Este artículo puede contener alguna incorrección temporal ya que fue publicado en 2018
El vetusto Stadio Renato Dall'Ara del Bologna es uno de tantos estadios italianos: también tiene un proyecto de reforma parado | Fuente: Beric Dondarrion, CC BY-SA 4.0 via Wikimedia Commons
El vetusto Stadio Renato Dall’Ara del Bologna es uno de tantos estadios italianos: también tiene un proyecto de reforma parado | Fuente: Beric Dondarrion, CC BY-SA 4.0 via Wikimedia Commons
LUCAS MÉNDEZ VEIGA

@LMendez8

El pasado julio los periódicos de Venezia abrían contando que, por fin, tendrían que dejar de ir a los canales anexos al Pierluigi Penzo para rescatar los balones caídos. El club presentaba un proyecto para mudarse de estadio, a tierra firme. Todo un éxito. Lo mismo que pensaron en Roma hace ya 2.516 días. Casi siete años de tiras y aflojas, de investigaciones y sospechas por corrupción. Y la AS Roma sigue en el Olímpico. Al igual que sigue en el Artemio Franchi, frío, inhóspito y desigual estadio, la ACF Fiorentina. Hablamos de un debate recurrente entre los clubes de medio mundo pero, especialmente en Italia. ¿En qué punto están los estadios italianos?

‘Famo ‘sto Stadio’ [‘Hagamos este estadio’]

Las cosas de palacio, van despacio. El refranero español nos ayuda a explicar una realidad que vive cualquier persona en casi cualquier contexto cuando debe cumplimentar un tema con las administraciones. La burocracia afecta también a los clubes de fútbol, inmersos de lleno en esta vorágine del fútbol moderno en el que se contabiliza cada céntimo que entra en las arcas como agua de mayo. Sin embargo, quienes hayan vivido lo que significa ese papeleo en Italia, también saben perfectamente de lo que hablo. Los ritmos del país transalpino son diferentes a casi los de cualquier lugar. Aquí, las cosas de palazzo, van muy despacio.

Algo así deben estar pensando prácticamente todas las dirigencias de la Serie A y B. Su misión: construir un nuevo estadio. Y cada quien libra su propia batalla en función del contexto que le ha tocado vivir. Pero más o menos con el mismo resultado. A finales de diciembre de 2018, a punto de entrar en un nuevo año, la media de edad de los estadios italianos figura más allá de los 63 años de vida. Y en este caso, no valen eufemismos. Algunos no siguen hechos ‘unos chavales’.

Hablamos con Antonio Cunazza, historiador, experto en estadios italianos y fundador de la web Archistadia, quien comenta que el impedimento más grande en Italia sigue siendo el económico. Pero no el único. “Todavía no hay grandes propietarios como en el extranjero que tengan una fuerza económica que les permita hacer de inmediato un estadio nuevo. Hay algún intento —Roma, Firenze o Cagliari— pero todo está ligado con la dificultad que hay en el diálogo con las ciudades y en el tema burocrático y urbanístico“, cuenta Cunazza. En este sentido, los ya de por sí tediosos tiempos de acción en el país se ven modificados e incrementados si hay cualquier cambio en las administraciones: “Hay tiempos muy largos cada vez que se hace cualquier pequeña modificación al proyecto. Esto crea grandes problemas, ayudado porque quizá cambien los alcaldes o las administraciones regionales y ciertos proyectos se quedan parados años”.

Gráfico de 2015 que muestra una tendencia que se mantiene en los estadios italianos: cada vez están más vacíos | Fuente: L'Ultimo Uomo
Gráfico de 2015 que muestra una tendencia que se mantiene en los estadios italianos: cada vez están más vacíos | Fuente: L’Ultimo Uomo

Cada vez más vacíos

Es una realidad de la que solo escapan -de las grandes- ligas comprometidas con sus aficionados. Dígase Premier y Bundesliga. Y ya. La realidad en ligas de primer nivel como la española o la italiana es bien diferente, empeñados en alejar de una forma u otra a los espectadores de los estadios. Las causas distan, en algunas cosas, de una liga a la otra. En España los horarios son más intempestivos, mientras que en Italia hay -o al menos así se manifiesta- menos queja en este sentido.

Cunazza, en este sentido, alega varias causas para este despoblamiento de las gradas italianas: “El problema de los precios seguramente sea el mayor, aunque no para todos los equipos. Si la afluencia es baja es por las costumbre de la gente. Hay personas que deciden emplear su tiempo y sobre todo su dinero en otras cosas. Los clubes deben volver a crear una fuerte unión con los fans y olvidarse de que van a ir al estadio simplemente porque son tifosi. Muchísima gente es de un equipo pero no va más que un par de veces al año al estadio y se debe mejorar infraestructuras pero también servicios“.

Sin embargo muchos de los aficionados que acuden a los sitios con precios más asumibles en los fondos de los estadios italianos, cuentan con una visibilidad mucho peor que en otras zonas. En la mayoría, la distancia, las pistas de atletismo y las vallas publicitarias dificultan el disfrute del encuentro. Y aquí es donde hablamos de incomodidad. Porque la mayor parte de los estadios no presentan las condiciones idóneas para que al aficionado simplemente se preocupe de animar. Uno de los datos que arroja la Rivista Undici en un reportaje sobre la actualidad de las infraestructuras futbolísticas en Italia es que solo 8 de 17 estadios de la élite (recordemos que algunos equipos comparten hogar) cuentan con cubierta total que resguarde a los aficionados.

Vista actual desde la curva del Artemio Franchi | Fuente: violanews.com
Vista actual desde la curva del Artemio Franchi | Fuente: violanews.com

De este modo, los datos que llegan de los espectadores que pueblan cada fin de semana las gradas italianas cada vez son peores, algo que también sucede, como decimos, en España. El gráfico anteriormente reflejado es del portal L’Ultimo Uomo y data de 2015, pero las cifras que nos siguen llegando hoy en día hablan de un agravante del problema. Por ejemplo, en la 2016/2017 los estadios de primer nivel alcanzaron una paupérrima media del 54% (Undici), lejísimos del casi 90% de los anfiteatros ingleses y teutones. Los datos que llegan de la campaña pasada hablan de una leve mejoría (63% según panorama.it) que evita una gran espantada.

Muchos grandes proyectos… en stand-by

Como decimos, la realidad del fútbol obliga de manera imparable a los equipos a renovar sus estadios. El clientelismo instaurado en el deporte rey no hace sino acrecentar una realidad que también debe achacarse a muchos desperfectos y deterioros que han ido sufriendo los estadios italianos con el paso de los años. Las incomodidades de transporte en grandes ciudades como Roma o Napoli solo echan ‘más leña al fuego’.

Recreación del nuevo estadio de la Roma, presentado en 2012 y aún hoy en espera | Fuente: AS Roma
Recreación del nuevo estadio de la Roma, presentado en 2012 y aún hoy en espera | Fuente: AS Roma

Haciendo un repaso por algunos de los casos que han salido a la palestra en los últimos tiempos, nos encontramos con el sangrante caso de Roma y su club giallorosso. El Stadio Olimpico, ese que comparte con su convecino laziale, no es que se haya quedado obsoleto, sino que un club con el crecimiento y la ambición de la Roma demanda un estadio en propiedad. “El camino de los nuevos estadios italianos por el momento es lento y complicado. El Stadio della Roma es un proyecto ambicioso pero ya modificado muchas veces. Ahora atraviesa un parón por algunos problemas con el empresario encargado de la construcción”, añade Antonio Cunazza. En 2012 se presentó el primer proyecto de un nuevo estadio al sur de la ciudad —el Olímpico se encuentra al norte— en una zona llamada Tor di Valle. Desde entonces han pasado dos papas, dos presidentes de la República, seis del Consiglio, dos alcaldes, tres técnicos del primer equipo y Francesco Totti ya no juega. Casi nada.

Clubes históricos como la Fiorentina o el Napoli siguen en un constante tira y afloja. Esto deriva en que a día de hoy unos siguen jugando en un estadio incómodo y otros en uno que literalmente se cae a trozos. “Florencia es otro caso interesante en el que se encuentra, por una parte, la voluntad de pensar en un nuevo estadio y, de la otra, la dificultad burocrática y la lentitud general para tomar decisiones definitvas y en poco tiempo”, comenta Cunazza. En el viejo e inseguro San Paolo, mal conectado con el centro de la ciudad partenopea, De Laurentiis le tiene la guerra declarada al ayuntamiento de la ciudad. De nuevo, la realidad dice que al Napoli le costará mucho dejar el actual estadio.

El Sardegna Arena iba a ser una realidad en 2020... los seguidores del Cagliari deberán seguir esperando | Fuente: Calcio y Finanzas
El Sardegna Arena iba a ser una realidad en 2020… los seguidores del Cagliari deberán seguir esperando | Fuente: Calcio y Finanzas

Otros clubes de la zona media-baja como el Atalanta, el Bologna, el Cagliari o el Empoli siguen a la espera. Proyectos europeos como el del equipo bergamasco de Gasperini pusieron en evidencia las limitaciones del Atleti Azzurri d’Italia y ya se busca la solución para que el club adquiera en propiedad el estadio y lo modifique. En Cagliari y en Bologna se presentaron proyectos de reformas ambiciosas.

Esta es la actualidad de las infraestructuras de primer nivel en un país como Italia. Son todo buenas palabras, buenas acciones pero, ¿y las realidades? A día de hoy, los estadios del país transalpino siguen quedando obsoletos e incómodos mientras la afluencia de público no deja de descender.

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