DIEGO TOMÉ CAMOIRA
“¿Qué hay Tomé? ¿Sigues dándole a la bici?” Así se presentaba Emilio Villanueva (Ponferrada, 1942) el pasado lunes en la antigua sede del Club Ciclista Villanueva. El que fuera concejal de deportes de Ponferrada, y principal impulsor del Campeonato del Mundo de Ciclismo que se celebró en la capital berciana en 2014, se cita con Mundo Esférico.
“Pero bueno, no me irás a tratar de usted ahora”. A sus 76 años Villanueva sigue con una vitalidad fuera de lo común para su edad y habla, sin pelos en la lengua, del Mundial de Ponferrada, la Sociedad Deportiva Ponferradina -de la cual es aficionado acérrimo- y del futuro del ciclismo en España. Podría hacer una amplia presentación con los más de 100 triunfos cosechados a lo largo de su dilatada carrera encima de la bicicleta, pero lo va a hacer él mejor que yo. Con ustedes, Emilio Villanueva Blanco.
Pregunta: José Manuel Fuente, Álvaro Pino y el mismísimo Eddy Merckx. Con todos ellos compartiste experiencias en el pelotón. ¿Qué camino seguiste hasta convertirse en ciclista profesional?
Respuesta: Fue una casualidad. Yo jugaba al fútbol, quién tenía la bicicleta de carretera era mi hermano y a él le gustaba mucho la fiesta, echar la partida… En las fiestas de La Encina siempre se hacía la carrera durante el último día de las fiestas y él había estado durante varios días de juerga y recuerdo que me dijo que si quería correr me dejaba la bicicleta, que no estaba en condiciones de disputar la carrera. Corrí sin nunca haber disputado una competición ciclista y coincidió que acabé tercero, me dieron 300 pesetas y un trofeo y dije, lo mío es el ciclismo, no el fútbol, porque el fútbol, además, nos costaba dinero. Y así empezó esta andadura.
P: Una vez te retiraste del mundo del profesionalismo, decidiste seguir ligado en cuerpo y alma al ciclismo mediante la creación del Club Ciclista Villanueva al tiempo que disputabas carreras como amateur. ¿Sentiste una carencia de ciclismo base en El Bierzo?
R: La idea surge porque en aquel momento se empezaron a hacer bastantes pruebas deportivas de ciclismo en la comarca y tenían que venir los jueces árbitros de León y lo organizaban siempre los clubs de la capital. Aquello suponía un gasto enorme, por lo que propuse a Porfirio Fernández, que era un empresario fuerte y al cual le gustaba mucho el ciclismo, hacer un club en Ponferrada. Hicimos unos estatutos mediante los cuales se creó el Club Ciclista Berciano en el año 1967, en una época en la que yo seguía corriendo como neoprofesional, aún no había dejado de ser profesional, por lo que seguí corriendo y saqué una licencia que nos permitía correr tanto con profesionales como con amateurs. Mi primer enfoque era crear una escuela de ciclismo porque en aquel momento era yo el único que competía en bicicleta por la comarca, pero Porfirio siempre lo dejaba pasar. Creó un equipo de baloncesto, un equipo de fútbol… Y fue cuándo pensé que el Club Ciclista Berciano debía tener una escuela. Entonces apareció gente muy aficionada al ciclismo que propusieron hacer una peña centrada en el ciclismo base. A mí me sabía mal porque ya me lo habían propuesto en otras ocasiones y no quería hacerle la competencia a Porfirio. Al final unos amigos la crearon, me nombraron presidente de la misma, y en ese momento se fundó la Peña Ciclista Villanueva que fue la primera escuela de ciclismo de Castilla y León.
P: ¿Cuál fue la época de mayor esplandor para el ciclismo base en el bierzo?
R: A finales de la década de los 80 sin ninguna duda. Llegamos a tener 60 corredores entre todas las categorías. Además, fueron los años en los que se construyó el equipo femenino que llegó a ser el mejor equipo de España. Esperanza Neyra, Chely Álvarez, Dori Ruano, Marga Fullana… Ganábamos casi todas las carreras en el territorio nacional. Ganamos el Campeonato de España tanto en carretera como en Mountain Bike… y aquello suponía un gran coste para el club. Las casas comerciales no respondían mucho, la financiación estaba siempre a cargo de Ciclos Villanueva y mis industrias, hubo que comprar tres vehículos y empezaron a complicarse las cosas. A comienzos de los 90, aún en plena época de esplendor, me nombraron seleccionador de Castilla y León y dimití del cargo porque no me parecía lógico ser presidente de una peña y al mismo tiempo seleccionador. En aquel momento la base que se había creado empezó a perder fuelle y ha ido todo en decadencia hasta ahora, que tan sólo estamos veteranos.
«El Club Ciclista Villanueva llegó a tener el mejor equipo de ciclismo femenino de España»
P: En las últimas 4 décadas tan sólo un ciclista berciano como César García Calvo consiguió llegar al pelotón internacional. ¿Hay poca afición o poca ambición entre los ciclistas?
R: Creo que los cargos fuertes del deporte, en este caso del ciclismo, deben tomar en consideración que no se pueden incrementar tanto las licencias. La gente está un poquito cansada de que las licencias UCI no paren de subir su precio. Habría que preocuparse más por la base, porque las escuelas deportivas municipales han fracasado totalmente. Yo recuerdo que se hacía una carrera ciclista en Ponferrada y había 4.000 o 5.000 espectadores, y es que ahora vas a una competición y está el padre y la madre del niño. Y es por eso, porque se ha perdido un poco aquel apoyo que había por parte de las federaciones. Una licencia federativa ronda los 100 euros. Al menos que la federación invirtiese en hacer un pequeño libro con información para el niño… pero nada, no se preocupan mucho de esto, y ya sabes que en el momento en que se empieza a restar, es muy difícil luego volver a sumar y se está desmoronando toda la base del ciclismo.
P: Fuiste, en primera persona, el impulsor del Mundial de Ciclismo en la ciudad de Ponferrada. ¿En qué momento se toma esta decisión?
R: Yo había entrado de concejal de deportes, que me costó mucho porque yo no quería entrar en la política, pero me convenció el por entonces alcalde Carlos López Riesco para que tomase las riendas del deporte. Como concejal traje la Vuelta a España a Ponferrada en el año 2008 y la metí por Lombillo, que se me criticó muchísimo y vi que fue un éxito. Entonces aprovechando que venía el vicepresidente de la federación española de ciclismo que era amigo mío le comenté la idea de realizar un campeonato del mundo en Ponferrada. Me acuerdo que decía “Villanueva, tú estás loco” (risas). Pese a ello me prometió que lucharía conmigo para traer el Mundial a Ponferrada. En aquella entrega de premios estaba Carlos, y nada más bajar del podio le presenté al vicepresidente de la española, le comentamos la idea, y empezamos ahí a luchar. Tenía amigos que habían corrido conmigo en la Unión Ciclista Internacional y por ahí empezamos a mover los hilos. Si no tienes contactos es imposible que una ciudad como Ponferrada albergue un mundial. Es más, en el momento en el que surgió la idea del Campeonato del Mundo, lo primero que hicimos fue acudir a la federación y le dijimos al presidente que nos tenían que hacer un escrito en el cual 2014 Ponferrada fuera la única ciudad con posibilidad de celebrar un Campeonato del Mundo en España. En el momento en el que la federación accedió sabíamos que el Mundial era nuestro. Porque después lo quería Valladolid, lo quería Bilbao, pero claro, teníamos la exclusividad.
P: Si bien, la idea que tenías en mente finalmente no se lleva a cabo…
R: Como te digo tenía varias amistades en la UCI. Les comenté que teníamos que cambiar el ciclismo. Un mundial siempre es igual, había que modificarlo. Me dijeron que iba a costar mucho incluir la contrarreloj en alto pero que lo iban a pelear. Había posibilidades para que la ganase cualquiera, ahora, la haces toda llana y había tres candidatos a la victoria final. Eso, unido a algunas modificaciones más. Habíamos conseguido que en la contrarreloj se habilitara un pequeño box, como en el automovilismo, para al llegar a un determinado punto cambiar de bicicleta, que iba a ser un espectáculo ya que nunca se había hecho… Yo fui a dos mundiales exclusivamente a observar para realizar el que, bajo mi punto de vista, podría haber sido el mejor Campeonato del Mundo de Ciclismo hasta la fecha. No pudo ser. Prueba de ello, que yo también me llevaba bastante bien con él, es Contador; Alberto me dijo «Villanueva, no quiero ir al campeonato del mundo». Y él tenía posibilidades de haber sido campeón del mundo de contrarreloj de haberse realizado aquel final en alto. Ahí nació todo, y luego ya ves que yo no estuve para nada en el Mundial por circunstancias políticas. Nos echaron del ayuntamiento y, bueno, qué voy a decir yo… A mí me hubiera gustado que estuviera un poquito mejor de lo que estuvo.
P: Cambio de gobierno municipal, y cambio de recorrido en uno de los Mundiales que menos público movió en la última década.
R: Yo me llevé un poco de decepción. El Mundial de Ponferrada, en el aspecto de asistencia de público, fue un fracaso total. Es más, en una ocasión estaba en un supermercado y llegó un periodista y me tocó en la espalda: “Villanueva, ya sé que no quieres hablar, pero dame una puntuación del 1 al 10 del Mundial”. Le dije que un 5. Le pregunté si se acordaba de la etapa de la Vuelta a España con final en los Ancares. Había el doble de gente que en el Campeonato del Mundo en Ponferrada. Y en un Mundial, que yo he ido a dos en los últimos años, es que no se puede ni siquiera andar. Me acuerdo que además fue, precisamente en Mendrisio 2009, cuando López Riesco accedió a organizar la cita. Yo lo llevé a Suiza y De Santos, seleccionador nacional por aquel entonces, me dijo que fuera con él en el coche de la selección. Le dije que no, que llevase al alcalde de Ponferrada para que viese el ambiente. Cuando se bajó del coche el alcalde me dijo “Villanueva, qué razón tienes, es impresionante el ambiente”. Y en Ponferrada no fue así. Me acuerdo que fui a ver los circuitos en bicicleta de montaña para ver a los corredores y estar 5 o 6 personas en alguno de los tramos claves de la contrarreloj. Yo me llevé una decepción impresionante.
«El Mundial de Ponferrada fue un fracaso total. Yo me llevé una decepción impresionante»
P: Parece que el Mundial no fue de tanto éxito como se preveía, y dejó una cuantiosa deuda en la ciudad. ¿Estaba Ponferrada capacitada para albergar un evento de esas características?
R: Empezaron a querer explotar el mundial, ese fue el fracaso, porque yo tenía muchísimos contactos que me llamaban y me decían que no iban a poder acudir al Mundial, si podía mover los hilos. Y es que ni siquiera a mí me dieron una credencial, que en buena medida fui el impulsor del Campeonato del Mundo. Yo tenía toda la documentación para dejársela si la querían, una experiencia de los más de 50 años que llevo corriendo en bicicleta, viendo tres mundiales de ciclismo… Me supo muy mal, y sobre todo hace cosa de medio año, vinieron unos amigos míos a hacer el camino de Santiago y me preguntaban cómo era posible que hubiera pasado un mundial. No hay secuela ninguna de que la ciudad acogiese un evento deportivo de tal magnitud. Estas circunstancias no vuelven en la vida, y yo digo que el tren cuando pasa hay que subirse a él. Había que haber hecho, como teníamos previsto, muchísimas mejoras en la ciudad en vista de las decenas de miles de personas que iban a acudir al Bierzo expresamente para disfrutar de la cita.
P: Hay quien comenta que eventos de este estilo benefician la práctica del deporte en cuestión desde la base. ¿Se produjo un boom? ¿Se mantiene en la actualidad?
R: Habíamos conseguido por primera vez en la historia que a una sede de un mundial de ciclismo se le concediese una marcha cicloturista en honor a ese mundial el año antes del campeonato. Y eso arrastra a miles de personas de todos los países, y también se quedó en la nada, al final no se pudo llevar a cabo. Por tanto, no sé si se produjo un boom como tal, lo que sí es cierto que todavía creo que se mantiene bastante es el cicloturismo. El motivo es muy simple, y es que el cicloturista puede acudir a las marchas sin licencia federativa. Sobre ello tenían que recapacitar los que están a cargo de las federaciones de ciclismo e investigar por qué no se hacen licencias y resulta que aquellas marchas donde se puede participar sin estar federado son todo un éxito. Pues baja las licencias. Pero bueno, no sé si esto va a resucitar o no. Yo hace poco más de un año me convertí en campeón del mundo de contrarreloj individual sin licencia. Me sabe mal tener que decirlo, porque yo ese año tuve que dejarme de sacar la licencia ya amargado, porque a un veterano de 76 años se le está cobrando por una licencia 150 euros. Pues a mí me invitaron a acudir al Campeonato del Mundo de Ciclismo Master, pagué 17 o 18 euros y competí. Eso es lo que deben analizar. Los altos cargos del deporte, en este caso del ciclismo, han pasado bola.
P: Hablabas de ese Campeonato del Mundo Master 70 celebrado en Orense y en el cual Emilio Villanueva se proclamó campeón del mundo de contrarreloj. Tienes la oportunidad de asaltar el récord de la hora y finalmente no lo haces. ¿Por qué?
R: Yo me estaba preparando para batir el récord del mundo de la hora y me llamaron, ya que se celebraba entre Portugal y Orense el Campeonato del Mundo de veteranos y fui. También querían que me quedase a la prueba en línea, pero yo a la línea le tengo un poco de pánico porque un pelotón de ciento y pico corredores a estas edades… se arriesga demasiado. Corrí la contrarreloj y la gané. Al mes siguiente de ganar el mundial, tenía enfocado ir a por el récord de la hora para mayores de 70 años. Estaba muy bien preparado para ello, incluso más que para el Campeonato del Mundo. Tenía previsto intentar batir el récord a finales de agosto o primeros de septiembre, y llamé a la Federación Española de Ciclismo, estuve hablando con López Cerrón, el presidente da la misma y junto a quien corrí para que hablase con el secretario y ver lo que había que hacer. Me llamó el secretario y me dijo que debía presentar una solicitud y depositar 3.000 euros. Después tenía que pagar a dos jueces árbitros internacionales, una empresa cuentavueltas y aún por encima pagar un velódromo homologado, que la verdad, eso me daba un poco más igual porque ya contaba con ello, pero es una comedia y un sacacuartos que me hubiera salido por más de 20.000 euros. Encima de intentar traer el récord del mundo a España, tener que dejarme un pastizal ¿Entonces la federación española para que está?
Fíjate que como se había hablado y me habían realizado varias entrevistas en radios locales, vino una persona con peso económico en la comarca y me preguntó si no iba a por el récord. Me ofreció, junto a otros dos o tres empresarios asumir el coste, pero me negué, porque para mí eso era darle de comer a gente que no lo merece, y si yo le doy ese dinero, y así unos cuantos más, siguen tan tranquilos. Y no señor, se tienen que preocupar de hacer un bien por el ciclismo, no de lucrarse con este deporte.
«Encima de intentar traer el récord del mundo a España, tener que dejarme un pastizal. ¿Entonces la federación española para que está?»
P: En tu etapa de concejal se inició el despegue de disciplinas como la halterofilia, de cuya cantera ha salido, ni más ni menos que Lydia Valentín, una de las mejores deportistas en la historia de España. ¿Qué decisiones se tomaron desde la concejalía para potenciar este tipo de disciplinas?
R: Cuando estuve de concejal lo primero que hice, y me lo permitió el alcalde, fue crear escuelas deportivas, aunque estuviesen 4 niños. Esos niños, por amistades en la escuela o a la mínima que se corra la voz, traerán a otros cuatro y así sucesivamente. Y así se han conseguido los éxitos que se han conseguido en varias disciplinas. El subcampeonato de Europa de atletismo en 1.500m lisos de Sergio Gallardo y las medallas que ha cosechado Lydia que te quedas sin calificativos para describirlo.
P: En cambio, ningún ciclista que haya llegado a este nivel en los últimos tiempos…
R: Es que tiene que llegar una persona en Ponferrada que se preocupe de crear una escuela de ciclismo y sacarlo adelante. Que lo tenga mamado y pelee por ello porque es muy difícil. Es muy difícil porque los niños están más enfocados al fútbol, al tenis, a deportes de equipo como el baloncesto o el balonmano… Porque si en una ciudad no se motiva el deporte que sea no sale adelante. Hay que crear y ahora mismo el ciclismo está de capa caída.
P: El ciclismo ha estado en el ojo del huracán en numerosas ocasiones por escándalos de dopaje. ¿Era algo habitual ya en los años 70?
R: En mi época no había control antidoping, pero dejé de correr en profesionales porque veía cosas a mi alrededor que no me gustaban y aunque no estuviesen prohibidas en aquel momento, perjudicaban a la salud. Recuerdo que se me ofreció, según el director deportivo, el segundo contrato más fuerte de España. Yo venía de haber sido vencedor de la Vuelta a Cantabria, vencedor de la Vuelta a Palencia además de ganador de 2 o 3 etapas, líder de una vueltita en Francia que se corría 8 días… y se me ofrecía un contrato bastante poderoso en aquellos tiempos. Yo no lo firmé y dejé de ser profesional porque le tenía mucho temor a las cosas que te podían dar, porque se corrían etapas de más de 300 kilómetros, y únicamente comías dos o tres veces lo que te daban desde el equipo. Todas aquellas figuras y amigos míos están bajo tierra no sé por qué motivo… Anquetil, López Carril… Y yo le cogí un poco de miedo a aquello.
«Me ofrecieron el segundo contrato ciclista más poderoso en España de la época y no lo firmé por temor al dopaje»
P: En esta última semana, y según Football Leaks, el futbolista Sergio Ramos dio una serie de valores anómalos en un control antidoping tras la final de Champions en el año 2017. Pese a ello no hubo sanción alguna. ¿Hay deportes A y deportes B en la lucha contra el dopaje?
R: Reconozco que aquí el malo de la película es el ciclismo. Y no sé por qué motivos no se realizan tantos controles en otros deportes. Creo que, por el bien de la salud de los deportistas, yo siempre lo he dicho, y tú que estuviste conmigo en la peña ciclista lo sabes de primera mano, que se puede triunfar en cualquier disciplina sin tomar ni una sustancia prohibida. Yo nunca he querido hablar del dopaje, pero sí que habría que castigar no sólo a quién hace uso de estas sustancias, sino también a aquellos que lo promueven por intereses privados. Sobre todo, que no sea tan costoso realizar controles, porque nosotros intentamos realizarlos en alguna de las pruebas que organizábamos y era inviable.
P: Eres un gran aficionado al fútbol y, sobre todo, de la Sociedad Deportiva Ponferradina. Si bien el club berciano lleva más de una década con varias participaciones en el fútbol profesional hubo épocas difíciles para el conjunto blanquiazul. ¿Alguna anécdota de aquella época?
R: Aquel mítico estadio de Fuentesnuevas… Yo iba a empezar a jugar, como te comentaba, y estaba preparándome con el San Pedro antes de dedicarme finalmente al ciclismo, entrenábamos en Fuentesnuevas que allá en los 60 era un auténtico patatal (risas).
P: Incluso el club estuvo cerca de la desaparición en el año 1994. ¿Cómo se vivió aquella época, Villanueva?
R: Con la Deportiva pasó un poco lo que te comentaba previamente con la federación, y es que la gente que está al cargo de un club, en este caso la Ponferradina, tiene que vivirlo, tiene que sentirlo y no tiene que dejarlo en manos de gerentes o terceras personas, que en muchos casos los presidentes se desentienden. Desde la directiva se fueron tomando decisiones erróneas hasta el punto de que los propios aficionados tuvieron que hacer actos por la ciudad para pagar aquello que se debía porque si no el club desaparecía.
P: Aquellas botellas de vino que permitieron que la Ponferradina exista a día de hoy.
R: Claro (risas). No quería yo hablar del vino, pero fue el principal acto para hacer frente a la deuda.
P: Momentos tan crudos que dieron paso a la época dorada del club.
R: Efectivamente, pero por esto mismo, porque lo cogió una persona que ha vivido el deportivismo en sus propias carnes como José, el actual presidente. Poquito a poco fue para arriba y tiene mucho respaldo el fútbol en Ponferrada, que eso es muy importante, porque tú si en ciclismo vas en busca de socios que paguen lo que cuesta un carnet de la Deportiva igual te fusilan. En cambio, en el apartado futbolístico, aunque la Deportiva no responda, el público lo hace.
P: El público responde, pero en los últimos años con el descenso a Segunda B se ha notado un bajón importante. ¿No crees?
R: Sí, es correcto que ha habido un pequeño bajón. Los socios comentábamos que no se tenía que haber dejado marchar a Yuri por nada del mundo hasta no tener completamente salvada la situación. Con 2 o 3 goles más la Deportiva no hubiera descendido. Yo creo que fue ese el motivo. Además, tuvimos la mala pata, que ya ves tú que estuvimos varios meses en Playoff de ascenso a Primera, y de repente 14 partidos sin conocer la victoria y se vino todo al garete, se borró algún socio, la afición estaba descontenta con ciertas decisiones, pero pienso que se ha vuelto a retomar el vuelo y mi apuesta es que este año, como mínimo, jugaremos la promoción de ascenso.