DAVID FERREIRO PÉREZ
En ocasiones el fútbol no es justo. Lo sabemos, pero dentro de ese sentimiento que nos invade cuando las cosas no salen cuando nos gustarían, siempre hay un punto de pena por no saber el qué sería sí… Y esto también se aplica a los jugadores.
Mucho talento irrumpe y se queda por el camino. En algunos casos por disciplina, como es el caso Ronaldinho. En otro, esas malditas lesiones. El mejor ejemplo de la última década de talento ‘arrebatado’ por un cuerpo de cristal es Marco Reus.
El chico de Dortmund
El capitán general del club amarillo enamoró a propios y a extraños en sus primeros toques con la camiseta amarilla y siempre demostró tener un talento descomunal que no pudo desarrollar del todo por los problemas físicos.
Marco Reus es uno de esos jugadores especiales, de los que parecen tocados por una varita. De esos por los que, definitivamente, pagas una entrada. Desde sus primeros ‘highlights‘ en Champions League se metió al aficionado neutral en el bolsillo liderando el divertidisimo Borussia de la 2012/13.
Pintaba para jugador de época, siendo para muchos el mayor talento dentro de una generación de mucho nivel en el fútbol alemán. Porque sí, la Alemania de los últimos diez años ha sacado talento y talento, pero ninguno tan especial como el bueno de Marco.
Marco Reus: 1.079 días sin fútbol
Su velocidad, último toque y regate, unidos a una visión de juego y a un cambio de ritmo al alcance de muy pocos, le situaron en el centro de unos focos que lo han ido iluminando cada vez menos. En parte por decidir quedarse en el equipo de sus amores, aunque también por sus reiteradas ausencias sobre el terreno de juego.
Hasta el verano de 2012, momento en el que regresa al Signal Iduna Park, el extremo alemán apenas había tenido grandes problemas con las lesiones. Alguna cosilla, como todos los futbolistas, pero nada grave. Desde entonces y por desgracia, su cuerpo acumula cerca de 50 lesiones que le han alejado, y mucho, de los terrenos de juego.
Es decir, en las nueve temporadas que lleva en el conjunto amarillo, Reus ha promediado una media de cinco y media por año.
Si desengranamos los datos, Woody —apodo con el que se le conoce— se ha perdido un total de 130 partidos según los datos que registra la web especializada Transfermarkt. Y si tenemos en cuenta que es el alma absoluta del equipo, nos podemos hacer a la idea de que su ausencia durante tantos encuentros ha tenido consecuencias para su Borussia.
Parece uno de esos talentos malditos. Aquellos que teniéndolo todo para marcar las diferencias, jamás llegan a desplegar todo su potencial. Hasta 1.079 días de baja en total. Casi tres años.
Tres, que se dice pronto. Se cebaron con él, pero a pesar de que sopesó la retirada, sus ganas de seguir disfrutando y ganando con la elástica aurinegra siempre conseguían motivarle de nuevo. Y eso que las ha tenido muy variadas.
Algunas de ellas, particularmente graves. Por poner algunos ejemplos, se perdió 220 días por la rotura del ligamento cruzado o 176 por una lesión de pubis.
Doble calvario
Pero eso no solo lo notó su equipo, si no también su selección. Con Die Mannschaft, el bueno de Reus se ha tenido que quedar con las ganas en más de una ocasión. A pesar de jugar la Euro de 2012 y la Copa Mundial del año 2018, el jugador se perdió por sus problemas físicos la Eurocopa de 2016 (pubalgia) y, sobre todo, el Mundial de Brasil 2014 que terminaría ganando su selección.
Una espina que difícilmente se logrará sacar en lo que le queda de carrera, ya que partía como uno de los jugadores clave del equipo, pero se quedó fuera por una lesión en su tobillo izquierdo ocurrida durante un amistoso preparatorio para el torneo. La eterna mala suerte.
A pesar de que siempre nos quedaremos con las ganas de saber dónde se situaba su techo, lo cierto es que Marco nos ha seguido deleitando siempre que su cuerpo se lo ha permitido. Al fin y al cabo, ha tenido una gran carrera en la Bundesliga reconocida, sobre todo, en los trofeos individuales.
Dos veces se alzó con el premio a Futbolista del Año en Alemania y una vez con el de Futbolista del Año de la Selección. Aunque, eso sí, siempre nos quedará la duda de qué hubiera sido si le hubieran dejado ser.