DAVID FERREIRO PÉREZ
Saltó la sorpresa. Pocos podían imaginar, ya no hace años, sino hace unos pocos meses, que la selección de Finlandia estaría en la fase final de la Euro 2020. Pero lo han conseguido. Han roto el hielo —si se me permite el juego de palabras—. En un equipo que brilla por lo colectivo más que por las estrellas, Teemu Pukki se ha erigido como un líder irrepetible para su país, consiguiendo algo que ni tan si quiera pudo la generación dorada de Jari Litmanen y compañía.
Lo bueno y divertido de las competiciones de selecciones es que en muchas ocasiones uno o varios modestos dan la sorpresa. Países que no suelen estar entre los favoritos consiguen hacer una buena fase de clasificación y sellar su boleto a una gran competición. Gales, Islandia, Irlanda del Norte, Eslovaquia o Albania fueron los últimos ‘rookies’ en una Eurocopa, un club al que este año se les unirá Finlandia.
Finlandia desde Litmanen a Pukki
La selección finlandesa siempre fue un equipo más dentro del fútbol europeo. Nunca han destacado sobremanera en un deporte como el fútbol, que además en el propio país es prácticamente testimonial. En aquellas frías tierras impera el hockey, dejando poco lugar al balompié. Ni sus equipos, entre los que hay que destacar un clásico europeo como es el HJK Helsinki, ni su selección, han conseguido grandes hitos internacionales. Destaca únicamente un cuarto puesto en los JJ.OO. de Estocolmo en 1912.
Los Huuhkajat (o búhos reales, para entendernos) nunca se habían clasificado para un gran torneo. Ni Mundiales, ni Eurocopas. Y eso que han llegado a tener una buena generación para conseguirlo con los Jari Litmanen, Sami Hyypiä, Jussi Jääskeläinen y compañía. Cerca estuvieron, pero no lo lograron.
Pero en el último año todo cambió. Encabezados por Markku Kanerva desde los banquillos, un técnico criado y formado exclusivamente en Finlandia, los escandinavos consiguieron derribar una barrera histórica que ha supuesto un punto de inflexión en la historia de su fútbol. Y todo empezó con Kanerva, que ya consiguió clasificar a la selección sub21 a la Eurocopa de 2009.
Y con la Nations League, en la que Finlandia imperó en el grupo 2 de la Liga C, consiguiendo el ascenso por encima de selecciones con mucha más historia futbolística como Grecia o Hungría, además de Estonia. Tras el éxito del ascenso a la Liga B, el siguiente paso era la fase de clasificación a la Eurocopa, en la que le tocó en el grupo J junto a equipos como Italia, Grecia o Bosnia.
Y ahí dieron el definitivo golpe sobre la mesa. Segundos de grupo tras la selección Azzurra, los finlandeses demostraron de lo que son capaces con un estelar Teemu Pukki que se anotó nueve goles en su cuenta particular para conseguir el sueño de un país entero. Ahora toca disfrutar.