Plantilla con la que la Associazione Calcio Torino levantó su último Scudetto en 1976 | Fuente: Unknown author, Public domain, via Wikimedia Commons
Plantilla con la que la Associazione Calcio Torino levantó su último Scudetto en 1976 | Fuente: Unknown author, Public domain, via Wikimedia Commons
LUCAS MÉNDEZ VEIGA

@LMendez8

Los años 70 fueron un período convulso social e institucionalmente en Italia. Los gobiernos se sucedían, algunos cada pocas semanas, y la lucha social en las calles del país desembocó en una oleada de atentados y violencia. Aldo Moro fue una de las históricas figuras políticas de ese período. Un 16 de marzo era raptado por las Brigadas Rojas. Dos meses después, en mayo, su cuerp era encontrado sin vida. Ese mismo mes, en el norte, el Torino celebraba su último Scudetto.

Anni di piombo

En el mismo marzo que Moro fue secuestrado había presentado su dimisión. Finalizaba así su cuarto gobierno, uno de los cinco que tendría esa legislatura. 31 gobiernos en 30 años de república. Esto viene a hablar del clima de tensión social y política que vivía el país, que se echó a la calle. En las calles, las manifestaciones toman un cariz violento por las continuas cargas policiales. Detenciones como las de los militantes de las Brigadas Rojas Nadia Mantovani y Renato Curcio, además de asesinatos como los de Pier Paolo Pasolini y Pietro Bruno —de 18 años y miembro de Lucha Continua— en una manifestación por la liberación de Angola solo hicieron agravar la situación.

Poniéndonos en contexto, en Italia la mejora de la calidad de vida era perceptible. El analfabetismo había descendido y por primera vez se hablaba de una lengua acogida por su población, desde Sicilia hasta los confines de los Alpes. Crece de este modo el interés por los deportes y los eventos nacionales, reafirmados bajo el orgullo por los símbolos del país tricolor. Olimpiadas, Mundiales y demás eventos deportivos eran una exaltación de clamor patrio.

Sin embargo, todo se tuerce en los 70. El 12 de diciembre del 69 se suceden cinco atentados en 53 minutos. El más grave fue conocido como el ‘Atentado de Piazza Fontana’ en Milán. Ante esa masacre el intelectual Pasolini escribió en noviembre del 74 un artículo en Il Corriere della Sera afirmando que conocía a los autores de los atentados. Meses más tarde, en noviembre del 75, era encontrado muerto cerca de Ostia, en el litoral romano. No será el primer caso sin cerrar de una época sangrienta.

Un país en lucha: el secuestro de Aldo Moro

Aldo Moro, histórico dirigente italiano | Fuente: Public domain via Wikimedia Commons
Aldo Moro, histórico dirigente italiano | Fuente: Public domain via Wikimedia Commons

La creciente economía en Italia dio paso a uno de los períodos políticamente más turbios del país transalpino. Hablamos de los años 70 en los que nuevos extractos sociales acabaron con la sociedad saliendo a la calle en favor de sus derechos. Estudiantes y trabajadores reivindicaron, en el llamado autunno caldo de finales de los 60, las mejoras salariales que un país con un crecimiento enorme en materia cultural y social demandaba. Fue el preludio de una época oscura.

La política italiana se veía monopolizada por la izquierda. El auge del Partito Comunista (PCI) y el ideario de Enrico Berlinguer, llamado Compromesso Storico, permitieron que el líder de la Democracia Cristiana, el político Aldo Moro, acogiese la idea de aliarse en favor de conseguir la paz en un país convulsionado y desorganizado. No se sabe si por táctica o por convencimiento, pero el dirigente italiano estaba dispuesto a experimentar su aplicación en favor de conseguir la paz en el tumulto que eran las calles italianas.

El 16 de marzo del 78, Moro se disponía a acudir a una sesión plenaria en la que se pondría en marcha el Compromesso Storico y el gobierno de Andreotti con el apoyo de los comunistas. En el cruce de las vías Mario Fani y Stressa en Roma un comando de las Brigate Rosse —Brigadas Roja—grupo de lucha armada que derivó en agrupación terrorista, secuestró al dirigente y acribilló a disparos a su chofer y a sus guardaespaldas.

Tras un cautiverio de 55 días, el 9 de mayo el cuerpo de Aldo Moro era encontrado sin vida en un Renault 4 rojo en la via Caetani, un lugar estratégico entre las sedes del Partido Comunista y la Democracia Cristiana. Ambos se habían negado a negociar con los secuestradores y habían menospreciado la acción bélica de la agrupación.

Este episodio todavía encierra muchos misterios. Estos últimos años, el Congreso italiano ha seguido manteniendo abierto el caso para esclarecer ciertos aspectos que no parecen resueltos. Junto al asesinato de Pasolini, es uno más de esos ‘misterios italianos’. En el país que inventó a Pinocho, hay cosas que parece que nunca se sabrá si son verdad o mentira.

El último Scudetto del Toro

En medio de este clima convulso, el balón seguía rodando. Pero no sin sus propias ‘luchas armadas’. El Torino, con Gigi Radice como técnico, consiguió imponer su juego tras un inicio dubitativo. Guiados en el terreno de juego por Francesco Graziani y Paolino Pulici —I gemelli del gol, ‘Los gemelos del gol’—, los granata fueron directos hacia la cima para lograr hacer historia.

Ni el Inter de Bonisegna, ni la Lazio de Chinaglia ni sus hoy todopoderosos vecinos de la Juventus pudieron frenar el avance del Toro. Contra el conjunto bianconero se vivieron duelos históricos. El de vuelta en el Stadio Comunale (hoy campo de juego exclusivamente del Torino) se jugó un 28 de marzo de 1976.

Finalizó tras el tiempo reglamentario 1:2 para los granata pero finalmente fue anulado por un juez deportivo. Se decretó un 0:2 para el Torino tras el lanzamiento de petardos contra el guardameta Castellini —que hasta esta temporada de Sirigu mantenía el récord de imbatibilidad—.

En medio de todos los conflictos en las calles, los de Radice consiguieron poner tierra de por medio con sus convecinos, una escuadra poderosa, y derrotar de paso a veintisiete años sin levantar un Scudetto en granate. Se llevaron el trofeo siete semanas después de aquel encuentro, algo que no ocurría desde que Superga borrase del mapa a aquel superequipo. Y más, después de que en 1967 la desgracia se volviese a cebar con los mismos. Ese año moría embestido por un coche en el Corso Re Umberto de la capital piamontesa la leyenda Gigi Meroni. Otro mazazo más para una escuadra acostumbrada a rehacerse.

En plena crisis política en marzo del 76 se jugó un derby de Turín. La victoria del Toro en el 'Derby a mano armada' acabaría por coronar el sueño | Fuente: Ebay
En plena crisis política en marzo del 76 se jugó un derby de Turín. La victoria del Toro en el ‘Derby a mano armada’ acabaría por coronar el sueño | Fuente: Ebay

En un ‘Derby a mano armada’, tal y como recogió la histórica portada de la revista Guerin Sportivo, y en medio del caos político y social de una Italia convulsionada por los asesinatos y las revueltas, el Torino reinó por última vez.

También te puede interesar… Ticozzelli y la ‘Maglia Nera’

¿Te ha gustado? Nos ayudaría mucho que lo compartieras