El FCSB no es igual al Steaua de Bucarest | Fuente: El Taller del Fútbol
El FCSB no es igual al Steaua de Bucarest | Fuente: El Taller del Fútbol
DIEGO GÓMEZ GARCÍA

@Diegogomezgar

Llegó a ser campeón de Europa. Le arrebató al Fútbol Club Barcelona el mayor título continental, primero, y se quedó a las puertas de volver a lograrlo, tres años después. En frente, estaba nada menos que el AC Milan de Arrigo Sacchi. El Steaua de Bucarest creció rápidamente en sus primeros años y se codeó con los más grandes. De hecho, fue uno de ellos. Después, pasó por una adultez relajada.

Seguía siendo el referente en Rumanía y, aunque no alcanzaba las anteriores gestas, aparecía lo suficiente por los campeonatos continentales como para que su nombre no cayese en el olvido. Pero al final, ese olvido quiso llegar de forma obligada. Y el Steaua perdió su casa, su colores, su escudo e incluso su nombre.

El club más grande de Rumanía nació gracias, en cierto modo, a una ideología política. Y por tanto, condicionado por ella. En 1947 Rumanía comenzaba a encarar su etapa comunista y la Armada rumana decidió crear un club deportivo con numerosas secciones. Entre ellas, claro, el fútbol. El club se llamó Steaua —estrella, en relación a la ideología comunista—, y permaneció desde entonces y hasta 1998 dirigido por el propio ejército, dueño del club. Y por tanto, dueño también de su escudo, sus estadio y su nombre.

Fue, precisamente, durante sus primeros cincuenta años de vida, y de la mano del ejército rumano, cuando el Steaua llegó a convertirse en una referencia europea al ganar la Copa de Europa —en 1986—. Y además se posicionó también como el equipo rumano más laureado en el ámbito doméstico. Sin embargo, los problemas económicos acusaron a la Armada rumana en 1998 la dejaron sin recursos como para seguir administrando el club. Había que buscar una solución.

Becali toma el poder del Steaua

La solución la propuso el poderosísimo empresario y político conservador rumano George ‘Gigi’ Becali. Becali asumió entonces la responsabilidad de mantener el club a cambio de poder tomar el total control sobre él. Adquirió, en un principio, el 51% del paquete accionario del club y, posteriormente, compró el resto de las acciones para convertirse en el propietario del club. El Steaua de Bucarest pasó a convertirse en un club externo al ejército, que vivía a base de capital privado.

Pasaron varios años hasta que, en 2011, comenzó la gran desgracia del club rumano. El Steaua de Bucarest mantuvo una buena trayectoria a nivel nacional —ganó tres campeonatos nacionales— y participó en varias ediciones de la que, por aquel entonces, ya era la Uefa Champions League. Pero en ese citado año, el Ministerio de Defensa decidió demandaral Steaua de Bucarest por haber seguido utilizando desde su privatización el nombre, el estadio y los colores que utilizaba previamente, cuando era el club del ejército rumano.

Becali y el Steaua salieron ganando en un primer momento y el cuadro rumano pareció salirse con la suya. Sin embargo, en 2014, el ejército llevó el caso al Tribunal Superior de Justicia y este falló a su favor. El Steaua de Bucarest estabaobligado a despojarse de todos sus símbolos, así como de su estadio, su nombre, su escudo y hasta sus colores.

Comenzó una época completamente oscura para la historia del club rumano más laureado. El equipo tuvo que empezar a jugar como local con camisetas de color amarillo en lugar de sus habituales azul y rojo. Estas, además, llevaban el escudo tapado. Fue un absoluto drama para la entidad, que acabó por convertirse en el FCSB, las siglas del anterior nombre (Fútbol Club Steaua de Bucarest), y tuvo que cambiarse de su estadio de siempre, el Arena Ghencea, al Arena Nacional—construido, en un principio, para ser utilizado por la selección rumana en sus partidos como local—.

Un rival inesperado

Pero, lejos de terminar los problemas del Steaua con tales cambios, el Ministerio de Defensa rumano oficializó la refundación del Steaua de Bucarest en diciembre de 2016. De este modo, surgió un nuevo equipo, el Club Deportivo del Ejército —CSA, por sus siglas en rumano— Steaua de Bucarest, que utiliza el escudo y los colores del antiguo Steaua.

Los aficionados del Steaua han pasado por un trance sin igual en esto del fútbol. Su club, de más de cincuenta años de exitosa historia, lo perdió casi todo en un breve período de tiempo. Todo menos, eso sí, sus títulos, que le siguen perteneciendo. Aun así, la afición militarii vive ahora aferrada al recuerdo de cómo fue su club mientras la sombra de otro equipo dispuesto a suplantarle se cierne poco a poco.

Algunos, puede que lleguen a formularse la pregunta: “Steaua, ¿eres tú?”.

Un grande buscando su sitio | Fuente: SupervladiTM para Wikimedia
Un grande buscando su sitio | Fuente: SupervladiTM para Wikimedia

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