Pedro Munitis en su etapa como entrenador de la SD Ponferradina | Fuente: El Bierzo Digital
Pedro Munitis en su etapa como entrenador de la SD Ponferradina | Fuente: El Bierzo Digital
DIEGO TOMÉ CAMOIRA

@FirstClassSDP

No todos los días se tiene la posibilidad de tener enfrente a un Campeón de Europa. Pero aún menos, de que ese Campeón de Europa no lo recuerde como el mayor logro de su carrera deportiva. El 19 de junio de 1975, nacía en Santander Pedro Munitis. Para algunos, el último rockero que ha dado el fútbol español. Un inadaptado a su tiempo. Para otros, simplemente ese chaval del barrio pesquero que gastó su primer contrato en comprarle un barco nuevo a su padre.

Para todo aquel que empieza a dar sus primeras patadas al balón, llegar al Real Madrid sería el cúlmen de su carrera deportiva. Para Pedro Munitis, sólo una etapa de aprendizaje más.

Olor a cuero y a campos embarrados; a césped recién cortado al pisar una grada. Me tomaría la libertad de decir (con su permiso) que, si queréis respirar fútbol (por lo menos el actual), no encontraréis en Pedro a la persona adecuada. Sentimiento y lealtad, por encima de cualquier discusión sobre quién merece el Balón de Oro.

Pregunta: En tu época como futbolista, has estado en distintos clubes como el Real Madrid, el Deportivo o el Badajoz. Sin embargo, siempre ha existido un denominador común en toda tu carrera, el club que te vio dar tus primeros y últimos pasos como futbolista. ¿Qué ha significado para ti el Racing de Santander?

Respuesta: Bueno, es difícil explicar con palabras lo que supone para mí el Racing, ya que he estado allí desde los 11 años, me ha ayudado a formarme no sólo como deportista, también como persona y me ha dado la oportunidad de ganarme la vida con algo que empezó siendo un juego. Es el equipo de mi tierra y le tengo un cariño muy grande.

P: ¿Pensaste alguna vez en dar el salto al extranjero?

R: Tampoco surgió nunca una oferta, la posibilidad real. Bueno perdón, excepto a última hora. Estaba en Santander y salió la posibilidad de ir al Olympique de Lyon y ya estaba muy estabilizado con la familia, con todo. No creía que fuera el momento oportuno. Pero anteriormente tampoco surgió, así que no tuve ni que plantearlo.

Munitis en su etapa como capitán del Racing de Santander | Fuente: La Voz Digital
Munitis en su etapa como capitán del Racing de Santander | Fuente: La Voz Digital

P: Si alguien piensa en la Roma de la década de los 2000, rápidamente sale Francesco Totti. Si se piensa en el Racing, el 90% de las veces se relaciona con Pedro Munitis. Encontrar un ‘hombre insignia’ de un club es difícil en la actualidad. ¿Cuáles crees que son los motivos de que cada día haya más ‘trotamundos’ en el mundo del fútbol?

R: Bueno, cada vez cuesta más que salga un jugador de la casa que se fidelice con un club, que llegue a ser muy importante en el mismo. Ahora el mercado es tan amplio, y hay tal movimiento de jugadores que es complicado que un jugador acabe pasando muchos años en un club, sobre todo si es un jugador que destaca. Quizás sean los motivos, es muy amplio el mercado y hay tantos países que están moviendo dinero, que al final el jugador acaba moviéndose y por ello es complicado encontrar un jugador insignia de un club determinado.

P: Como jugador del Racing de Santander viviste la época dorada del club con una participación europea incluida y también una de las más oscuras, llegando a estar al borde de la desaparición ¿Cómo se vivieron esos momentos en el vestuario?

R: Ha sido todo muy emocionante, tanto lo bueno como lo malo, porque nos ha tocado vivir cosas que no nos atreveríamos ni a soñar, como jugar una UEFA. Y luego mi último año lo más duro que me ha tocado vivir como deportista, que fue un descenso a Segunda División. Más luego todas las barbaridades que se estaban haciendo en el club con muchísimos problemas económicos. Pero mira, al final soy una persona que creo que estamos hechos de experiencias y al final todo esto te curte, te enriquece como persona, y no me paro a quejarme si lo que me ha tocado es bueno u es malo, sino que trato de aprender de cada cosa que me toca vivir.

 

El Racing me ha dado la oportunidad de ganarme la vida con algo que empezó siendo un juego. Es el equipo de mi tierra y le tengo un cariño muy grande – Munitis

P: El asalto al palco del Sardinero, en una situación de total frustración para el equipo, fue, para muchos, la victoria del aficionado común contra el fútbol moderno. ¿Qué opinión te merece como aficionado el rumbo que está tomando este deporte?

R: En este sentido, me gustan mucho más clubes como la Deportiva. El sentimiento que tiene la gente por su club, se identifica un montón. Lo gobierna gente de casa, que también lo va a cuidar con especial mimo porque es algo suyo, algo incluso que puede llegar a ser una tradición y me gusta mucho más esto a que venga el típico magnate y haga con ello a su antojo como si fuera un juguete. Muchas veces sin pensar mucho lo que supone el club para la gente de la ciudad o que lo puede ver como un sentimiento. Lo que ocurre es que al final, es lo que hablábamos antes, todo se mueve por lo mismo, es más un tema económico y tenemos que entenderlo así.

 

Ha sido todo muy emocionante, lo bueno y lo malo. Nos ha tocado vivir cosas que no nos atreveríamos ni a soñar, como jugar una UEFA. Luego, mi último año, lo más duro como deportista, que fue un descenso a Segunda División – Munitis

P: A mitad de la temporada 2014-15, con un Racing que luchaba a la desesperada por mantener la categoría en la Segunda División, te toca tomar las riendas del banquillo junto a otros dos ex racinguistas como Javi Pinillos y Gonzalo Colsa. Un momento complicado cuanto menos…

R: Cogimos el equipo en Segunda División en una situación límite, con su jugador más importante, Koné, lesionado. Perdidos en los puestos de descenso… Estuvimos 15 partidos. En esos 15 partidos hicimos más puntos que 11 equipos, pero por un punto, por un gol en los últimos 5 minutos perdimos la categoría. Fue durísimo.

P: Al año siguiente, decides quedarte en el club y luchar por un ascenso que se escapó en el último partido de los Playoff. ¿Por qué en esta ocasión decides abandonar la estructura santanderina?

R: La transición de 2ª a 2ªB es muy complicada, muy dura, nos costó muchísimo arrancar, fueron 3 meses infernales en el que el equipo no acababa de tirar hacia delante. Y a partir de ahí cualquier cosa que pasó a posteriori nunca fue valorada, y el trabajo al final se juzgó por conseguir o no conseguir un ascenso.

Era el objetivo principal, no se consiguió, y de ahí que decidiéramos no continuar. El ambiente no era bueno, seguro que iba a haber división, gente a favor, gente en contra… Y quiero demasiado a ese club como para generarle mal. Creo que cuando hay división las cosas no funcionan.

Por eso, una de las cosas importantes que tiene que haber es unión total entre todas las partes. Club, plantilla, prensa… que es súper importante cómo se vendan las cosas porque al fin y al cabo crean opinión. Y, sobre todo, como estábamos hablando, el aficionado, que esto es suyo, lo vive como algo suyo. Y está siendo capaz de manejar esa frustración que sientes tras un año complicado, un comienzo que no es bueno.

 

El mercado es amplio y hay tantos países que están moviendo dinero, que es complicado encontrar un jugador insignia de un club determinado – Munitis

P: Precisamente por ahí iba la siguiente pregunta. Octubre de 2016. Recibes la llamada de una Ponferradina que acababa de perder la categoría y tenía a sus espaldas la destitución de 4 entrenadores en menos de un año ¿Qué te hizo tomar los mandos del club berciano? Viendo los precedentes estoy seguro de que te lo tomas como un reto personal.

R: (Risas) Bueno, vinimos a ver el primer partido en casa frente a la Cultural, vinimos a ver otro partido, el día del Coruxo si no recuerdo mal. Y desde un primer momento es un club que me llamó mucho la atención. Teníamos en Santander a Javi Pinillos, nuestro entrenador de porteros, que había jugado en la Deportiva, y siempre nos habló maravillas del club. La seriedad, el campo, cómo lo vive la gente… Y siempre fue como un objetivo, el ver si en algún momento se nos presenta la oportunidad de entrenar a la Ponfe, decíamos allí. Sabíamos que la situación en la que se encontraba el equipo no era la mejor, pero como bien dices, me va la marcha (risas).

Al final prefiero estar en un lugar con ambición, con posibilidad de crecer, que ir a un sitio donde sea mucho más cómodo. Y que al final no te aporte nada, ni como persona ni como profesional. Iba a decir que fue fácil tomar la decisión cuando se presentó, y te estaría mintiendo. Al final algo que estabas esperando que se diera, cuando se presentó la ocasión fue como: ‘Ufqué vértigo’. Ahí es cuando verdaderamente te paras a valorar, vamos, no vamos… Y te paras a pensar todo más fríamente.

Quizá también el motivo que me echaba un poco más para atrás es el dejar en Santander a la familia, a mis hijos. Eso también lo tuve que valorar, pero al final los pros eran mayores que los contras, y, sobre todo, la pasión que tengo por este deporte.

P: ¿Qué situación te encontraste en el vestuario al llegar a Ponferrada?

R: Bueno, un equipo anímicamente muy tocado. Un equipo muy, muy muy comprometido. Y creo que este compromiso en algunos momentos fue en nuestra contra. Los jugadores lo viven también como algo suyo. Por ello el disgusto es mayor, la auto exigencia era brutal. Ellos también eran conscientes de que es un equipo que está hecho para recuperar la categoría lo antes posible.

 

Prefiero estar en un lugar con ambición, con posibilidad de crecer, que ir a un sitio donde sea mucho más cómodo – Munitis

Para terminar un breve cuestionario.

P: Un gol

R: Uf, Soy malísimo para esto (risas), porque no me suelo quedar nunca con una cosa sola. Quizá el gol de España-Yugoslavia en la Eurocopa del 2000 que acabamos ganando un partido súper emocionante, creo recordar que fue 4-3 un partido que dio muchísimas vueltas. Entré en el descanso y marqué.

P: Un compañero de vestuario

R: Gonzalo Colsa

P: Un rival al que respetes

R: Quizá Raúl González. Porque volvemos a lo que hablábamos antes. Suelo respetar muchísimo a la gente que sabe ser leal a un club, que pelea por unos ideales y que juega durante muchísimos años en la élite, que suele ser algo efímero. Así que Raúl puede ser uno de ellos.

P: El mejor jugador junto al que hayas jugado

R: Zinedine Zidane.

P: El mejor momento de tu carrera deportiva

R: La clasificación para la Copa de la UEFA con el Racing de Santander.

P: El momento más duro de tu carrera

R: El descenso a Segunda División con el Racing de Santander.

P: El mejor entrenador que hayas tenido

R: Esta es difícil también… Pero quizá el entrenador que más me ha marcado ha sido Marcelino.

P: El jugador con más talento al que hayas entrenado

R: (Muy pensativo) Esta es difícil. Quizá el año que estuvimos en segunda, el jugador que más nos aportó fue Quique, fue quien estuvo a un mayor nivel.

P: Un club al que sueñes entrenar

R: Bueno, he estado en el club de mis amores, tuve la suerte de estar trabajando en la Ponferradina y en el UCAM Murcia y me gustaría mucho poder entrenar al Deportivo de la Coruña, porque me dejó también muy buen recuerdo, la gente me trató muy bien. Y es también muy de la gente, allí se vive también con gran pasión el Dépor.

P: De no ser futbolista y entrenador, Pedro Munitis sería…

R: Nunca me lo planteé. Como te he dicho antes siempre he tenido la suerte de dedicarme a algo que empezó siendo un juego y me apasionó desde los 4 años. Y esto es una droga que cada día me gusta más, así que seguro que no podría haber sido otra cosa (risas).

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