Craven Cottage, uno de los estadios más míticos, contó durante una época con una 'maldición' y una estatua del Rey del pop | Fuente: EL Loko, CC BY 4.0 <https://creativecommons.org/licenses/by/4.0>, via Wikimedia Commons
Craven Cottage, uno de los estadios más míticos, contó durante una época con una ‘maldición’ y una estatua del Rey del pop | Fuente: EL Loko, CC BY 4.0 <https://creativecommons.org/licenses/by/4.0>, via Wikimedia Commons
DIEGO GÓMEZ GARCÍA

@diegogomezgar

Un ascenso —acompañado de sus consecuentes descensos— consiguió que el Fulham rompiese el ‘maleficio’ de su anterior dueño, Al Fayed. Después de retirar la estatua de Michael Jackson que había custodiado los aledaños de Craven Cottage durante varias temporadas, el club más antiguo de Londres vagó cuatro años por la Championship antes de certificar su vuelta a la élite del fútbol británico.

Así, se puso fin a esa maldición que había comenzado en 2014, cuando descendieron. Entonces, el Fulham estaba en la élite y retiró la estatua de Michael Jackson de los alrededores del mítico estadio londinense. Poco después confirmaba su descenso a la segunda categoría del fútbol británico después de trece años consecutivos en la élite y los peores presagios.

Una estatua de Michael Jackson en el Cottage

Pero, antes de continuar, cabe preguntarse cómo llegó aquella estatua a las inmediaciones de uno de los estadios más míticos y menos modernizados del territorio british. ¿Es que acaso era Michael Jackson el aficionado más mediático del Fulham? ¡Pues no! Por no ser, el rey del pop no era ni un gran aficionado al fútbol en sí. Era, sin embargo, algo que quizá es más importante en estos tiempos de fútbol moderno: amigo del dueño.

El empresario egipcio no necesitó más que su buena relación con el cantante para que este visitase en alguna ocasión Craven Cottage. Y, de ahí, su decisión de edificar la estatua pocos años después de la muerte de Jackson. El caso es que en 2011, con el equipo peleando por cotas mayores en la Premier e incluso coqueteando con los títulos —en 2010 jugó la final de la Europa League contra el Atlético—, Al Fayed decidió plantificar la representación de su amigo para que custodiase el estadio más antiguo a orillas del Támesis.

El estadio del Fulham tuvo, durante años, una estatua de Michael Jackson en los aledaños de Craven Cottage | Fuente: Patche99z, CC BY-SA 3.0 <https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0>, via Wikimedia Commons
El estadio del Fulham tuvo, durante años, una estatua de Michael Jackson en los aledaños de Craven Cottage | Fuente: Patche99z, CC BY-SA 3.0 <https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0>, via Wikimedia Commons

Retirada y maldición

Sin embargo, nada en el fútbol es eterno. Al Fayed se marchó, el Fulham dejó atrás los tiempos de bonanza futbolística y la estatua se retiró. Durante la temporada 2013/2014, el club pasó a ser propiedad del hindú Sajid Khan y este, para enfado de Fayed, decidió que la estatua de Michael era una aberración estética. Y la retiró sin miramientos. Al final de la misma temporada, el conjunto aurinegro confirmó su descenso a la Championship.

Una vez consumada la pérdida de categoría por parte del Fulham, Al Fayed achacó la desgracia deportiva a la retirada de la estatua: “Esa estatua era un encanto y la suerte que traía para el club ha sido eliminada. Ahora tenemos que que pagar el precio”. El empresario, en sus declaraciones,fue contundente y, desde luego, superticioso.

Así, la ‘maldición’ que su antiguo dueño le ‘echó’ al Fulham se extendió durante cuatro años. En los dos primeros, el equipo londinense luchó incluso por no bajar a la League One, en el tercero disputó el playoff de ascenso sin éxito y, en el cuarto sí consiguió certificar su vuelta a la élite del fútbol inglés: la Premier League —para después volver a descender cual equipo ascensor—. Sin embargo, todo parece indicar que se acabó la maldición de Al Fayed y la estatua de Michael Jackson.

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