DIEGO TOMÉ CAMOIRA
La M.O.D.A son ‘Héroes del Sábado’, y pese a que cada fin de semana deleiten a miles y miles de personas, su terreno de juego no es el Santiago Bernabéu o el Camp Nou, aunque, quien sabe en un futuro próximo. El WiZink Center ya lo han abarrotado, y no para jugar al baloncesto. Los triples nacen de las cuerdas de sus banjos, mandolinas y acordeones, con los que se han hecho un hueco en las salas y festivales musicales más prestigiosos de la geografía española.
Hablamos de La Maravillosa Orquesta del Alcohol, la banda burgalesa más conocida por su acrónimo, quienes, tras 8 años de ‘Gasolina y Alcohol’ a sus espaldas, han conseguido encontrar su sitio en la industria musical nacional. David Ruiz, vocalista y compositor de la banda, responde a la llamada de Mundo Esférico para charlar sobre su trayectoria, el panorama musical actual y, por supuesto, fútbol.
Pregunta: Nos remontamos a los comienzos de La Maravillosa Orquesta del Alcohol, concretamente al año 2011, momento en el que surge el septeto burgalés. Sin embargo, la vocación por la música de David nace mucho antes ¿no es así?
Respuesta: Realmente yo creo que la vocación de casi todos los del grupo nació antes. Todos hemos estado cerca de la música de una u otra forma. O estudiando en conservatorio, gente que ha aprendido en su casa tocando… Y fue a raíz del año 2010 cuando empezamos a juntarnos un poco y a sembrar la semilla de lo que a día de hoy es La M.O.D.A.
P: Ocho años desde entonces. Para algunos puede parecer muy poco tiempo, y más si lo comparamos con el fútbol, donde puede suponer toda una trayectoria. No obstante, en lo que respecta al ámbito musical no lo es tanto ¿En qué momento visteis que sería posible vivir de la música?
R: Tampoco lo tenemos claro, no lo vimos en un momento concreto ¿sabes? No era nuestro objetivo cuando nos juntamos y empezamos a hacer canciones. Además, es algo que ha ido llegando de boca en boca, del curro de cada día, de dejarnos la piel en esto y hacer muchos bolos y conciertos. Y ya te digo, realmente no sabemos cuándo dijimos exactamente “buah, ya podemos vivir de esto”, no lo íbamos mirando.
P: Internet se ha convertido en un arma muy importante a la hora de descubrir nuevos talentos. En vuestro caso tuvo una gran importancia, pero a la vez es algo que parece ser difícil de comprender por las grandes multinacionales que se mueven en los circuitos tradicionales.
R: Bueno, las grandes multinacionales yo creo que ya están muy bien con internet, porque ya han fichado a gente que les da dinero por las producciones, ya tienen a sus artistas… Se han rehecho. Yo diría que se han rehecho gracias a internet, ya que hubo un momento en el que se quedaron con un pie en el precipicio; cuando se dejaron de comprar discos y dejaron de forrarse con los álbumes que vendían. Pasaron unos años que parecían que se los iban a comer con la piratería, pero al final han entrado en razón y ya tienen artistas para facturar mucho dinero. La mayoría de gente que tiene un número relevante de visitas en internet está en una discográfica multinacional, entonces vuelven a tener otra vez la pasta. Nosotros creemos que internet está bien, porque permite a mucha gente subir su música y compartirla, permite a mucha gente acceder a los discos de otras personas… Que ojo, todo tiene su lado bueno y su lado malo, pero en este caso nosotros creemos que ha sido muy importante para que grupos como el nuestro o muchos otros puedan llegar a oídos de mucha gente.
P: David vuelve de Dublín en el año 2011 con un banjo y una mandolina bajo el brazo, algo que, a priori, parece difícil de entender en una escena musical como la burgalesa, donde el folk y los ritmos americanos no están a la orden del día ¿Costó abrirse un hueco?
R: David no estaba tampoco muy metido en la música. A mí siempre me ha gustado y he escuchado discos, pero tampoco estaba dentro de la industria. Fue una cosa de que vas escuchando grupos de tu ciudad, también los de fuera gracias a internet como te decía antes, descubres cosas nuevas… Y nosotros nos conocíamos y teníamos un gusto musical parecido. Escuchábamos grupos con raíces americanas como Chuck Ragan y para nosotros no era raro lo del banjo, la mandolina o el acordeón porque algunos de nosotros habíamos estudiado eso en el conservatorio u en casa. Yo estuve en Dublín tocando en la calle al tiempo que vivía allí, volví a casa y empezamos a juntarnos con ese grupo de gente que te decía y ya vino todo un poco, como te decía, de forma natural.
P: Vivimos una contradicción en la música actual, donde, al tiempo que la fusión entre géneros por parte de diferentes bandas y artistas están a la orden del día, el ansia por encuadrar cualquier tipo de representación musical en una determinada escena parece creciente. En vuestro caso, parece que la catalogación como indies os acompaña ¿Cómo os sentís en torno a ello?
R: Nosotros estamos, en todo caso, en contra de cualquier etiqueta. No nos interesan mucho ni nos gustan. Intentamos eso, que no nos encasillen ni ser fáciles de poner en un cajón. En cualquier caso, no nos identificamos con el término indie… (piensa) aunque realmente somos una banda independiente, porque no estamos con ninguna discográfica. Pero yo creo que ese término se ha desvirtuado y ahora se utiliza para referirse a un estilo musical y un tipo de circuito en concreto en el que nosotros no encajamos. No tenemos nada en contra ni a favor. Creemos que cada uno tiene que hacer la música que le dé la gana y nosotros vamos a lo nuestro, tocamos en festivales indies, en festivales de rock, de punk… en festivales para todas las edades y públicos. Tenemos la suerte de poder tocar en el Viña Rock, en el Arenal Sound, en el Sonorama, en el BBK etcétera y no nos cerramos a estar solo en un estilo, porque realmente sentimos eso, que no terminamos de encajar del todo en ninguna escena en concreto, pero eso creemos que está bien también, porque nos obliga a estar un poco atentos y a no acomodarnos.
“Píntalo todo de negro cuando busques una luz
Restos de clavos ardiendo, interminable cielo azul.
Marineros del destierro, no dejéis de navegar…
Por los que se fueron, pero están”
Nubes Negras – La M.O.D.A
Simple y conciso, con apenas cuatro estrofas arrancan los conciertos de la banda. La misma tranquilidad y serenidad con la que arranca este tema de los burgaleses es con la que se muestra David en toda la entrevista, propias de quien es consciente de a dónde ha llegado, pero lo afronta con normalidad. En La M.O.D.A nunca se plantearon cuándo comenzaron a vivir de la música, a la vez que rechazan todo tipo de etiquetas por la capacidad que tienen las mismas de encasillarles. Tan sólo pretenden aprender y seguir siendo unos afortunados de poder vivir de lo que más les gusta.
P: De abriros hueco en el Sonorama Ribera 2014 a llenar el WiZink Center en diciembre de 2018. Y todo ello, como decís en ‘Héroes del Sábado’, sin olvidar de dónde viene La M.O.D.A.
R: Es que no ha venido de cero. No ha venido de tocar en el Sonorama y que fuese muy bien. Ha venido desde 2011, de ensayar todos los días, hacer muchos bolos, ir a muchos sitios, dar mucha guerra y no parar de componer y de tocar porque teníamos esa ilusión y esas ganas. Luego sí que es verdad que ha habido festivales, como el BBK Live en 2014 que han cambiado un poco bajo nuestra perspectiva nuestra manera de ver hasta qué punto habíamos llegado a un público fuera de nuestra ciudad, algo de lo que no éramos muy conscientes, pero en realidad todo lo que hemos conseguido viene del boca a boca y el trabajo del día a día.
P: Llenáis el WiZink y al mismo tiempo seguís realizando conciertos en acústico y bolos en pequeñas salas ¿Dónde se sienten más cómodos los integrantes de La M.O.D.A?
R: En cualquier escenario. Hemos tocado en festivales, en salas y en la calle, y cada sitio tiene su punto y cada lugar su magia. Nosotros lo que queremos es que la gente venga a escucharnos y que lo que escuche signifique algo para ellos, nos da igual donde sea, pero creo que para ver a un grupo los festivales te permiten tocar delante de gente que no te conoce, al mismo tiempo que miles de personas cantan tus letras y las salas te permiten hacer un repertorio más largo con una mejor acústica. En La M.O.D.A creemos que debe haber un equilibrio, que debe haber música todo el año, no sólo en verano y que tenemos que intentar no descuidar los bares pequeños y las salas porque ahí es donde empiezan los grupos a curtirse; no hay ningún festival que apueste por una banda que empieza y les ponga en una buena hora, no; tocan a las tres de la tarde en un festival pequeño… por lo tanto hay que pensar que los grupos grandes de mañana pueden ser grupos noveles que están tocando hoy en una sala pequeña delante de 20 personas. Hay que apoyar eso.
P: Creces en el Burgos de los años 90, años en los que la influencia de los cantautores en castellano aún estaba muy presente. De hecho, en parte de vuestras canciones hay referencias a los mismos ¿David, creces con estas influencias musicales por parte de tu familia?
R: Pues la verdad es que no. Nunca he escuchado mucha música tradicional castellana en casa. Yo diría que mi mayor influencia viene por mi primo mayor que me ponía discos de música americana, como Propagandhi, Bad Religion, NOFX, Pennywise… todos esos grupos de punk rock americanos. De ahí yo con 13 años fui escuchando otras cositas, escuchando otros estilos y todavía lo sigo haciendo a día de hoy. Luego en La M.O.D.A también entramos en el country, descubrimos muchas bandas de prácticamente cualquier estilo; reggae, me gusta el rap, intentamos a día de hoy aprender de música electrónica, tratamos de escuchar música africana… Vas a un festival como La Mar de Músicas en Cartagena y descubres un grupo de música africana que alucina, de música de Mali, te pones a buscar, a investigar gracias a internet… Estamos tanto yo, como el resto de miembros de la banda empapándonos todo el rato.
“Lo vemos, como siempre decimos, como un equipo de chavales que ha empezado jugando al fútbol en el campo de tierra y que no quieren que ahora venga ningún entrenador ni ningún directivo a decirles cómo tienen que hacer las cosas”. De esta forma relata el propio David para el documental sobre La M.O.D.A de Playzound, el programa musical de RTVE.es, cómo el septeto, alejados de las grandes multinacionales, apuesta por la autogestión como modelo de negocio de la banda.
Un símil futbolístico que, en buena medida, tiene mucho que ver con la manera de concebir el balompié de David como un deporte donde el débil —en ocasiones— puede plantar cara al poderoso, como él mismo pudo comprobar en las gélidas gradas de El Plantío a lo largo de su tierna infancia y adolescencia.
P: Un Burgos que, en esta década, y pasando al plano futbolístico, cuenta con un conjunto como el Real Burgos en Primera División, un Burgos CF refundado y que a comienzos de los años 2000 llega a la división de plata de nuestro fútbol, así como un estadio tan particular dentro de la geografía española como El Plantío. ¿David, cómo influye en tu educación futbolística?
R: Sí que me acuerdo que el primer partido que vi fue allí, en El Plantío en el año 94 creo, contra el Deportivo, me quiere sonar que fue la temporada 92/93 que empatamos 0-0 y con el frío típico de Burgos y de ese estadio en particular que es un congelador (risas). Luego me desenganché un poco hasta que empezaron a ir amigos míos. Con 12, 13 años creo que nos hicimos socios… Por ahí hasta que el Burgos CF subió a Segunda, después del descenso administrativo del Real Burgos unos cuantos nos desenganchamos. Actualmente sí que he ido bastante, en Tercera y Segunda B pero no es lo mismo que cuando éramos pequeños, está claro.
P: Por cuestión de descensos administrativos y malas gestiones, el fútbol en Burgos ha quedado en un segundo plano y relegado a divisiones inferiores del balompié nacional, un caso más donde el fútbol moderno afecta a clubes históricos ¿Crees que este deporte vive una deriva mercantilista?
R: La realidad es que ya no sigo el fútbol como lo seguía antes. Sí que tengo que decir que hay muchas diferencias entre los poderosos y los demás y que, probablemente a través de un reparto más equitativo de derechos, como ocurre con la Premier League como ejemplo más claro. También hay gente que habla de que pueda haber una competición de filiales aparte, para que sea más justo. Me gusta también el nuevo formato de la Copa del Rey, donde los encuentros se disputarán a partido único y en casa del rival más pequeño. Son asuntos que podrían hacer que toda la gente apoyara al equipo de su ciudad, en vez de tener una liga tan masificada, tan controlada por dos equipos y otros dos o tres que, un escalón por debajo intentan apretarles las tuercas… En Inglaterra da gusto porque cada uno sigue al equipo de su barrio, de su ciudad y sería interesante poder conseguir eso en el fútbol español.
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P: En uno de los temas más reconocibles de La M.O.D.A, ‘Nómadas’, hablabais de “Cuando vamos a parar”, algo que, tanto en la música con bolos y conciertos prácticamente a diario, como en el fútbol, con partidos cada dos días, parece estar muy interrelacionado ¿Para David Ruiz estamos inmersos en una cultura de la inmediatez?
R: El fútbol y la música, en este sentido, son un reflejo de la sociedad. Estamos en una cultura de consumo rápido. La misma que hay en la cocina, en el cine o en las relaciones, incluso. Todo está conectado y de alguna manera todo es política, porque todo depende de las decisiones políticas y también de nuestras propias decisiones; es política de dónde consumes, los hábitos que llevas y todo influye, y como el dinero es el que manda de alguna manera eso hace que todos los aspectos de nuestra vida, de nuestro ocio, de nuestros hobbies y pasiones estén controlados y comandados por el dinero.
P: Similitudes entre el fútbol y la música hay muchas como estamos comprobando. Y más en vuestro caso, siendo un grupo tan grande, y con un plantel tan amplio detrás, parece que funcionáis como un vestuario de cualquier club. Debe ser difícil, sin un entrenador tomar decisiones en equipo…
R: Realmente como todos tenemos un objetivo y una pasión común que es hacer música y estar en un grupo, realizar conciertos y componer canciones, dejamos a un lado nuestras preferencias personales. Las cosas van surgiendo. Cuando hay ganas de hacer un disco solemos entendernos. Tenemos La M.O.D.A porque nos gusta construir cosas en común, nos entendemos y vemos todo de una forma parecida. Por tanto, cuando nos vamos de gira o nos ponemos a componer en el estudio hablamos las cosas y solemos llegar a acuerdos, es más fácil de lo que puede parecer desde fuera, sobre todo porque se va aprendiendo el oficio, con los años vamos aprendiendo a llevarnos los unos con los otros.
P: Sin tener grandes referencias futboleras en las letras de La M.O.D.A, en una de vuestras últimas canciones ‘Colectivo Nostalgia’, habláis de ese gol en el descuento que nace de las entrañas. Más allá de la metáfora, todos tenemos un gol en el descuento que nos ha marcado. ¿Cuál ha sido para David Ruiz?
R: Lo cierto es que no tengo muchos recuerdos futbolísticos, pero siempre recuerdo con especial emoción el gol de Dani Pendín con el Burgos, en el ascenso a Segunda, que fue en los minutos finales del encuentro, no fue en el descuento. Yo creo que ese sería el gol en los minutos finales más emocionante o más emotivo que he vivido.
P: En los últimos días ha visto la luz vuestro último tema, ‘La Zona Galáctica’, y en apenas unas horas superáis las 50.000 reproducciones en Youtube. Más allá del trabajo del día a día que comentáis y no ser conscientes de haber sufrido un boom hablamos de números importantes.
R: Bueno, pues está bien, tampoco es mucho (risas). Hay gente que tiene millones de visitas en un día. Estamos tranquilos y ha sido, ya te digo, fruto del día a día, de un curro concienzudo, hacer muchos kilómetros y de hacer canciones que yo creo que han llegado a la gente y que significan algo para el que las escucha y la verdad es que nos encontramos muy contentos con esta situación. Hay mucha gente pendiente de La M.O.D.A, de qué hacemos, viéndonos, cada vez tenemos más medios pendientes de nuestro trabajo y la suerte de llevar dos años de gira que vamos a hacer en noviembre cuando nos despidamos en Madrid y Barcelona. Una gira que nos ha llevado por México, Colombia, Estados Unidos, Irlanda, Inglaterra y a recorrer prácticamente España entera. Estamos muy agradecidos a nuestro público y a la suerte que estamos teniendo. Nos sentimos unos privilegiados, la verdad.
P: Hace prácticamente dos años desde el último disco de La M.O.D.A, ‘Salvavida, de las balas perdidas’, y muchos de los fans están esperando ya el próximo. ¿Canciones como las anteriormente mencionadas sirven de preludio?
R: Esto son canciones sueltas y no sabemos cuándo llegará. La idea es parar este año de hacer conciertos y el año que viene dar tan sólo 3 o 4 y dedicarnos más a componer un nuevo disco, pero sin ponernos ninguna fecha, no sabemos cuándo llegará.