
DIEGO TOMÉ CAMOIRA
Los años 60 y 70 del pasado siglo fueron épocas convulsas para España y sus empresas. Al tiempo que el régimen franquista se abría al exterior de la mano del desarrollismo, dentro de nuestras fronteras estos fueron los años de mayor movilización social desde la llegada de la dictadura.
En este sentido -y como ya os comentamos en la primera parte de este reportaje sobre fútbol y empresa en España– el balompié sirvió, en muchos casos, como un elemento capaz de aglutinar a los trabajadores bajo la bandera de la misma empresa contra la que protestaban horas antes.
Tal y como se retrata en la primera temporada de The English Game, la serie producida por Netflix sobre los comienzos del fútbol en las islas británicas, los molineros de Darwen se ponían en huelga por la mañana contra su patrón y, esa misma tarde, portaban con orgullo la elástica de su club entrenados por su propio jefe.
En este sentido, y casi un siglo más tarde, también en España el fútbol sirvió para dar identidad a los trabajadores de estas empresas industriales; unos trabajadores a quienes no les importaba cabalgar contradicciones si era para ver a sus vecinos y compañeros con un esférico en los pies.
La hegemonía de Endesa
Hace no mucho comentábamos en Mundo Esférico la historia del Andorra CF y cómo, pese a la salida de Endesa del club turolense hace más de 3 décadas, los mineros siguen tratando de sobrevivir en las categorías regionales del fútbol aragonés.
No obstante, la relación de Endesa con el fútbol va mucho más allá de la localidad andorrana, circunscribiéndose a prácticamente todos los municipios españoles donde la empresa eléctrica tenía alguna central térmica.
Al igual que ocurría en Andorra, la localidad coruñesa de As Pontes tuvo su primer contacto con el esférico de manos de la Empresa Nacional Calvo Sotelo, que fundó y puso nombre al club entre los años 1960 y 1973.
Fue precisamente en este año, y con la construcción de la central térmica de As Pontes a manos de Endesa, cuando la compañía eléctrica denominó Endesa Puentes de García Rodríguez al club. Aquella era la forma castellanizada, pues después del Franquismo recibió el nombre de CD Endesa As Pontes.
Hasta el año 2002 el CD As Pontes estaría bajo el poder de la Empresa Nacional de Electricidad, coincidiendo con el proceso de privatización definitiva de la compañía llevado a cabo por el gobierno popular de José María Aznar. Los años que Endesa se mantuvo al frente de la entidad el CD As Pontes logró sus mejores resultados hasta la fecha, jugando la mayor parte de estas temporadas en Tercera División y logrando dos ascensos a Segunda División B -en los años 1987 y 1995- categoría en la que se mantuvo seis y tres temporadas respectivamente.
Su mejor campaña llegaría en la temporada 91-92, cuando el equipo consiguió acceder a la promoción de ascenso a Segunda División por primera y única vez en su historia. En los Playoffs de ascenso caería en la liguilla, en la que terminó como último clasificado en un grupo conformado por Marbella -quien conseguiría el ascenso- Yeclano, Manlleu y los gallegos.
Sin embargo, ni Andorra ni As Pontes tienen el honor de ser el primer club fundado por Endesa en España. Ese reconocimiento corresponde al Club de Fútbol Endesa Ponferrada, fundado por la compañía en el año 1963.

A diferencia de sus “hermanos”, el Endesa Ponferrada fue directamente fundado por la empresa que daba nombre al club. Es decir, Endesa fundó el club desde cero y no adquirió ningún otro club, ya que, por aquel entonces, en la capital berciana el club decano era la Sociedad Deportiva Ponferradina, fundado en el año 1922.
Coincidiendo con la inauguración de la Central Térmica de Compostilla, el Endesa Ponferrada encontraría su sede en unos terrenos a escasos metros de la central, precisamente en la localidad de Compostilla, donde se mantuvo hasta el año 2000, cuando el proceso de liberalización de Endesa acabó con la estructura integrada en la Sociedad Deportiva Ponferradina como filial del club y la desaparición del Endesa Ponferrada.
Sus años más dulces los viviría en la década de los 90, cuando el club disputó varias temporadas en Tercera División coincidiendo con su, por entonces, rival capitalino.
Arsenal de Ferrol
Ferrol ha sido, desde hace muchos años, tierra de marineros y astilleros. Desde que en el siglo XVIII Felipe V fundara los primeros astilleros en la localidad, la ciudad departamental se convirtió en una de los principales núcleos industriales no solo de Galicia, sino de todo el norte de España. Esta actividad no se frenó durante el Franquismo, sino que, como municipio natal del caudillo que era, reforzó su papel preponderante en la industria naviera.
Fue en el año 1947 cuando el Arsenal Militar de Ferrol, en manos de la armada, decidió crear un club para representar los intereses militares que pudiera competir con el Racing -fundado en 1919- por ser el club preponderante en la ciudad.

Tras varios años peleando por el ascenso a Segunda División en la segunda mitad de la década de los 50, Arsenal y Racing vivieron varios derbis en los años 60, cuando ambos clubes eran rivales habituales en el grupo gallego de la Tercera División.
El Arsenal, que disputó hasta 18 temporadas consecutivas en Tercera División, acabaría descendiendo a Regional en la temporada 1964/65, de donde saldría ya en contadas ocasiones, comenzando un ciclo en el que el club vagaría por las categorías regionales del fútbol gallego.
En el año 1981, y tras dejar la Empresa Nacional Bazán la presidencia del club unos años antes, el Arsenal C.F desapareció de forma definitiva tras más de tres décadas de historia.
Pegaso y el peregrinaje
Fútbol y empresas públicas. Una constante que se repetiría también en el caso de ENASA (Empresa Nacional de Autocamiones S.A) y su marca comercial: Pegaso.
¡HILO!
Madrid.
Fútbol el domingo por la mañana. Churros y porras. Niebla. Toldos verdes. Campos de arena.
Un club pasó de ser el orgullo de los obreros del barrio al deshaucio, la cibergestión y el timo.
De la fábrica a Internet Explorer.
Esta es su alada historia. pic.twitter.com/RRVVzShEgi— Eibar – Sestao…X (@eibarsestaoX) April 29, 2020
En este caso, fue la ciudad de Madrid la que vio nacer en el año 1962 al Club Deportivo Pegaso, el club de empresa que paseaba el nombre de estos camiones por distintos campos de la geografía española.
Como casi todos los clubes que hemos visto hasta la actualidad, su hábitat natural fue la Tercera División, a la que llegaron tan solo cuatro campañas después de su fundación, y donde se consolidarían como uno de los huesos de la división de bronce del fútbol español.
Si hablábamos en el anterior reportaje de Ensidesa como núcleo aglutinador en la ciudad de Avilés, Ciudad Pegaso era el hábitat de los trabajadores de la empresa pública de camiones -instalaciones deportivas mediante-. Fue en esta colonia madrileña donde el club se instaló durante varias temporadas, en las que lograría incluso dos ascensos a Segunda B, categoría en la cual se mantendría dos y tres campañas respectivamente entre los años 80 y 90, cuando, pese a la caída del régimen franquista y la posterior venta a comienzos de la década de los 90 a la empresa italiana IVECO, Pegaso seguía poniendo sus ojos en el fútbol (eso sí, vendiendo su estadio).
A partir de ahí, deudas y un peregrinaje por diferentes localidades aledañas a Madrid como Ciempozuelos, Moratalaz o Tres Cantos que acabarían por despojar al club de cualquier identidad pasada y dejándolo en la ruina hasta su desaparición definitiva en el año 2010.
Coletazos en la actualidad
Si bien el fútbol moderno ha fijado la atención de magnates y directores de grandes empresas en el balón, la identificación de un club con una empresa, portando sus colores y sus símbolos es escasa en la actualidad. Pese a ello, es nuevamente la Tercera División actual la que deja algún que otro retazo de lo que fue el fútbol federado de empresas en España.
Así, se pueden encontrar nombres en la actualidad como el del Panadería Pulido, club canario que logró el ascenso a la cuarta división del fútbol español en el año 2016, tras apenas pasar dos campañas en la máxima división del fútbol regional canario.
En el grupo valenciano de la Tercera División aparece el Recambios Colón Club Deportivo, conjunto fundado en el año 2003 por esta empresa de gran peso en el municipio de Catarroja y su comarca y que, desde la temporada 2015 milita en el Grupo VI de Tercera.
Precisamente en la costa mediterránea sucedió uno de los hechos más rocambolescos del fútbol español en España en los últimos años. La Unió Esportiva Figueres, fundada en el año 1917, se transformó en SAD en el año 2007 y fue adquirida, en un 51%, por el empresario Enric Flix, propietario de la empresa Miapuesta.com.
Tras la negativa de la directiva a cambiar el nombre del club al de Miapuesta Figueres, Flix decidió llevarse el club hasta la localidad de Castelldefels, donde coincidieron en el tiempo el Miapuesta Castelldefels con el club que tradicionalmente había disputado los encuentro en aquella ciudad, la Unió Esportiva Castelldefels.
Por su parte, los aficionados del Figueres decidieron refundar el club, dejando al Miapuesta Castelldefels como SAD y recuperando el nombre histórico de la entidad gerundense.
El Miapuesta Castelldefels aguantaría tan solo una temporada en la localidad barcelonesa, desde donde emigró en el año 2008 hacia Vilajuïga, localidad gerundense donde disputa sus encuentros en la actualidad con la denominación de Unió Esportiva Vilajuïga ya sin Enric Flix en la dirección, quien abandonaría el club en el año 2009 disolviéndose así la sociedad.