CARLOS RODRÍGUEZ LÓPEZ
Que una marca haga de su audiencia su principal anunciante es una victoria. Que consiga, con una de las acciones más explícitas posibles —colocar su logo en la camiseta de un equipo—, eludir cualquier crítica al fútbol negocio, una hazaña. Burger King lo ha conseguido, y el Stevenage Football Club disfruta de su éxito.
El idilio entre el gigante de las hamburguesas y este humilde club de la League 2 (cuarta categoría del fútbol inglés) comenzó en verano de 2019. Entonces el club de la villa que vio nacer a Lewis Hamilton, Jack Wilshere o Ken Follet sorprendió anunciando el acuerdo de patrocinio con Burguer King. Nadie entendió el movimiento… hasta que fue lanzado el FIFA 20.
Con el videojuego en el mercado, llegó el reto. Burger King arrancó en redes sociales el #StevenageChallenge, un desafío para todos los jugadores del mítico videojuego. La misión, cumplir los diferentes retos fijados por BK a conseguir con el StevenageFC y subir a redes sociales un vídeo que lo acreditase, bajo el hashtag #StevenageChallenge y mencionando a la marca de hamburguesas. El premio, cupones canjeables por aros de cebolla, nuggets, patatas, Whoppers… a mayor dificultad, mejores premios.
Burguer King contabilizó más de 25.000 vídeos de goles del Stevenage en los primeros días. Poco tiempo después, las camisetas del club se agotaron por primera vez en la historia. Con la fiebre del #StevenageChallenge no fue de extrañar que este modestísimo club —el peor de la categoría más baja que tiene cabida en el videojuego— se convirtiese en el más utilizado en Twitch en 2020.
El peor club del mundo fichó a los mejores
Muchos fueron los gamers que comenzaron a utilizar el Stevenage para sus partidas en modo carrera, lo que les permitió ir ascendiendo al equipo de divisiones y fichar a los mejores jugadores del videojuego. Pogba, Messi, Cristiano Ronaldo, Salah… muchas estrellas del panorama futbolístico firmaron por este club, convirtiéndolo en el mejor equipo del mundo dentro del videojuego. El fútbol negocio como mayor aliado de un club que tiene más de amateur que de profesional. De locos, que diría Ibai.
Una inversión de 50.000 libras para sponsorizar al peor equipo que sale en un videojuego, algo de inversión estratégica en gamers para fortalecer todavía más la presencia en Twitch o Youtube y voilá, una de las campañas más rentables de la historia del fútbol y los videojuegos. Parece que aquí, también son el King.