DIEGO TOMÉ CAMOIRA
Pensad en una sintonía de serie de televisión. ¿Sí? ¿La tenéis? Bien; los más jóvenes del lugar –perdonad, pero no me gusta utilizar la palabra millenials– probablemente hayan pensado en Juego de Tronos o Peaky Blinders; a algún otro le habrá venido a la mente como un resorte bandas sonoras como las del Equipo A y los más ‘patrios’ habrán cantado un Cuéntame internamente. Sin embargo, todos y cada uno de los que fijen los ojos sobre esta pieza sabrían responder con un fácil tarareo a dos palabras entonadas de manera correcta: The Simpsons.
La afamada serie producida por FOX llegó a España en 1991, curiosamente de la mano de Televisión Española y no de Atresmedia, grupo de comunicación que tiene actualmente los derechos para su emisión. Desde entonces, Los Simpson se convirtieron en el referente absoluto en las emisiones del mediodía para varias generaciones. Su horario de emisión ha cambiado, incluso su cadena, pasando de Antena 3 a Neox –canal temático especializado en series y entretenimiento del grupo Atresmedia-, pero lo que se mantiene intacto es el producto. Hoy mismo, y todos los domingos a partir de las 22:00, los fans de Los Simpson tendrán una cita con el estreno de nuevos capítulos en nuestro país con motivo del 30 aniversario de la serie.
Desde Mundo Esférico queremos aportar nuestro granito de arena, y es que, si por algo se ha caracterizado la creación de Matt Groening, ha sido por construir un relato basado en la sátira y la comedia de las situaciones más cotidianas del ‘American Way of Life’. Un relato en el que el fútbol –también me niego a decir soccer– ha tenido un papel preponderante.
Pelé visita Springfield
El mantra de que el fútbol ha cambiado mucho en los últimos años, pasando de ser un deporte de masas a un mero espectáculo comercial, parece que es sólo válido para la vieja Europa. Y es que, desde su aparición en la gran pantalla, cualquier deporte, colectivo o individual, es presentado en Los Simpson desde una perspectiva cuanto menos mercantilista. Podríamos ampararnos en el formato de franquicias de la NBA, la NFL o la ostentación que rodea cada año a la Superbowl y paraliza a los EEUU a lo largo de un día entero para ejemplificar esta tendencia, pero tan sólo con ver lo que aconteció en el apartado futbolístico en los años 70, cabe para hacernos una idea de la concepción americana en torno a las disciplinas deportivas.
Jugadores como Johan Cruyff, Franz Beckenbauer y un veterano Pelé aterrizaron en territorio estadounidense con el fin de impulsar un deporte sumamente minoritario hasta entonces. El astro brasileño se convirtió en un auténtico fenómeno de masas entre los yankees, hasta el punto de ser representado en el año 1997, en el quinto episodio de la novena temporada, publicitando una marca de papel de cocina antes del saque inicial del encuentro que enfrentaba a México y Portugal en Springfield. Bart pidiendo paella en las gradas y un Edson Arantes do Nascimento animado recibiendo una bolsa de dinero por un anuncio de 10 segundos desde el centro del terreno de juego. Como decimos, probablemente no haya serie que represente mejor el estilo de vida americano que Los Simpson, y, lo que a priori podría verse como algo totalmente fantasioso desde el otro lado del charco en la década de los 90, representaba fielmente –ya en aquel entonces- la realidad del deporte americano.
La figura de Pelé ha sido recurrente a lo largo de la serie, y si bien nunca volvió a aparecer como personaje de animación dentro de la misma, sí que es mencionado en la undécima temporada, durante la retransmisión de la película ‘La Máscara del Zorro’.
Lisa pasa a la acción
Violencia en el fútbol, fútbol femenino y la pasión que demuestra tanto Matt Groening como el imaginario colectivo estadounidense por el fútbol brasileño quedan una vez más patentes en ‘Marge Gamer’, capítulo de la decimoctava temporada de la serie que tiene en el fútbol su principal argumento. Bañado en la habitual sátira que envuelve a la animación, lo cierto es que Los Simpson consiguen condensar en poco más de 20 minutos muchos de los problemas y debates generados en torno al fútbol en los últimos años.
Lisa comienza a apasionarse por el fútbol, documentales de la Virgen María satirizando la violencia en los terrenos de juego y –cómo no, un jugador brasileño- Ronaldo Nazario entrando en escena para ayudar a Homer en su labor arbitral. El resto sería un destripe –o spoiler para los que prefieran los anglicismos tan de actualidad- de un capítulo que cualquier aficionado al fútbol debería ver. Ya no sólo porque tenga el fútbol como temática, sino porque la ironía que caracteriza a la serie de animación da una visión global de la perspectiva que tiene Groening en torno al balompié.
La mercantilización del fútbol
Hubo muchos medios que, aludiendo al ya citado capítulo de la novena temporada en el que México y Portugal disputaban un encuentro con la aparición estelar de Pelé, aprovecharon los pronósticos que en él se daban para hacer cábalas en el pasado Mundial de Rusia. Con sólo hacer una búsqueda en Google encontraréis el contenido al que me refiero. Sin embargo, la predicción que más llama la atención del capítulo titulado ‘La Familia Cartridge’ no es otra que la mercantilización del fútbol.
Si en el año 1997 era Pelé quien patrocinaba papel de cocina por un saco de dólares, en el año 2014 la animación tomaba parte del negocio balompédico, pero esta vez en Europa. El FC Barcelona, tras un acuerdo con Twentieth Century Fox presentaba a los ‘simpsonizados’ Neymar, Messi, Xavi e Iniesta como parte de un acuerdo comercial con la productora de Los Simpson con el fin de lanzar una línea de productos y merchandising de manera conjunta. Peñarol, Chelsea o Corinthians fueron también algunos de los clubes cuya relación con la serie vino dado por intereses puramente mercantiles. Por no hablar del anuncio de Nike con Cristiano Ronaldo y Homer como protagonistas del mismo.
El Barça presenta a los primeros jugadores "simpsonizados" http://t.co/1PObd17YLP pic.twitter.com/CPrBidFBe1
— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) March 12, 2014
Como decimos, en la década de los 90, cuando los Abramovich eran excepciones y los petrodólares aún no habían fijado sus garras en el fútbol, EEUU vivía el negocio futbolístico como un proceso natural dentro de sus fronteras. Hoy en día, para bien o para mal, parece que no son solo los jugadores europeos quienes sienten la atracción por disfrutar del continente norteamericano para dar sus últimos toques al balón, sino que, en los despachos, con una posible Superliga Europea a la vista –que tiene mucho más de modelo NBA que de Copa de Europa-, fijan más allá del atlántico su paradigma financiero. A buen recaudo, y con un fútbol ganando cada vez más arraigo en tierras norteamericanas, lo que seguro nos traerá de vuelta serán capítulos de Los Simpson donde el balón siga siendo el rey.