Dybala junto al presidente Zamparini en su etapa como jugador rosanero | Fuente: Giornale di Sicilia
Dybala junto al presidente Zamparini en su etapa como jugador rosanero | Fuente: Giornale di Sicilia
LUCAS MÉNDEZ VEIGA

@LMendez8

El US Città di Palermo es uno de esos clubes que se le vienen a uno a la mente cuando piensa en esa Serie A de principios de década. Jugadores de la talla de Pastore, Cavani, Dybala o Belotti vistieron la rosa del equipo siciliano. Todos ellos han ido de la mano de un carismático presidente que les devolvió a la élite a comienzos de siglo y hace poco decidió dejar el club: Maurizio Zamparini.

La historia tras unos colores

A pesar de que hoy en día asociemos indiscutiblemente al equipo de Palermo con el color rosa, no siempre fue así. A decir verdad, han vestido hasta cuatro colores diferentes en la maglia siciliana: blaugrana, rosa, blanquiazul y una un tanto peculiar a franjas rojas y amarillas. Quédense con esta última combinación, más adelante explicaremos el porqué. Pero, como cuenta la leyenda, prevaleció el color pastel gracias a la imaginativa idea de un directivo, Giuseppe Airoldi.

[…] Vuestros resultados son variables como un reloj suizo. Cuando perdéis podéis beber siempre un amargo como el color negro, mientras que el rosa lo podéis saborear en los licores dulces…

De este modo, la zamarra pasaba a ser definitivamente en rosanera, convirtiéndose en todo un icono en Italia, aunque no siempre fue a gusto de todos. Durante una época, aquella entre los años 1936 y 1942, el dictador Benito Mussolini decidió que aquella curiosa camiseta era una aberración para sus ojos. No muy contento con combinaciones de colores ‘extravagantes’, obligó a los palermitani a guardar sus camisetas en el cajón y pasar a vestir con los colores rojo y amarillo, en homenaje a los colores de Sicilia y de la propia ciudad.

El póker de 'jugones' que jugaron con la zamarra rosa | Fuente: Scoopnest
El póker de ‘jugones’ que jugaron con la zamarra rosa | Fuente: Scoopnest

Aquella obsesión del dictador con los colores tan característico del Palermo, por suerte para todos, tuvo fecha de caducidad. En 2007 —con motivo del centenario del uso de estos colores— la zamarra rosa entró en el top 50 de camisetas más bonitas elaborado por el periódico britanico The Times.

Zamparini y los entrenadores, una relación complicada

En la década de los 90, España convivió con una serie de presidentes y dirigentes que convirtieron al fútbol en un circo mediático. Jesús Gil, Lendoiro, Caneda, Lopera, Ruíz Mateos o Gaspar fueron algunos de esos personajes con los que las aficiones españolas tuvieron que lidiar durante tiempo. En Italia, sin embargo, siguen poblando los palcos muchos de esos dirigentes con un perfil poco distantes de aquellos que daban la nota en los palcos de La Liga.

Entre los más míticos de una larga lista podríamos enumerar a Silvio Berlusconi —quien recientemente adquirió el Monza y ‘prohibió’ jugadores tatuados y con barba—, Massimo Ferrero, presidente de la Sampdoria -pero como si fuese un tifoso más- o el mandamás del Napoli, De Laurentiis. Aquí también entra en juego Maurizio Zamparini, todo un personaje al frente del Palermo. Lo cierto es que, a orillas del mar Tirreno, no mucho podrán achacarle al presidente que les devolvió en 2004, y después de tres décadas, a la Serie A.

Lo curioso de su dirigencia fueron sus grandes salidas de tono en las que atizaba a todo cuanto se interfiriese en su camino. Ni sus rivales, ni los árbitros ni toda la prole de talentosos futbolistas que reclutó bajo su mandato estuvieron a salvo de la crítica del lenguaraz dirigente. Pero sin ningún tipo de duda, los que más sufrieron su ira fueron los entrenadores. Si ya de por sí tienen un puesto complicado, bajo la atenta mirada de Zamparini desde el palco, lo era todavía más.

El banquillo del Renzo Barbera vivió bajo el mandato del directivo cuarenta mudanzas de técnicos. Los inquilinos fueron agotando pronto con la escasa paciencia del presidente. Schelotto, Stefano Pioli o Genaro Gattuso se lanzaron a la aventura con los rosaneri sin contar con que al mandamás no le temblaría el pulso si las cosas no iban bien.

El estadio Renzo Barbera es un gran recinto acostumbrado a grandes citas. Hoy el Palermo vaga por las divisiones inferiores del calcio | Fuente: Estevoaei, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons
El estadio Renzo Barbera es un gran recinto acostumbrado a grandes citas. Hoy el Palermo vaga por las divisiones inferiores del calcio | Fuente:
Estevoaei, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons

Con una actitud de casi tirano, llegó a fichar, despedir y volver a contratar al mismo entrenador más de una vez y casi todos en las mismas campañas. Fue el caso de entrenadores de la talla de Gian Piero Gasperini o Delio Rossi —en dos ocasiones—, Giuseppe Iachini o Davide Ballardini —llamados tres veces— o Francesco Guidolin que pasó cuatro etapas.

La última de sus excentricidades la vivieron Bruno Tedino y Roberto Stellone. El primero fue contratado en verano de 2017 para comenzar dicha campaña al frente de la squadra. Dirigió al equipo durante 38 jornadas de la Serie B, hasta que Zamparini decidió relevarle en el final de campaña —desde la jornada 39 a la 42 más el playoff de ascenso— por Stellone.

La locura del dirigente friulano hizo que este no comenzase la siguiente campaña para contratar, de nuevo, a Tedino. Solo le mantuvo las cinco primeras jornadas de la presente campaña y levantó otra vez el teléfono en busca de técnico. Adivinen a quién llamó… Roberto Stellone. Una auténtica locura solo al alcance del bueno de Maurizio.

El fin de una etapa

Hace escasas semanas, el dirigente del Palermo anunciaba que se acababa. Que vendía su paquete accionarial y dejaba la presidencia del club. Así de dolido se mostraba en el periódico Palermo Today tras dar a conocer que vendía su parte del club a una empresa desconocida, simplemente anunciando pequeños detalles de la misma su sede, Londres, y que cotiza en la Bolsa de Nueva York.

El Palermo no olvidará sus salidas de tono y sus bailes de entrenadores pero tampoco que consiguiese colocar a las águilas en lo más alto del panorama calcistico italiano. Vean si no, el once que hubiese tenido el Palermo de haber podido conservar a todas esas estrellas. Imagino que conocerán a algunas. Así fue La vie en rose de Maurizio Zamparini.

Hipotético once con los jugadores de renombre que vistieron la rosa del Palermo bajo el mandato de Zamparini | Fuente: La Gazzetta dello Sport
Hipotético once con los jugadores de renombre que vistieron la rosa del Palermo bajo el mandato de Zamparini | Fuente: La Gazzetta dello Sport

 

Salgo de una pesadilla. Os llevé a lo más alto y me habéis enfangado. He recibido muchos insultos y no me lo merecía. Os dejo primeros en la tabla y en buenas manos: consideradlo mi último regalo

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