Gianni Agnelli (derecha) pasea con Luca di Montezemolo, mandatario de Ferrari, en 1985 | Fuente: Gorup de Besanez vía creative commons
Gianni Agnelli (derecha) pasea con Luca di Montezemolo, mandatario de Ferrari, en 1985 | Fuente: Gorup de Besanez via Wikimedia Commons
CARLOS RODRÍGUEZ LÓPEZ

@Carlosrlop

Fondos de inversión, magnates extranjeros o empresarios con el único objetivo de engrandecer su popularidad. La propiedad de los clubes de fútbol europeos en la actualidad se aleja mucho de lo que los socios de estas entidades desearían contemplar. El facto negocio es intrínseco a la compra de un club, pero aún existen casos en los que no todo es artificio y hay hueco para el sentimiento. Uno de los mejores ejemplos en el fútbol europeo es el de los Agnelli, propietarios de la Juventus de Turín desde hace casi 100 años.

El origen del imperio Agnelli

Para entender cómo los Agnelli han podido mantenerse tanto tiempo al frente de la Juve es necesario remontarse a finales del siglo XIX. En 1896, Giovanni Agnelli —bisabuelo de Andrea, el actual presidente— acababa de mudarse a Turín. Hasta entonces había residido en Villar Perosa, un pequeño municipio a 60 km de la ciudad del toro, donde se dedicaba al cuidado de las numerosas explotaciones agrarias heredadas de su familia.

A su llegada a la capital turinesa, apenas un año después de ser nombrado alcalde de Villar Perosa —cargo que desempeñaría hasta su muerte en 1945—,  comenzó a trabajar en una tienda de bicicletas, experiencia fundamental para que, en 1899, diera el paso más importante en la historia de la saga: fundar la Fabbrica Italiana Automobili Torino (FIAT). La empresa automovilística sería la primera piedra de lo que hoy es el grupo EXOR, el conglomerado empresarial de la familia Agnelli en el que tienen cabida Fiat, la Juventus de Turín, The Economist o Ferrari.

Con el final de la I Guerra Mundial y a pesar de la profunda crisis económica que dejó tras de sí el conflicto, FIAT crece hasta convertirse en la tercera empresa más importante de Italia. La década de los 20, la del desarrollo exponencial de FIAT, será también la de la llegada de los Agnelli a la propiedad de la Juventus. Edoardo, hijo de Giovanni, convence a su padre para adquirir el club, por entonces muy lejos de los dominadores del calcio en la época, Genoa y Pro Vercelli.

En los años 30, la Juve vivirá su primera época de dominio del fútbol italiano, levantando cinco títulos nacionales de forma consecutiva. La pasión de Edoardo por el equipo, que lo lleva a invertir grandes cantidades de dinero en la contratación de futbolistas, se verá frenada de forma trágica en 1935, cuando un accidente de avión le acaba costando la vida. Edoardo dejaba tres hijos: Susanna, Giovanni y Umberto.

La sombra de la tragedia sobre L’avvocato

Una década después de la muerte del hombre que vinculó el apellido Agnelli al fútbol para siempre, perdería la vida su padre, Giovanni; quedando el imperio familiar en manos de ‘Gianni’, el mayor de los hijos varones del malogrado Edoardo. El primogénito, que apenas tenía 12 años cuando falleció su padre, tuvo desde entonces claro cómo gestionaría el club.

 

Un amor, una pasión que se perpetúa. Mucha gente compra equipos para darse a conocer y otros para que se les perdone algo. Solo heredé mi equipo y le cogí cariño como espero que le suceda a las futuras generaciones

Así resumía L’avvocato, apodo con el que se conocía a Gianni, su sentimiento por La Vecchia Signora en una entrevista concedida poco antes de morir. Propietario de la Juve hasta su muerte, Gianni, que también fue presidente de la entidad entre 1945 y 1951, tuvo que aprender a vivir entre el éxito desmesurado —el crecimiento de FIAT lo convirtió en un ejemplo de triunfador para la sociedad italiana— y la tragedia. Tras quedar huérfano de padres a los 24, sufrió la pérdida de sus dos hijos en un lapso de apenas tres años, también de forma trágica: uno fue víctima de cáncer y el otro se suicidó.

Gianni Agnelli (derecha) saluda a Amintore Fanfani, entonces presidente del Parlamento italinao | Fuente: Wikimedia Commons
Gianni Agnelli (derecha) saluda a Amintore Fanfani, entonces presidente del Parlamento italinao | Fuente: Wikimedia Commons

Las muertes de los hijos de L’avvocato se producen en la época en la que el imperio FIAT comenzaba a ver amenazada su hegemonía. Son los peores años para el empresario, que fallecería en 2003 a causa de un cáncer. Su despedida, que reunió a más de 150.000 personas en torno a la capilla ardiente instalada en la sede de FIAT, estuvo a la altura de su prominencia.

En el apartado personal, existen numerosas leyendas entorno a Gianni que le otorgan la etiqueta de playboy. A nivel futbolístico, las pruebas demuestran que vivía la Juve como el mayor de sus aficionados. A menudo llamaba a las estrellas del equipo entre las 5 y las 6 de la mañana para recordarles algún error o algún acierto que habían tenido en el último partido. “Creía que todos vivían a su ritmo”, rememora Buffon en el documental La Vecchia Signora: historia de la Juventus.

L’avvocato se ha ganado el derecho de ser recordado por la familia juventina, sobre todo al inicio de cada pretemporada. El partido que da el pistoletazo de salida al curso de la Juventus es un amistoso contra su equipo juvenil que se celebra en Villar Perosa; una tradición que se repite desde hace sesenta años y que fue ideada por él para reforzar los vínculos entre el club y la localidad en la que se encuentran los orígenes de los Agnelli. El evento, toda una fiesta para los aficionados que tienen contacto directo con los jugadores al final del partido, fue cancelado este verano por culpa del coronavirus.

Andrea Agnelli, la saga continúa

La trayectoria de Gianni es inseparable de la de su hermano menor, Umberto, que ocupó la presidencia del club en dos periodos. Umberto siempre se mantuvo a la sombra de Gianni, aunque en sus últimos años de vida sustituyó a su hermano al frente del grupo FIAT y también tuvo su cota de protagonismo en la Juve, habiendo ocupado su presidencia en dos periodos distintos.

En la primera de esas etapas, entre finales de los 50 y principios de los 60, construyó la ‘Juve del trío mágico’, un equipo que contó con una de las delanteras más letales de la historia del fútbol italiano, el tridente formado por Giampiero Boniperti , Enrique Omar Sívori y John Charles. Aquella escuadra levantó tres títulos de liga y dos copas.

Tras el fallecimiento de Umberto en 2004, el imperio de los Agnelli es dirigido por John Elkann, nieto de Gianni y hermano del díscolo Lappo Elkann. En 2010, John nombró a Andrea, el hijo de Umberto, presidente de la Juventus, cargo que todavía ostenta en la actualidad. Suyo es el honor de representar a la tercera generación Agnelli en el club bianconero.

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