LUCAS MÉNDEZ VEIGA
El pasado 8 de marzo de 2018 las mujeres salieron a la calle pidiendo equidad, libertad, justicia, que el machismo desaparezca por completo en el día a día en todas y cada una de las labores que desempeñen. Demostraron que si ellas paran, se para el mundo. En el deporte, y mucho más en el fútbol como deporte eminentemente machista, el feminismo se ha convertido en una necesidad imperiosa para cambiar la realidad de las mujeres en todos los ámbitos, tanto en los terrenos de juego como fuera de ellos.
La última vergüenza machista en el fútbol
En el Gran Condado de Manchester se encuentra la ciudad de Salford, con poco más de 100.000 habitantes. Allí se ubica un modesto club que posee una sección femenina junior: el Salford United JFC Girls. El conjunto es una pequeña comunidad unida y posee unas estancias muy humildes para entrenar a sus jóvenes futbolistas. Se trata de fomentar el deporte, el entrenamiento, los valores de equipo y la vida sana desde muy pequeñas. Sin embargo, la mañana del pasado 12 de marzo sus instalaciones aparecieron completamente destrozadas y en las paredes del vestuario y en sus pizarras aparecieron toda clase de pintadas racistas, homófobas y machistas. A través de su cuenta personal en la red social Twitter, el conjunto inglés colgó las fotografías de los bochornosos destrozos causados.
Nadie se explica como todavía pueden existir vándalos -por calificarlos de algún modo- que decidan boicotear el trabajo de un equipo humilde de base que simplemente trata de fomentar el deporte, normalizando su práctica entre las mujeres desde muy pequeñas. Desde el propio club lanzaban un mensaje claro en contra de este asalto:
Cuando trabajas duro, no te pagan y todo lo que quieres es que las chicas jueguen y entrenen al fútbol pero los jóvenes locales tienen otras ideas… es difícil no enfadarse. Echad un vistazo a algunas de estas imágenes de nuestro vestuario. No sólo han destruido nuestros campos e instalaciones. También el equipamiento y todo por lo que hemos trabajado tanto
Desde muchas instancias del deporte inglés se han condenado los hechos con rotundidad. El propio club, que con anterioridad a los destrozos ya contaba con escasos recursos, ha pedido públicamente ayuda económica para reparar los daños materiales. Cifran exactamente en 5.000 £ la cantidad que precisan para volver a tener en condiciones el material y los campos para que las niñas vuelven a jugar a su deporte preferido. Algunos personajes importantes del deporte británico como Gary Linecker, considerado uno de los mejores delanteros de la historias del football de las islas, ya se ha lanzado a donar y ha animado a colaborar para devolver la sonrisa a este modesto club.
Help me raise £5000 to help Salford United rebuild their club after youths selfishly trashed their equipment & club house.. Please #donate on @justgiving and RT. Thanks! https://t.co/cGwWR1t4Xg
— Salford United JFC Girls (@salfordjfcgirls) 13 de marzo de 2018
Pequeños pasos hacia la equidad de género
Justo el mismo día que el Salford United JFC Girls sacaba a la luz el vergonzoso ataque a sus instalaciones, el Lewes FC aportaba la nota positiva. El club de la Isthmian League Division One South -8ª División británica, similar a la Regional española- se convertiría en el primer club en igualar los sueldos de todas las plantillas, pagándoles lo mismo a mujeres que a hombres. La presidenta del club del condado de East Sussex se comprometió a equiparar salarios y recursos a partir de la próxima temporada, convirtiendo la medida en pionera en una materia de feminismo que debería darse por evidente.
Bajo la campaña «EqualityFC» se espera que la decisión sirva de precedente y llegue a todas las instancias del fútbol británico incluída la Premier League. Según palabras de Jacquie Agnew, en el club creen en la igualdad de condiciones en este deporte. Se busca de este modo un cambio en las islas que sirva para mejorar las condiciones y la percepción del fútbol femenino en la sociedad, dotándolo de los mismos recursos para que las jugadoras demuestren también su valía para el football. Los patrocinadores del club, así como la plantilla masculina, han abrazado la iniciativa mostrándose orgullosos de pertenecer a un club que aporta su granito de arena en favor del feminismo en el deporte.
Estos son dos casos que muestran la cara y la cruz del fútbol en la actualidad. Demuestran sin lugar a dudas que no existe lugar para el machismo y la desigualdad de condiciones en un juego que debe ser de todo aquel que quiera practicarlo. Mucho antes del 8M, pero con la fuerzas de las masivas movilizaciones de esa histórica jornada, el feminismo es ya una realidad y una necesidad en todas las instancias de la sociedad y principalmente en un deporte en el que no tiene cabida el machismo. El fútbol femenino merece la misma voz que el masculino y para ello debe implementarse el feminismo como motor de la sociedad.