CARLOS RODRÍGUEZ LÓPEZ
Miguel Quintana es uno de los referentes de una nueva generación de periodistas deportivos muy vinculados a internet y las nuevas tecnologías. Tanto es así que en su caso, de no ser por internet, seguramente habría decidido dedicar su vida a otra cosa. Esa vida siempre ha estado marcada por la pasión por el deporte y, desde hace unos años, también por tratar de dar respuesta al porqué de los comportamientos no solo de futbolistas y entrenadores, sino también de la gente que consume los frutos de su trabajo, pilar fundamental en su manera de entender la profesión.
Hace un par de meses decidió dar por finalizada una prolífica etapa en Ecos del Balón, que le permitió crecer y engancharse aún más a la profesión a lo largo de casi una década. Ahora espera comenzar un nuevo capítulo de su vida profesional, que dará mañana el pistoletazo de salida con el primer vídeo para su nuevo canal de Youtube. Tuvimos la oportunidad de charlar con el sobre pasado, presente y futuro, además de reflexionar acerca de la situación que atraviesa el periodismo y, cómo no, de fútbol.
Vamos a empezar por el principio, por el Quintana niño. ¿Siempre tuviste claro que querías ser periodista deportivo?
No, realmente no. Hasta el último curso de bachillerato no decidí hacer periodismo pese a que me encantaba el fútbol, y no solo el fútbol, sino todo el deporte. Siempre cuento como anécdota que me gustaba tanto el deporte -incluso el golf, que mucha gente dice que es aburrido-, que cuando eran los mundiales o los JJOO de invierno intentaba faltar a la escuela para ver el biathlon, que a lo mejor era a las 11 o 12 de la mañana. Me fascinaba el deporte pero no había desarrollado esa vocación periodística, estaba en el otro lado, en el del aficionado. Sin embargo, como yo no dejo de ser uno de los primeros hijos de internet, el estar en internet compartiendo opiniones, visiones, debatiendo… me sacó esa primera vena de ganas de contar las cosas, de ofrecer lo que yo veía y de profundizar. Fue gracias a internet a lo que yo elegí hacer Periodismo, si hubiese sido algo más analógico seguramente hubiera estudiado otra carrera como ADE o Empresariales.
¿Cómo fueron tus primeros pasos en el mundo de la comunicación antes de empezar en Ecos del Balón?
Tuve mi blog, evidentemente muy a nivel personal, simplemente un pozo en el que verter lo que escribía. También tuve una revista digital con mis compañeros de Universidad, Box to Box, pero yo con Ecos empiezo muy pronto. Mis primeros podcasts creo que son de la Champions 2009-2010, que es cuando hablo con Abel y nos juntamos los domingos para hacer podcasts realmente largos y realmente… malos. Era algo muy amateur, un formato aún por descubrir, pero nos gustaba experimentar, invitar a amigos, conocer gente a raíz de los podcasts y experimentar nuevas formas de comunicar. A partir de ahí fui integrándome en Ecos. Fueron un poco esos pasitos. No se aleja mucho de lo que luego se ha proyectado con Ecos, que se ha ampliado, se ha hecho mejor y más mediático pero, desde esos inicios, mi carrera y mi forma de entender la profesión estaba vinculada a lo que significa Ecos del Balón.
Pese a pertenecer a esa generación de “hijos de internet”, cuando vosotros comenzasteis no eran habituales los canales de Youtube hablando de fútbol, los podcasts e incluso que hubiera un grado de participación tan alto por parte del usuario…
No…y creo que por desgracia lo sigue sin ser. Es verdad que Youtube y muchos youtubers, tanto del mundo del fútbol como de otras esferas, han sabido entender la importancia capital de la audiencia, no ya desde un punto de vista romántico, ético y periodístico, que por supuesto debe ser así, sino incluso desde un punto de vista empresarial, son tus clientes. Si queremos reducirlo a eso, unos son vendedores y otros clientes y no puedes dar la espalda a los clientes, sobre todo cuando eres periodista, con todo lo que ello supone a nivel de vinculación con la gente a la que transmites el mensaje. Ya no es solo cuidarla, es también saber que tiene que formar parte de tu medio y de tu día a día. Es verdad que supone un gran trabajo, pero es que el feedback es tan potente que al final retroalimenta todo lo que haces. Ahora escribir un texto, crear un podcast o iniciar una aventura en Youtube no tendría sentido sin la gente que tengo detrás y a la que me quiero dirigir. Ellos al final también son los que van moldeando tu forma de entender las cosas, los que te van enriqueciendo como periodista. Las redes sociales han demostrado que la gente no solo tiene voz, sino que hay que escucharla y hay que entenderla, y en ello creo que está el sector periodístico.

Teniendo en cuenta que fuisteis innovadores en un mundo en el que no se tiene en cuenta al usuario tanto como se debería, ¿esperabais tener tan buena acogida
Nunca podríamos proyectar eso porque, ya no son solo números brutos, sino lo que hay detrás de esos números brutos, que son personas que tienen un cariño brutal a lo que haces en el día a día y, como consecuencia, a ti. A nosotros nos han parado muchas veces por la calle, y no es la cuestión de que te pare alguien por la calle, que eso es insignificante, sino ver la cara de felicidad de la otra persona porque se ha encontrado contigo. Entonces nuestra cara también es de felicidad por ver lo que estás haciendo sentir a otra persona. El proyecto de Ecos es muy gradual desde el principio. Tampoco es nada casual pero tú cuando empiezas en un blogspot no puedes esperar que vayas a formar parte de la vida de determinada gente. Pero si se trabaja en pos de, si vas tocando las teclas correctas y si ese nicho no está ocupado ni hay gente detrás, es cuestión de tiempo. Al final la rutina, los sentimientos y las apreciaciones se maduran con el tiempo, nunca puede ser nada cortoplacista.
La entrevista a Xabi Alonso fue sin duda un momento que siempre será recordado por los seguidores de Ecos del Balón pero, si tuvieras la oportunidad de entrevistar o simplemente charlar del fútbol con cualquier persona del mundo, ¿a quién elegirías?
Charlas de fútbol con muchísimas personas. Si tuviese una conversación con un gran profesional, por ejemplo con Marcelo Bielsa, desde el primer momento estaría queriendo grabarlo para comunicarlo. No me lo querría quedar yo, sería algo extraño. De cara a ese producto comunicativo, sin duda, Pep Guardiola. Ya no solo por lo que significa como entrenador, a nivel estilístico y futbolístico o por cómo ha cambiado los ritmos de muchas cosas, sino porque concede muy pocas entrevistas. Hay libros muy buenos sobre su trabajo, como el de Martí Perarnau, pero Pep no se pone nunca delante de un periodista a hablar de fútbol.
“Youtube se ha mal interpretado desde muchos sectores que han entendido que los youtubers son niños que se ponen delante de la cámara a hacer el ganso.”
Te pillo en medio de una fase de cambios y ajetreo por lo que se te viene encima. Después de dar por finalizada tu etapa en Ecos tras casi una década, ahora se abre un nuevo capítulo en tu vida profesional protagonizado por ese nuevo canal de Youtube y la colaboración en Panenka, además de continuar en Radio Marca durante el Mundial. ¿Muchos nervios?
Estos dos meses mucha gente nos decía a Abel y a mí “¿No tenéis miedo por lo desconocido, por salir de lo que ya conocíais?”. Yo miedo no tengo, pero sí que tengo mucho respeto a escribir en formato papel, por ejemplo. Yo siempre he escrito en web, donde no hay limitaciones. Es otra forma, otra audiencia, tienes los comentarios para debatirlo…es otro producto totalmente diferente, por tanto escribir en papel me da respeto, más en una marca del prestigio de Panenka. Y me da muchísimo, muchísimo respeto, abrir un canal de Youtube. Primero porque Youtube se ha mal interpretado desde muchos sectores que han entendido que los youtubers son niños que se ponen delante de la cámara a hacer el ganso. Eso no es así o casi nunca es así. Incluso los que parecen eso, tienen detrás un desarrollo conceptual y un trabajo con la audiencia que habla mucho del talento comunicativo que tienen esas personas. Además, el medio del vídeo me va a exigir cosas que nunca he hecho: yo nunca he grabado, nunca he iluminado y nunca he editado a este nivel. Y yo quiero mantener unos estándares de calidad altos porque es lo que la gente me va a pedir y lo que a mí me hace estar satisfecho. Es una cuestión de auto exigencia personal, de ganas de intentar hacerlo lo más perfecto posible. Eso lo que voy a intentar hacer con Youtube, pero a partir de un desconocimiento inicial que me da respeto.
Ese canal de Youtube, ¿será un período de transición o es un proyecto más a largo plazo?
Es un proyecto más a medio-largo plazo. Yo lo que quiero es tener un espacio que compartir con la gente y ofrecer la forma en la que yo veo el fútbol. Igual que en 2008 me hubiera abierto en blog, ahora abro un canal de Youtube porque las tendencias de consumo dicen que la gente quiere leer menos y ver más. No es por seguir la corriente, es porque la audiencia demanda lo que demanda y tú no puedes imponer lo contrario. Creo que el formato de vídeo ofrece muchas posibilidades que me gustaría ir atacando a medio largo plazo, pero la intención era tener ese espacio en el que seguir comunicando sobre fútbol, en el que seguir debatiendo sobre fútbol y en el que no perderme ningún acontecimiento. En estos últimos dos meses me he subido por las paredes cuando veía ese Liverpool-Manchester City, esa casi remontada de la Juventus, el 3-0 de la Roma….no tener un sitio donde contar lo que veía y lo que sentía me frustraba, y no quiero estar frustrado en una semana de final de Copa de Europa ni en un Mundial, así que hay que darle a tope. A lo mejor me hubiese gustado tener algo más de tiempo, pero como el fútbol no para y la gente tiene ganas, había que comenzar ya.
¿Cuál va a ser el papel del usuario en esta nueva etapa profesional de Quintana, sobre todo a través del canal de Youtube?
Voy a intentar que sea la misma. Conseguirlo es complicado porque Ecos ha conseguido que la gente sea y se sienta parte de Ecos, porque es Ecos. Yo quiero que la gente que me siga, que comente y que vea los vídeos forme parte también de esa aventura, de esa forma de entender el fútbol, de comunicarlo, debatirlo… Sin esa respuesta de la gente no entiendo la comunicación ni el fútbol. El fútbol en soledad no es nada, podría llegar a ser incluso un aburrimiento. El fútbol es grada, es Twitter, son las conversaciones de bar con amigos, son esos contenidos periodísticos en los que la gente te debate cualquier opinión, donde todas las visiones tienen cabida. De fútbol no sabe nadie, saben muy pocas personas. Desde luego yo no sé de fútbol y todas esas verdades que confluyen son muy bonitas de manejar en el día a día. En esta semana previa a la final de la Copa de Europa van a salir muchísimas opiniones, van a ser días interesantísimos desde el debate. Eso es el fútbol también, eso debe ser el periodismo y eso quiero que sea mi canal de Youtube y cada proyecto que inicie. Siempre pensando en la gente, sino nada tiene sentido.
Eres un gran apasionado de la radio, quien no lo sepa no tiene más que ver tu nuevo logo, pero ¿cómo ves el futuro de este medio?

La radio, si no ha muerto ya, que no ha muerto ni mucho menos, no va a morir. La radio tiene virtudes muy muy muy características. De hecho, ahora que hemos dejado Ecos la gente lo que más nos ha pedido y lo que más nos ha dicho que les hacía una faena esta interrupción, era el tema de los podcasts, porque son los que ayudan a crear una rutina más fiel, un engagement mayor. Hay gente que escuchaba los podcasts en el coche yendo al trabajo, en el transporte público yendo a la Universidad o cuando iba a correr por el Retiro, que ahora no tiene que escuchar en esos momentos. Se puede poner otras cosas, evidentemente, pero ya te habías hecho parte de esta rutina y ahora con esta interrupción quedó ese vacío. Eso lo consiguen la radio y pocas cosas más, así que yo le veo un futuro que seguramente se tenga que reformar y que tenga que integrar el podcast mucho mejor. Se hacen contenidos de tantísima calidad en la radio que luego tienen proyección en podcast, como el Reverso, que uno piensa que la radio no puede morir. Si tuviese que apostar por la muerte de un medio tradicional apostaría por la tele o por los periódicos antes que por la radio. La radio es infatigable en todos los sentidos.
Eres un periodista polifacético. Te hemos visto en formato escrito online, ahora te vamos a ver en Panenka, radio, Youtube… ¿Cuándo veremos a Quintana en la televisión? A menos que desaparezca antes de que te dé tiempo… [risas]
A lo mejor desaparece el día que entre yo [risas]. Esta es una pregunta para otra gente, a mí me parece que en determinadas televisiones hacen productos de muchísima calidad, de los que desde luego sería un orgullo poder formar parte, pero no es una decisión mía. Hablábamos antes del respeto a Youtube, pero la tele también da mucho respeto porque es un lenguaje nuevo. Allí, o eres un “hijo de la tele” que te has criado en la televisión y has ido creciendo, o sino dominar esos ritmos, lenguajes y formas es realmente complicado. Pero bueno, al final lo que nos apasiona a los periodistas es ir superando retos y ese sería un reto bastante bonito.
El periodismo parece estar atravesando un momento de crisis en el que priman el amarillismo, el click-bait… ¿Cómo se puede combatir este escenario marcado por el propio mercado y las audiencias?
Es un escenario muy marcado por la transformación digital, que ha confluido con una crisis económica brutal y con una transformación empresarial del periodismo. Porque aunque sea una crisis periodística, los periodistas tienen muy poco margen de acción, no solo los que están en primera línea de batalla sino también los que están detrás. Conozco muchos casos que hablan de estas circunstancias y creo que al final la crisis meramente periodística se combate con periodismo. Suena muy topiquero, pero es que creo que en muchas circunstancias no se hace periodismo o no se hace periodismo diferencial, y eso la gente lo nota rápidamente. Pensar en soluciones es complicado pero tengo la sensación de que el sector lleva años encallado en sobrevivir al día día sin poder pensar en el futuro y sin poder darse cuenta de lo que está pasando. Entonces, ¿cómo se va a adaptar un medio o determinado sector a un cambio si no hay gente pensando en ello? Es realmente complicado y es una pena, porque hay cosas que se hacen muy bien, pero la nueva realidad ha conseguido enterrarlas y devorarlas y creo que tenemos que ser nosotros como periodistas y también como consumidores, los primeros en ponerlas en valor y tratar de sacarlas adelante desde nuestra pequeña posición. Creo que los periodistas hablamos muchas veces demasiado de nosotros mismos, hablamos muy mal de todo lo que está sucediendo y dejamos poco tiempo a construir. Es verdad que mucha gente no puede, pero los que puedan que miren adelante porque el periodismo tiene que volver a ser muy importante, cosa que creo que ha dejado de serlo en los últimos años.
“Gracias a internet decidí hacer periodismo. Si hubiese sido algo más analógico seguramente hubiera hecho otra carrera”
El panorama informativo actual está condicionado por la velocidad, tanto a la hora de producir contenido como a la de consumirla. Sin embargo, medios como Panenka, Líbero o The Tactical Room, surgidos en los últimos años, apelan a una lectura más pausada donde prime el análisis por encima de la información fugaz, dando pie a una situación un poco contradictoria. ¿Acabará la velocidad cambiando también este tipo de publicaciones o, por el contrario, un aumento de protagonismo de la fugacidad de la información en los medios generalistas dará lugar al crecimiento de un sector más diferenciado donde se hagan aún más grandes este tipo de publicaciones?
Yo creo que tienen que convivir ambas circunstancias, porque el mundo ha cambiado. Muchas veces sale este tipo de viñeta sobre la gente en la parada del bus o en el metro, todos leyendo el móvil. Como mucha gente ha respondido, esto mismo pasaba con los periódicos. Lo que sucede es que esa persona que leía el periódico, o leía el periódico o no hacía nada. Ahora la persona que tiene el móvil, o consume periodismo o juega o habla con amigos. Incluso consumiendo periodismo tiene mil periódicos, 2000 noticias o 3000 tweets a su alcance en un solo click, es decir, está sobresaturado y pararse durante 20 minutos en el bus o en el metro a leer un artículo es realmente complicado. Entonces hay que entender que mucha gente en su día a día no tiene tiempo para eso y que hay otra que si que lo tiene y decide pararse y leer un artículo. Hay que entenderlo y hacerlo convivir, lo que pasa es que muchas veces la velocidad se traga todo lo demás y que hay que recurrir a medios menos conocidos para leer a otros ritmos. Pero bueno, en eso estamos, eso está cambiando. Panenka no tendría ningún sentido si escribiera los última hora de fichajes el día 31 de agosto; Panenka tiene sentido por cómo trata cada historia, por el tiempo que da, por las ilustraciones, por el cariño, por la perspectiva… Cada medio tiene que entenderse y conocerse con su audiencia y a partir de ahí tomar decisiones, pero yo siempre abogo a que no todo está mal ni todo tiene que cambiar, sino que simplemente hay que convivir e igualar fuerzas porque mucha gente lo demanda.
¿Cuál es la fórmula para enganchar a la gente a este tipo de contenido y que vea que hay historias más allá del último peinado de Neymar o coche de Cristiano?
No hay una fórmula secreta pero yo creo que es muy importante conocer a quién te estás dirigiendo, conocerte a ti mismo como medio e ir tendiendo puentes de forma constante entre esas dos realidades. Porque si tú de forma aislada crees que tienes un gran artículo de la Polonia del 74 o de cualquier selección de cualquier Mundial, no va a tener la efectividad ni va a significar para tu usuario que si es una relación trabajada en el tiempo, donde ese contenido tenga un significado especial y la gente forme parte de este. La gente nos da pistas constantemente. Lo único que yo me pido a mí mismo como consumidor cuando leo algo positivo es darlo a conocer y cuando me gusta algo decirlo, porque estamos en una era en la que compartir lo negativo y “el haterismo” es cool, es como fumarse un piti a la salida del colegio, parece de chicos guays; y decir cosas agradables y positivas parece de los que se sentaban en la primera fila del bus detrás de los profesores y no es esa la cuestión. Si queremos realmente fomentar o cambiar algo tenemos que empezar nosotros mismos formando parte de ese cambio simplemente poniendo de manifiesto lo que nos gusta, que parece que muchas veces estamos invadidos por la negatividad.
“El fútbol siempre te concede segundas oportunidades, aunque de primeras pueda ser bastante cruel”
En una charla con Carlos Sánchez Blas reflexionabas acerca de la importancia de que el periodista esté activos en redes sociales, manteniendo su marca personal en todo momento para que el usuario siga interesándose por su labor. ¿Llega a convertirse algo estresante el tener que estar 24/7 expuesto ejerciendo como periodista también en la red? Por otro lado, dar al usuario la imagen de que se está en todo momento ahí, activo, ¿supone a medio-largo plazo alimentar inconscientemente el hábito del usuario de estar recibiendo información constantemente y colaborar a esa cultura de la velocidad?
Es verdad que es complicado y que puede ser estresante. Pero al final cuando hablamos de que hay que ser las 24 horas periodista y de que hay que alimentarlo, nos referimos más al hecho de que en cada mensaje, en cada aparición, en cada tweet, tienes que ser eso mismo. No vale hacer tu jornada laboral proyectando esa imagen y creando contenidos a partir de esa imagen y en lo que podemos entender como tiempo de ocio, tiempo fuera de la mesa de escritorio, hacer otras cosas. Es verdad que hay determinados oficios que tienen un horario más concreto que el de periodista. Si pasa cualquier cosa de última hora como un fichaje de 100 millones, todos vamos a estar leyendo, consumiendo y dando nuestra visión del tema, lo que sucede es que siempre tienes que ser consecuente con lo que estás proyectando, y la mejor forma de serlo es proyectar lo que eres. Es verdad que hay días malos, circunstancias y circunstancias, pero el periodista a día de hoy trabaja de cara al público. El periodista hace no tanto, no trabajaba de cara al público. Ahora mismo eso forma parte de la profesión y el periodista lo tiene que entender.
Tanto por edad como por tu labor formas parte de una nueva camada de comunicadores jóvenes que está pisando muy fuerte. Un detalle que me llama bastante la atención para es toda la colaboración que tenéis entre vosotros. En tu caso se me viene a la mente Rodrigo Fáez o los chicos de Campeones. ¿Pasa la lucha por conseguir un periodismo de calidad por tener un “buen equipo” en lugar de nombres que hagan cada uno la lucha por su cuenta?
La lucha por ser felices es ser feliz con quien trabaja a tu lado, sea en la misma redacción o en la redacción de al lado, y la mejor forma de hacer buenos contenidos es ser feliz. Pero además es que tenemos intereses unidos. Quién consuma en Youtube un vídeo de Rodrigo Fáez, va a estar más cerca de consumir uno de Ecos o uno mío, y son formatos muy diferentes. Lo que hace Rodrigo, por ejemplo, es muy diferente a lo que hacen los chicos de Campeones en Charlas de Fútbol pero, al final están en un mismo sitio, tienen lenguajes parecidos, la aproximación a la gente es muy parecida… Luego está lo personal, somos personas muy parecidas que nos llevamos muy bien entre nosotros y entre las que todo fluye de manera muy natural. Esto es algo muy bonito que hay que aprovechar para hacer trabajos juntos y aprender los unos de los otros.
¿Qué tiene el fútbol para gustarnos tanto?
[Risas]
Es difícil eh…
Es muy muy difícil porque el fútbol lo tiene todo. Si me tuviera que quedar con una cosa es con la capacidad que tiene de darle sentido a las cosas. Cuando voy a un estadio lo que sucede en el campo evidentemente me fascina, pero me fascina igualmente lo que tengo a mi alrededor en la grada. Suceden historias de gente que lo está pasando mal durante toda la semana y a la que ver a su equipo ganar, le da un respiro y le hace sentir que la siguiente semana va a ser un poquito más sencilla. Además da la posibilidad a periodistas de sentirnos realizados con nuestro oficio, conocer a gente muy interesante por el camino, trabajar en un día a día muy ameno… No sé, yo creo que el fútbol es capaz de, a personas absolutamente diferentes con caracteres completamente antagónicos, permitirles que se sientan realizados y que su vida tenga sentido de una misma manera. Sino no sería el fútbol, sería otra cosa.
Un Referente de la profesión
Gaby Ruiz
Un ídolo futbolístico
No soy muy de ídolos y no tengo mucha capacidad de idolatrar pero, seguramente, Ronaldo Nazario. Creo que explica bastante bien la forma que tengo de entender el fútbol y la vida, eso de lesionarse dos veces y salir adelante, tener una sonrisa constante, esa lucha consigo mismo constante a lo largo de los años… Creo que Ronaldo Nazario para muchos significa muchas cosas.
Un líder
Pep Guardiola
Un libro
Fiebre en las Gradas
¿Cuánto fútbol ves a la semana?
De 15 a 20 partidos de media.
Campeón del Mundial
No voy a decir el campeón, pero la selección que más me ha gustado hasta la fecha es Brasil.
Sucesor de Cristiano y Messi
No existe
Un recuerdo del fútbol que te haga especial ilusión
El primer recuerdo que se me viene a la mente es el primer entrenamiento de fútbol, en el que tendía seis o siete años. Las pruebas para ser portero en este equipo de fútbol sala consistían en que a todos nos tiraran diez tiros y el que más parase era portero. Yo empaté con uno y en el desempate a mí me marcaron un gol y a él no. Entonces él fue portero, muy buen portero, y yo no fui portero. Se me quedó grabado porque luego con los años fui desarrollando la pasión por ser portero y es curioso como el fútbol muchas veces te complica el camino y luego te permite volver a ser. Yo creo que el fútbol siempre te concede segundas oportunidades, aunque de primeras pueda ser bastante cruel. Me hace ilusión recordar ese primer entrenamiento.
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