, tras una gran temporada con el Valencia, decidió hacer las maletas con rumbo al Juventus Stadium. Los contactos de Mendes dentro del club Ché, pudieron ser un factor clave para que la operación se cerrase de manera satisfactoria para ambas entidades –y sobre todo para él-.
Mayor seísmo provocó el traspaso de CR7. Tras 9 años dejando su sello en Concha Espina, el máximo goleador en la historia del club blanco decidió seguir los pasos de Cancelo para, previo pago de 100 millones de euros y la comisión correspondiente para el bueno de Jorge, acomodarse en la ciudad del norte de Italia.
Polaris, MIM y Football Leaks
El escándalo propiciado por la filtración de Football Leaks, tuvo una serie de consecuencias para un gran número de futbolistas de primer nivel. Entre estos futbolistas, destacaban Radamel Falcao o Cristiano Ronaldo entre otros; ambos cuentan con un vínculo común, su representante responde al nombre de Jorge y al apellido Mendes.
Y es que, numerosos medios especularon en torno a un Método Mendes que, incluso llevó al agente a sentarse delante de la jueza el pasado 19 de octubre. El lisboeta es el accionista mayoritario de Polaris Sports, empresa encargada de gestionar los derechos de imagen de personalidades futbolísticas como Cristiano o José Mourinho. Polaris, negó que tuviese relación alguna con MIM (Multisports & Image Management) pese a que Andy Queen, propietario de esta sociedad británica, tenga firma en Gestifute, la empresa fundada y dirigida por Jorge Mendes. El luso declaró que su única función era la de representar a deportistas en sus negociaciones con los clubes para la determinación de las condiciones salariales de sus contratos.
Lo cierto es que los juicios por la trama de Football Leaks, ha acabado con numerosos jugadores representados por Mendes en el banquillo. Sin ir más lejos, esta misma semana, el propio Cristiano Ronaldo ha sido condenado a dos años de condena y una multa de 19 millones de euros debido al delito de fraude fiscal cometido por el futbolista.
Sin embargo, Jorge salió indemne de toda la trama, incluso declarando que Polaris y MIM compartían sede social por una cuestión técnica, y que “no tenía nada que ver” con la sociedad dirigida por Queen.
Los lobos de Mendes
El fútbol inglés siempre ha sido un lugar predilecto para los “pupilos” de Mendes, sin embargo, la significación del agente en el último año se ha multiplicado. Hablábamos al principio de Nuno -actual entrenador del Wolverhampton- como factor presente en toda la carrera de Mendes, y es por algo. En el año 2014 Guo Guangchang, multimillonario chino acusado de corrupción en su país y uno de los 200 hombres más ricos del mundo según Forbes, acordó la adquisición del 20% de Gestifute, la empresa de Mendes.
El interés por el fútbol del magnate no quedaría ahí, y ese mismo año, el holding asiático que dirige Guangchang, adquirió al mítico Wolverhampton, que militaba por aquel entonces en Championship. Esta temporada, y con el regreso de “los lobos” a la Premier League después de siete temporadas, Guangchang y Mendes, decidieron hacer del conjunto inglés un “refugio” para los clientes del luso. Joao Moutinho, Rui Patricio, Rubén Neves, Diogo Jota, Hélder Costa e Iván Cavaleiro. Todos ellos se encuentran bajo la agencia de Mendes, y todos ellos militarán la próxima campaña en los Wolves.
La influencia del portugués, no sólo afecta al Wolverhampton, sino que tras las operaciones que acabaron con Bernardo Silva y Ederson en el Manchester City, también se encontraba el representante portugués.
No sabemos si la burbuja acabará por explotar o no, pero, sin ninguna duda, la influencia de los Mendes y compañía seguirá siendo máxima hasta que explote. Y es que, quizá el fútbol moderno sea eso aún. Algo a lo que le queda mucho recorrido por delante, pese a que a algunos les -nos- pese.