Este artículo puede contener alguna incorrección temporal ya que fue publicado en 2018

LUCAS MÉNDEZ VEIGA
Sassuolo, en el corazón de la histórica región italiana de Emilia-Romagna, es una pequeña ciudad de poco más de 40.000 habitantes. Nada que ver con grandes urbes como Roma, Milán o Turín. Sin embargo, en los últimos años, su club, la Unione Sportiva Sassuolo Calcio, compite con los más grandes. Un club con muy poca historia en la élite crece a pasos agigantados y, después de haber disputado la Europa League hace dos temporadas, ahora vive una auténtica revolución que le lleva a ser considerado el equipo de moda en Italia.
Bicis y fútbol ambulante
Mapei es una empresa de materiales para la construcción que hace años tuvo un famoso equipo de ciclismo en el pelotón de algunas de las mejores vueltas del mundo. Rodolfo Squinzi fundó la empresa allá por 1937 y, años más tarde, su hijo Giorgio decidió cambiar las contrarreloj y las etapas de montaña por el esférico. La jugada no le salió mal. De este modo, en 2002, la empresa compró el Sassuolo. “Invertíamos 15 millones al año en ciclismo y se había convertido en algo con demasiado riesgo“, alegó Squinzi. Hablamos de un club que hasta su llegada ni siquiera había pisado siquiera la Serie B, la segunda categoría. Un club que ha disputado solamente cinco campañas en Segunda y dos en la Serie C1 y en 2020 cumplió su centenario.
El ascenso meteórico de la mano de Mapei permitió al club crecer en todos los estamentos y eso en una ciudad con escasa infraestructura como Sassuolo no era posible. Hasta tres estadios ha tenido el club desde su creación. Siempre itinerante, el club neroverdi paseó sus colores primero en el pequeño Enzo Ricci de la misma ciudad, después jugó a préstamo en el Alberto Braglia de Módena y, por último, con el ascenso a 2ª Division en 2013 se mudaron definitivamente a Reggio Emilia, una ciudad a cuatro horas en coche. Allí les acogería el Stadio Città del Tricolore, comprado ese mismo año también por la empresa constructora para pasar a denominarse MAPEI Stadium – Città del Tricolore.

Eusebio di Francesco, el artífice
En menos de una década en la élite, el caso del equipo tricolore es especial. En este breve espacio de tiempo el Sasòl -dicho así en dialecto romagnolo- ha vivido todas las caras de la moneda hasta verse en la situación actual: como un equipo de zona media de la tabla, con las ideas claras y un futuro prometedor. El que sentó las bases de este equipo no fue otro que el ahora técnico de la AS Roma, Eusebio di Francesco. La saga Di Francesco con el fútbol viene desde el abuelo, Federico, y hoy tras Eusebio como entrenador del club es el mediano de la familia, Federico hijo, quien se desempeña en el césped.
Volviendo al técnico, Eusebio tuvo una discreta pero exitosa carrera ya como jugador. Histórico del Empoli, pasó también por las filas de la AS Roma donde compartió éxitos con Montella, Totti o Batistuta en el Scudetto del 2001. Allí aprendió de Capello, aunque su ideario bebe más de hombres como Zdenêk Zeman, del que se confiesa admirador, y al que el destino le ha unido en varias ocasiones.
Como propulsor de ese fútbol de ataque, Di Francesco es más de atacar que de protegerse. Influenciado por ese fútbol total holandés, suele proponer en sus equipos un 4-3-3 con marcajes zonales y siempre con presión alta, algo que le ha acarreado encajar muchos goles y alguna que otra crítica por la rigidez del sistema de juego.
Pero en Sassuolo consiguió imponer su ideario aunque no sin dudas de por medio, todo sea dicho. No habrá sido el primer técnico -ni será el último- que es cesado en medio de una temporada y vuelto a llamar al cabo de unas semanas. Es algo más común de lo que podría parecer en Italia y es algo que le tocó al bueno de Eusebio en la Emilia-Romagna.
Al final, los resultados llegarían de forma paulatina: primero una agónica salvación, después mitad de tabla y en la 15/16, Europa. De la mano de jugadores de la calidad de Defrel, Berardi, Politano, Missiroli, Acerbi o Paolo Cannavaro —hermano del Balón de Oro Fabio—, Di Francesco consiguió poner en el mapa calcistico al equipo humilde.
Gestión deportiva impecable: el presente y el futuro
Tras la marcha del técnico pescaresi a la Roma, el Sassuolo siguió adelante. En todos sus años en la élite, los neroverdi han sido ejemplo de gestión deportiva y económica a los mandos de su presidente, Carlo Rossi. En la interminable nómina de jugadores italianos, casi todos con un prospecto joven y con margen de mejora, el club ha ido añadiendo piezas peinando el mercado internacional hasta completar plantillas equilibradas que permitan obtener holgadamente el objetivo, que no es otro que mantenerse año a año entre los mejores.
Además de eso, en el seno del club romañol gusta el fútbol atractivo. Tras Di Francesco, la pasada campaña sufrieron de más con técnicos que no acabaron de gustar como Bucchi —dirigiendo en las primeras catorce jornadas— y Giuseppe Iachini, quien dejó al equipo con 43 puntos pero una sensación de fútbol rácano.
Fue ahí donde la dirigencia volvió a apostar por ese fútbol atrevido, combinativo. Volver a la esencia que tantos éxitos les había reportado. Y parecen no haberse equivocado. Roberto de Zerbi es uno de los técnicos italianos con mejores referencias. No obstante, el propio Maurizio Sarri le valoró en una entrevista al Corriere dello Sport el pasado domingo 14 como “un Sarri con más coraje que cuando Sarri tenía 40 años“. “A su edad no tiene miedo, las ideas al poder. Sinceras felicidades, en muchas cosas me veo a mí mismo hace veinte años pero él lo está haciendo ahora“, valoró el afamado técnico napoletano.
Se han ido jugadores vitales para el proyecto, pero el equipo ha mantenido su filosofía. Tras el adiós de Paolo Cannavaro, toda una institución, se fue Acerbi dirección a la Lazio, además de Politano al propio Inter, Defrel a la Sampdoria previo paso por la Roma o el veterano Missiroli a la SPAL. Sin embargo, parece que el club ha vuelto a acertar con sus contrataciones.
Por detrás, un talentoso trequartista como Manuel Locatelli —con poco más de ¡20 años!— además de Bourabia y otros viejos conocidos como Duncan o Pol Lirola y veteranos como el meta Consigli, el defensor Peluso o el infatigable delantero Matri. En la banca, hombres importantes como Jeremy Boga —ex jugador del Granada y canterano del Chelsea de 21 años— además de Babacar, sensacional delantero ex Fiorentina, o Filip Đuričić.

No todo es gran gestión en fichajes, ya que el equipo también ha sacado gran rédito de sus mejores hombres. 16 millones por Vrsaljko, 13 por Sansone o 18 por Zaza al Torino son algunos ejemplos de la gran gestión en los despachos que se ve reflejada en el campo. Quién sabe si con De Zerbi el conjunto tricolore repetirá sueño europeo. Lo que si sabemos es que el Sassuolo es hoy un conjunto del presente ‘construido’ para el futuro.