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Michu en un encuentro durante su etapa como jugador del Langreo
Michu en un encuentro durante su etapa como jugador del Langreo
DIEGO TOMÉ CAMOIRA

@FirstClassSDP

Orgullo, valor y garra. Tres sustantivos que, si bien podrían definir a cualquier oviedista, en el caso de Miguel Pérez Cuesta ‘Michu’ lo hacen en mayor medida. Oviedo, Vigo, Vallecas, Swansea, Nápoles y Langreo han visto a nuestro protagonista echarse la mano a la oreja para celebrar sus tantos.

Una celebración que, al igual que su lema de perfil en twitter “Haters will broadcast your failures, but whisper your success”, supone una filosofía vital para Michu. Trabajo, confianza y talento es el cóctel que ha llevado a Miguel desde el Requexón a Las Rozas pasando por San Paolo.

El ya ex futbolista ovetense habla con Mundo Esférico sobre cómo comenzó a dar patadas al balón, las lesiones y su futuro; todo ello con, por supuesto, el Real Oviedo como denominador común de su carrera deportiva. Coged un té, una cerveza o —quizá más pertinente en este caso— un culín de sidra y disfrutad de la entrevista.

Pregunta: Vamos a empezar por el principio, por aquel rubio ovetense que dio sus primeros pasos en el año 1986. ¿Cómo se vivía el fútbol en la familia Pérez Cuesta?

Respuesta: Bueno, a mi padre siempre le gustó mucho el fútbol, jugó hasta que tuvo que empezar a trabajar y sobre todo me influyó mi hermano. Mi primer recuerdo futbolístico es de él jugando en las categorías inferiores del Oviedo. Mi padre siempre iba a verlo el fin de semana y yo iba con él. Como se suele decir, mamamos fútbol desde pequeños.

P: Como comentas, tu hermano Hernán estaba en las categorías inferiores del Real Oviedo. ¿Cuánta influencia tuvo tu hermano en estos primeros años de iniciación con el esférico?

R: Un porcentaje altísimo. Entre él y mi padre fueron los que me inculcaron esta pasión por el fútbol, al parecer se me daba más o menos bien (risas) y ambos pudimos hacer una carrera, tanto mi hermano como yo. Mi padre tuvo que trabajar cuando era muy joven todavía y llegó a jugar en tercera división, pero bueno, mi hermano pudo tocar la Segunda B.

P: Como no podía ser de otra manera, desarrollas toda tu formación futbolística en el club carbayón. ¿Qué valores te aportó el Requexón como futbolista?

R: Todos, siempre lo he dicho. Tanto a nivel futbolístico como personal ellos me formaron. Pasé por todas las categorías inferiores desde Alevín B hasta el primer equipo y todo lo que sabe hacer Michu dentro de un campo es culpa del Real Oviedo, por lo que siempre estaré eternamente agradecido.

P: Llegamos a 2003. Encuentro frente al Siero y debutas como futbolista del primer equipo, de la mejor manera posible, marcando el gol de la victoria. Desde entonces, el Tartiere sería ya tu campo de batalla. ¿Cómo recibes la llamada de Antonio Rivas?

R: Yo estaba todavía en el Juvenil, sí que es cierto que ese año pasó todo lo que pasó, mucha gente se marchó y muchos juveniles subimos a hacer la pretemporada con el primer equipo, más que nada porque no tenían gente y no había fichajes todavía. Hice ficha con el juvenil, entrenaba con el primer equipo y bajaba a jugar con el División de Honor y ese día me coincide debutar entrando al campo con un 0-0 en el marcador y anotando el gol de la victoria. Mejor debut imposible para mí. Era un sueño porque estaba jugando en el Tartiere y es algo que siempre había soñado desde niño y entrar al campo y ayudar a que tu equipo consiga la victoria es el debut soñado.

P: “En el momento en que me llamó Antonio Rivas cogí y entré a hacer la ficha, quería firmar antes de que se arrepintieran”. ¿Sabrías decir quién pronunció esta frase y en alusión a qué?

R: Sí. Diego Cervero seguro (risas).

P: Efectivamente fue Diego Cervero, y la generación que él mismo comandaba comentaba que sentían la obligación de que el Oviedo no desapareciese, de no abandonar al club en sus horas más bajas. ¿Desde el juvenil se os inculcaba la misma idea? ¿Cómo viviste la caída del Real Oviedo a 3ª?

R: Fue algo muy duro. Yo me acuerdo de estar jugando el Campeonato de España cadete y la noche anterior descienden de Primera a Segunda en Mallorca, perdiendo 4-2 y después tiran un año más o menos bueno en Segunda A y el siguiente ya es el descenso a Segunda B. En ese momento ya se habla de que puede haber un doble descenso que al final se consuma. Teníamos una estructura de cantera que era muy grande, de hecho, yo me acuerdo que íbamos en autobús a entrenar.

Con respecto a lo que comentabas de Diego, a mí con Cervero me une una relación muy personal y es un tío que es muy muy oviedista. Entonces para él también ha sido un sueño jugar en el Oviedo, es lo que nos inculcaron desde niños y yo creo que él tenía capacidad de sobra para llegar al primer equipo del Oviedo en ese momento como se acabó por demostrar. Es un futbolista que tiene mucho gol y además es pura mentalidad, todo lo que se le mete en la cabeza lo consigue y al final mira, jugó en el Oviedo varias etapas y además marcando un montón de goles.

P: En el caso de Adrián López y en el tuyo propio cabe destacar una peculiaridad, un camino que, para quien no entienda el Oviedismo, puede sonar muy raro… Llegar a la élite disputando varias campañas entre 3ª y 2ªB.

R: Mira, ahora mismo estoy de director deportivo en el UP Langreo y creo firmemente que hay futbolistas de Segunda B y Tercera, sobre todo jóvenes, que tienen nivel de Liga de Fútbol Profesional. Sobre todo, en unos años, porque la mayoría son muy jóvenes. Yo me siento orgulloso de haber jugado en todas las categorías nacionales hasta llegar a Primera División y es un camino muy muy difícil. Yo creo que en Segunda B hay grandísimos futbolistas que podrían llegar perfectamente a Primera División.

El problema, y siempre lo he dicho, es que el rendimiento de un futbolista va totalmente ligado a la confianza de un entrenador, y si el entrenador te pone a jugar y eres bueno al final vas a explotar y yo creo que puedes llegar perfectamente estando varias campañas en estas categorías.

Michu en un encuentro frente al Burgos en su primera etapa en el conjunto carbayón | Fuente: ROCF1926
Michu en un encuentro frente al Burgos en su primera etapa en el conjunto carbayón | Fuente: ROCF1926

 

Hay futbolistas en Segunda B y Tercera con nivel de LFP

P: Verano de 2007 y recibes la llamada del Celta de Vigo, sin embargo, la mayor parte de la temporada la disputas con el filial en 2ªB. ¿Cuándo fichaste por el Celta sabías que este sería tu rol en la entidad celeste?

R: Sí sí, yo sabía que iba al Celta B. Había conocido al entrenador que había sido rival mío muchas veces porque era entrenador del Sporting. Después allí caigo en un equipo que tiene futbolistas de máximo nivel. Dani Abalo, Iago Aspas, Richy que posteriormente fue capitán del Girona, Sergio y Yoel de porteros que están en Primera División… Eran futbolistas de mucho nivel. Nos sale una buena temporada, me suben en marzo y a partir de ahí otros tres años en el primer equipo.

P: A partir de ese momento, tres temporadas más en el club vigués en las que te convertiste en pieza fundamental de aquel proyecto. Podríamos decir que fue el despegue definitivo a tu carrera deportiva…

R: Sí, porque al final estás en un club muy grande. Yo pasé toda mi época en el Celta en Segunda A, algo inhabitual porque era un equipo que venía de descender mientras jugaba la UEFA, y eso no es algo muy normal. Aquel Celta era un auténtico equipazo, lo que pasa es que subir en cualquier categoría es difícil. Fueron dos años y medio en Segunda A, pero con futbolistas muy muy muy grandes. Aun así, creo que me quedaba un paso y era haber jugado con el Celta en Primera División. Fui muy feliz en Vigo, me sentí muy querido y fue una pena no haber podido jugar con el Celta en la máxima categoría.

Uno de los últimos encuentros de Michu con la camiseta celeste | Fuente: ElDesmarque
Uno de los últimos encuentros de Michu con la camiseta celeste | Fuente: ElDesmarque

P: Como comentas, no todo fueron momentos de gloria por Balaídos. El penalti de Catalá en aquella ronda de penaltis en Los Cármenes acaba en las manos de Roberto y con él finalizan las opciones de ascenso. ¿Fue tu peor momento como jugador celtista?

R: Seguramente. Yo tuve la opción. Yo chutaba para ganar y fallé antes que David, y bueno, al final el sueño de Primera División estaba cerquita porque yo sabía que el Celta quería contar conmigo para el año siguiente, aunque no había jugado mucho ese año con Paco Herrera, pero al final, el fútbol es así (risas). Hay momentos y momentos, y al final mira, no creo que me haya salido mal a título personal pese a que no subir con el Celta es una espinita que tengo ahí clavada. Pero bueno, al final tuve la oportunidad de alcanzar la Primera División jugando en Vallecas y fue un año espectacular.

 

Me quedó la espinita de no poder ascender con el Celta a Primera

P: Un año en Vallecas y un año irrepetible. El momento de consagrarte en la élite del fútbol nacional anotando 15 tantos en liga, a tan sólo dos de Fernando Llorente, máximo goleador español esa temporada. ¿Qué cambió en Vallecas para que explotase esta faceta goleadora?

R: La culpa se la echo al entrenador. Me ponía a jugar todos los domingos, desde el primero hasta el último. Me perdí un partido nada más y fue por sanción creo recordar, y como te decía antes la confianza del entrenador va muy ligada al nivel del futbolista. Si te pone a jugar, te van bien las cosas y si tienes talento acabas explotando, y a mí en Vallecas me salió un año bastante bueno.

P: Pese a ello, no fue un año fácil para el club, logrando la salvación en el descuento de la última jornada.

R: No fue un año del todo fácil a nivel global, pero conseguimos el objetivo en el último segundo y fue un año muy muy bonito pese a que todo podía haber acabado con la vuelta del equipo a Segunda.

P: Pese a lograr la salvación y convertirte en ídolo del Rayismo, decides probar suerte en la liga inglesa, pero no en un equipo puntero en aquel momento, sino en el Swansea galés. ¿Qué te llevó a probar suerte en el fútbol inglés cuando te habías ganado un puesto privilegiado en 1ª?

R: Era un buen negocio tanto para el Rayo como para mí. Al final yo iba a trabajar allí con una figura en el mundo del fútbol como Michael Laudrup, entonces… (risas). Es una oportunidad que no puedes rechazar. El Rayo sacó con el traspaso una buena suma de dinero y fue una gran operación para todos.

P: El tiempo demuestra que tomaste la decisión correcta a base de goles y asistencias para los de Swansea. Victoria en la Carling Cup y uno de los máximos anotadores de la Premier. ¿Cuál fue la clave del éxito?

R: La misma confianza que tuve en Vallecas. Michael y yo nos entendíamos muy muy bien. Era un entrenador que a mí me gustaba muchísimo, dejaba mucha libertad al futbolista. Realizaba con nosotros posesiones, rondos… y era el mejor (risas). Yo me entendí siempre muy bien porque creo que hablamos el mismo idioma dentro del terreno de juego, él siempre confió en mí y bueno, me salió un muy buen año y le estoy bastante agradecido.

P: La llamada de la selección llega en octubre de 2013, al comienzo de tu segunda temporada como Jack. Llegaba el merecido reconocimiento a tu trabajo en anteriores campañas. No obstante, hay quien piensa que deberías haber sido seleccionado antes…

R: Llega cuando llega. La selección española en aquel momento era el mejor equipo del mundo, era campeona de Europa y del mundo y era muy difícil entrar, evidentemente. Tenían unos jugadores excepcionales que lo habían ganado todo y cambiar una pieza de ese bloque con el que le estaba yendo tan bien al seleccionador era complicado. Tuve la fortuna de ir en la convocatoria en la que se consiguió la clasificación para el Mundial de Brasil y fue una alegría bastante grande. Yo creo que es lo más importante que he conseguido en mi carrera. Haber podido jugar con el que era en ese momento el mejor equipo del mundo. Es un orgullo haber representado a mi país.

 

La llamada de la selección es el logro más importante de toda mi carrera

Michu en su debut y único partido disputado con la selección española absoluta | Fuente: Cristian Trujillo
Michu en su debut y único partido disputado con la selección española absoluta | Fuente: Cristian Trujillo

P: Y tras ello, empieza el capítulo más doloroso de tu carrera deportiva. Un esguince en el tobillo izquierdo en el derbi de Gales, y, cuando parecía que Michu volvería al máximo nivel, empiezan las molestias en el tobillo derecho. ¿Cómo afectó esto a nivel psicológico?

R: Bueno… El tobillo derecho no me paraba de doler y ya tenía alguna molestia a la hora de jugar. Sí que es cierto que me operé y recuperé, pero no encuentras otra vez tu máximo nivel y es algo muy frustrante jugar con molestias. Jugar con dolor está a la orden del día en el fútbol profesional y es difícil rendir. Tuve la mala fortuna de arrastrar la lesión todo lo que me quedó de carrera y era un poco frustrante.

P: Apenas volviste a jugar unos encuentros con el Swansea City y llega tu cesión al Napoli. ¿Cómo valoras el comportamiento del club galés en torno a tu lesión?

R: Estaré eternamente agradecido al Swansea. Es un club que siempre se portó muy bien conmigo y los llevó en el corazón para siempre. Ojalá nuestros caminos, de alguna manera se vuelvan a cruzar… No sé, me sentí muy querido y siento como que les debo algo todavía.

 

Siento que aún le debo algo al Swansea

P: ¿Y la etapa en Nápoles? En unas recientes declaraciones de Jonathan De Guzmán, con quien compartiste vestuario, comentaba que su paso por el club napoletano fue un calvario. ¿Te notaste desamparado en el proceso de recuperación de tu lesión?

R: No, no. En Nápoles la verdad que no pude rendir, apenas jugué y conmigo siempre se portaron bien. La mayor parte del proceso de recuperación lo pasé en Madrid, en una clínica en la que se volcaron para intentar recuperar el tobillo que me seguía molestando. La verdad es que no guardo ningún mal recuerdo. Nápoles es muy bonita y muy recomendable.

P: Dos años prácticamente en el dique seco y llega la gran sorpresa. En enero de 2016, Michu vuelve a España. Concretamente al Unión Popular de Langreo de 3ª división cuyo técnico era Hernán. ¿Lo veías como la manera de relanzar tu carrera o una forma de probar el tobillo y ayudar a tu hermano?

R: Yo empecé a entrenar desde pretemporada teniendo contrato con el Swansea. Me dejaron, me pusieron todas las facilidades y me sentí muy a gusto. Al final el fútbol es cuestión de sentirse querido en algún sitio y ahí estaba con mi hermano que entrenaba al equipo, los compañeros me acogieron como una familia al ser un club modesto y fíjate que ahí sigo. Para mí fue un orgullo muy grande defender los colores del Unión Popular de Langreo en Tercera división y la verdad es que también fue una temporada bastante feliz. Volví a disfrutar. No pudimos conseguir el ascenso que era el objetivo, pero creo que esa temporada sentó las bases para que el club esté ahora mismo en Segunda B.

 

He podido retirarme en el club de mis amores y estaré eternamente agradecido al Real Oviedo

P: Y así, llega el verano, y la vuelta al Tartiere habiendo tenido ofertas de clubes de mayor categoría. Admítelo, querías devolver al Oviedo a Primera.

R: Sí, sin duda. Eso es lo mejor que puedo sacar de mi carrera. Yo he podido retirarme donde me han visto crecer. He podido despedirme del club del que soy aficionado, del que soy hincha, el que considero mi club y al Oviedo eternamente agradecido también por haberme dado la oportunidad de aportar mi granito de arena para ver si se conseguía el ascenso a Primera División. También quiero agradecer al Grupo Carso y todos los que hicieron posible mi vuelta al club de mis amores.

P: ¿Cuando comenzaste aquel año lo planteaste como el de la despedida de los terrenos de juego?

R: No. No lo había pensado, pero al final las circunstancias hacen que no rindas como esperabas y bueno, hablando con los médicos me dijeron que lo más recomendable era no seguir jugando al fútbol porque el tobillo estaba destrozado y al final tomamos esa decisión.

 

 

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P: La depresión es un fantasma que en muchos casos lleva a dar por finalizada la trayectoria deportiva de un jugador. ¿Alguna vez acechó este fantasma a causa de la lesión?

R: No, depresión no, lo que pasa es que es frustrante. Yo siempre me he considerado una persona con la cabeza bien amueblada y siempre he tenido la fortuna de estar bastante bien aconsejado por mi familia y por mis amigos. En este caso, en el momento de la retirada también por los médicos y debo dar las gracias a Mikel Sánchez que es uno de los mejores médicos de este país. Entre todos decidimos que lo mejor para el tobillo, ya que espero que me quede una vida larga (risas), era poner punto y final a mi etapa en el fútbol profesional. Tomamos la decisión y no hay ningún problema, la vida sigue y gracias a dios puedo seguir ligado al fútbol.

P: Al concluir la campaña 2016/17, mediante un comunicado en las redes sociales dices adiós a tu etapa como futbolista. ¿Cuánto de orgullo, valor y garra hubo en aquella última temporada de Michu?

R: Pues todo. Fue lo que me inculcaron desde pequeño, lo que me enseñó esta ciudad que amo por encima de todas las cosas. Me dieron la oportunidad de intentarlo y creo que han podido salir mejor o peor las cosas durante todos los partidos y todos los entrenamientos que he disputado durante mi carrera, pero me iba con la conciencia tranquila todos los días a la cama porque sabía que estaba dando todo lo que tenía dentro, y yo creo que cuando se da todo lo que tienes dentro, no se puede pedir más. Pero en todos los aspectos de la vida, no sólo en el fútbol.

P: Dicen que es difícil quitar el mono del fútbol, y tu caso no parece una excepción. Esta misma temporada has comenzado a ayudar a tu hermano como director deportivo del Langreo. Ganzábal y el Tartiere están a un paso… ¿Te planteas acabar algún día en el banquillo carbayón?

R: Sí. Yo hablé con el club y estoy formándome. Tengo que terminar mi formación a nivel entrenador y tengo el máster en dirección deportiva. Con el club, con el Real Oviedo estoy permanentemente en contacto, conmigo se han portado muy bien y creo que es recíproco porque yo he ayudado siempre al club en la medida de lo posible. Y bueno, ¿por qué no? No sabes nunca lo que te va a deparar el futuro. Yo cuando termine de formarme hablaré con todo el mundo que quiera contar conmigo y seguramente, si dios quiere, el Real Oviedo y Michu se reencontrarán de nuevo.

 

¿Entrenar al Oviedo? Nunca sabes lo que te va a deparar el futuro

P: Y, para terminar. Cuéntanos el porqué de la boina en el derbi…

R: (Risas) Soy súper forofo de la serie Peaky Blinders, y quise hacer un guiño el día del derbi en el Tartiere.

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