DAVID FERREIRO PÉREZ
Jordan Henderson ha demostrado ser un tipo diferente. Un líder, algo mucho más allá que un capitán, tanto fuera como dentro del verde. Sus actos hablan por sí solos, demostrando un compromiso y una solidaridad poco comunes, por desgracia, en el mundo del fútbol. En definitiva, el tipo de persona que hace falta en este mundo.
Y más concretamente en estos tiempos tan convulsos, en los que la sombra del miedo, del odio y de la violencia parece hacerse cada vez más grande. Y eso, es muy preocupante. Por ese mismo motivo, cada vez es más importante posicionarse públicamente y denunciar los abusos y las situaciones inadmisibles que, por desgracia, se siguen dando día tras día.
La importancia de alzar la voz
‘Hendo’, como se le apoda, no solo se posiciona públicamente, si no que actúa como referente, como altavoz mediático de algunas de las causas más necesarias de la actualidad. Y esto es, si cabe, todavía más importante en esta nueva era de las comunicaciones, en la que todo el mundo se siente con la libertad de decir lo que le plazca, por mucho daño u odio que esto pueda llegar a generar.
Y contra esto se ha manifestado públicamente el capitán del Liverpool, que durante un mes colaboró con la asociación CyberSmile, a la que cedió sus redes sociales en medio de una campaña contra el acoso, el racismo y el bullying a través de internet.
Durante ese tiempo, en todos los perfiles de Henderson se recopilaron distintas historias y datos para poner en valor uno de los grandes problemas de la red.
Convencido de que era hora de actuar tras soportar el acoso recibido por sus compañeros de equipo y por él, decidió alzar la voz para retratar lo que miles de persona sufren cada día, que es el acoso a través de redes sociales y la impunidad con la que sucede. Hay que cambiar cosas y hay que cambiarlas ya.
Y la voz de personajes públicos como Henderson, que ya lideró diversas iniciativas sociales, es más que importante. Un tipo, además, comprometido, como demostró cuando, junto al resto de capitanes de la Premier, propuso la donación de parte del salario de los jugadores para ayudar al NHS, el sistema de salud británico, en plena cuarentena por coronavirus.
La ‘new age’
Y es que los chavales necesitan referentes, sí, pero referentes positivos. Por suerte, Inglaterra cuenta entre las filas de su equipo nacional a un buen puñado de jugadores que han demostrado su grandeza tanto dentro, como fuera del césped.
Otro de ellos es Marcus Rashford, quien en medio de la cuarentena lideró una iniciativa en colaboración con la asociación FareShare para combatir la pobreza y la hambruna infantil.
Fue una iniciativa tremendamente importante, ya que la situación derivada de la pandemia puso en riesgo a muchos niños en precaria situación. Su acción, que en un principio estaba pensada para la zona de Gran Mánchester, lugar del que conoce las penurias el propio Rashford, terminó extendiéndose a toda Inglaterra.
De hecho, su campaña para conseguir un menú escolar para los más jóvenes llegó tan lejos, que incluso obligó a actuar al Parlamento Británico, que se aseguró de entregar comidas escolares gratuitas. Rashford, que continúa con su labor, terminó siendo reconocido por la propia Reina de Inglaterra, que le hizo entrega de la Orden del Imperio Británico.
Otro de los capitanes, aunque en su caso, sin brazalete. Tampoco lo necesita, pero lo que sí está más que claro es que el mundo en general, y los jóvenes en particular, necesitan referentes así. Gente que se hace grande tanto dentro, como fuera del césped. Ejemplos a seguir y ciudadanos comprometidos que, desde su posición, tratan de ayudar a los demás.