Los jugadores del Caldas SC celebran una de sus victorias en Taça de Portugal | Fuente: Facebook Caldas SC
Los jugadores del Caldas SC celebran una de sus victorias en Taça de Portugal | Fuente: Facebook Caldas SC
CARLOS RODRÍGUEZ LÓPEZ

@Carlosrlop

Casi 100 km al norte de Lisboa nos encontramos la  pequeña Caldas da Rainha que, con poco más de 50.000 habitantes, se ha convertido en la ciudad de moda en Portugal. No lo es por su arquitectura o su gastronomía, sino por su club de fútbol, el Caldas Sport Clube, un equipo humilde de la tercera categoría del fútbol luso que ha logrado colarse en las semifinales de la Taça de Portugal.

A la final se llega por el Campo da Mata

Obviando la rareza que supone ver a un equipo aficionado alcanzando las semifinales de un torneo de copa, el Caldas SC es un club extraordinario  por muchas más cosas. Para empezar sorprende su estadio, el Campo da Mata. Un pequeño campo de fútbol con capacidad para 13.000 personas que florece en medio de un denso bosque. Se trata de un escenario casi mágico, más propio de un cuento que de la vida real, lo que lo convierte en un lugar perfecto para ser testigo de una de las mayores hazañas del fútbol modesto en los últimos años.

Precisamente este estadio acogerá el miércoles a las 19:30 la vuelta de semifinales, en la que el equipo local se enfrentará al Desportivo das Aves. La tarea se antoja complicada: por un lado, será un cara a cara entre un equipo de la máxima categoría del fútbol portugués con otro de una categoría amateur pero, además, el Deportivo  das Aves parte con ventaja al haber vencido en la ida (1-0).

Pese a todo, el Caldas cuenta con el aliciente de que el partido decisivo se vuelva a disputar en el Campo da Mata, escenario en el que ya lograron el pase a cuartos frente al Académica de Coimbra (de segunda división) y a semifinales frente al S C Farense (del Campeonato Nacional de Seniores, la tercera división del país). Aquellas fueron dos victorias agónicas —la primera en la tanda de penaltis y la segunda en la prórroga— que demostraron la fortaleza de de los locales en su feudo, inexpugnable para todos sus rivales.

En caso de alcanzar la final, el Caldas volvería a demostrar que en este deporte todo es posible, pues un grupo de jugadores que no se pueden permitir vivir del fútbol (el portero Luís Paulo declaraba, tras eliminar al Farense, que tendría que pedir el día en el trabajo para jugar este partido), se enfrentaría por un título al FC Porto o al Sporting de Portugal, clubes con presupuestos multimillonarios.

Caldas da Rainha volcada con su equipo

No hay nadie en todo Portugal que no sepa lo que está haciendo el Caldas. Mucho menos en Caldas da Raínha, donde absolutamente todo el mundo se ha volcado con el equipo. Quizá el adepto más conocido de la hinchada sea Dinis Cdr, peluquero local que tras la clasificación del equipo a semifinales decidió publicar un rap que se ha convertido en himno para la afición.

En el vídeo tiene un papel protagonista el Sector 1916, grupo más fiel de la afición que nunca falla a un partido de su equipo. Suyo es el lema “Ninguém passa da Mata” (Nadie pasa de la Mata), toda una declaración de intenciones a los rivales que ayuda a generar en su estadio ese clima tan propicio para las gestas.

Sin embargo, Sector 1916 no se limita a apoyar en los partidos en casa, es habitual ver al oso panda de peluche (símbolo de estos aficionados por tener los mismos colores que su primera equipación) en la grada de todo aquel campo en el que juega su equipo. La última de estas muestras de apoyo fue en la ida de semifinales en Vila das Aves (casi 300 km al norte de Caldas), a donde se desplazaron 1.400 aficionados que dejaron para la historia una de las imágenes más bonitas que se pueden ver en el fútbol, la de una afición sin dejar de animar bajo una intensa lluvia… a pesar de haber perdido.

Pronto sabremos dónde acaba el sueño de Caldas da Rainha, una ciudad que se encuentra más unida que nunca gracias a un equipo centenario que quiere escribir una nueva página con letras de oro en la historia del fútbol modesto.

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