CARLOS RODRÍGUEZ LÓPEZ
– ¿Qué es la suerte? —dijo mientras se balanceaba sobre la tela de una araña.
– Suerte es que no hayas caído todavía, estúpido elefante trastornado.
Antes de discurrir semejante gilipollez leí la historia de un hombre que había tenido tres accidentes de avión y vivió para contarlo. ¿Eso es buena o mala suerte? Según como se mire.
Elige la vida. Elige un empleo, elige una carrera, elige una familia. Elige un televisor grande que te cagas. Elige lavadoras, coches, equipos de compact disc y abrelatas eléctricos. Ni Renton en Trainspotting se plantea la posibilidad de elegir la suerte en una vida en la que no consumiera heroína, porque lo único claro de la suerte es que no se elige.
Lo que sí puedes elegir, si eres futbolista, es un buen representante. Elige un equipo, elige un contrato, elige una jubilación millonaria. Elige una mansión grande que te cagas. Elige ferraris, relojes y lameculos. Choupo Moting parece tenerlo bastante claro. Este delantero acaba de fichar por el Bayern tras formar parte del PSG en las dos últimas temporadas, pese a que, para la mayoría de los aficionados, no ha demostrado nivel para jugar en ninguno de ambos clubes. Su mérito no fue marcar muchos goles, sino hacer lo más parecido a elegir la suerte, elegir un buen representante.
La de Choupo Moting fue la única madre que no mintió a su hijo al decirle que llegaría tan lejos como se propusiera. Con ese representante, podría ser el próximo presidente de EEUU si se lo plantea. Alguien debería decirle a Trump que se ande con ojo: la suerte no se elige…
