DAVID FERREIRO PÉREZ
La historia de hoy tiene como protagonistas a dos futbolistas con un apellido reconocido en el fútbol moderno, Pogba. Sin embargo, el foco de nuestras miradas no se centra en el hermano más mediático de los tres, sino en los otros dos. Y es que, por extraño que pueda llegar a parecer, el apellido Pogba tiene más que ver con el Celta de Vigo de lo que uno pueda llegar a imaginarse.
Corría el año 2007. Los ojeadores del Celta de Vigo, en busca de nuevo talento para su cantera, se fijaron en dos gemelos guineanos asentados en Francia, de apellido Pogba. Los dos jóvenes, de apenas 17 años, ya comenzaban a llamar la atención en el fútbol francés, por lo que el club de la ciudad olívica decidió apostar fuerte por ellos y llevarlos a probar fortuna a Vigo.
Los chicos, de nombre Florentin y Mathias, se incorporaron a su llegada a la plantilla del juvenil A, en el que coincidieron con jugadores presentes en la primera plantilla celtista, como Hugo Mallo, o con Rodrigo Moreno, entre otros.
Se esperaba mucho de este par de futbolistas, que contaban con un físico poderoso que los hacían determinantes en el juego aéreo y un buen manejo del balón.
Talento de hermanos
Florentin era el más destacado en aquella época —como en la actualidad, sin tener en cuenta a su hermano pequeño— y disponía de minutos con el equipo juvenil, en el que era un habitual en el once. Central alto, corpulento y bueno en la marca, ‘Flo‘ —como era conocido— convenció casi desde su llegada a los entrenadores celestes.
Por su parte, Mathias, delantero centro, no destacó tanto como su hermano. Pese a sus buenas condiciones físicas, al jugador le costó más entrar en el equipo, que además tenía la posición de delantero centro muy cubierta con hombres como el citado Rodrigo o Joselu Mato.
Los dos hermanos Pogba estuvieron en Galicia durante dos temporadas, la 2007/08 y la 2008/09. Durante esos años, el equipo rindió a un buen nivel, destacando especialmente la segunda temporada, en la que el éxito fue el factor dominante.
La cantera celeste se proclamó campeona de liga de juveniles y alcanzó la final de la Copa de Campeones, que perdió ante un FC Barcelona que contaba con jugadores como Marc Bartra, Jonathan Dos Santos, Rubén Rochina o Martín Montoya, que con los años acabarían debutando con el primer equipo azulgrana.
Suerte dispar
El problema llegó la temporada siguiente. El Celta quería seguir contando con Florentin porque estaban muy contentos con su juego. El guineo-francés se había echo un hueco en el equipo, no así como su hermano Mathias, que estaba en una situación más incierta.
Fruto de la misma y de otros factores, entre los que destacaban la barrera del lenguaje y el estar lejos de su familia, Mathias decidió emprender la vuelta a Francia, fichando por el Quimper Kerfeunteun FC en busca de encontrarse más a gusto.
Tras él, Florentin decidió seguir sus pasos, pese a que su situación deportiva era mejor, no terminaba de encontrar su lugar por los mismos impedimentos que tenía su hermano, por lo que volvió al país galo para firmar con el CS Sedan Ardennes.
Paul Pogba visitaría el estadio de Balaídos en la temporada 2016/17 con la elástica del Manchester United para enfrentarse al Celta en las semifinales de la Europa League. Las cosas del fútbol. Dos de los tres hermanos vistieron en algún momento la camiseta celeste, pero no el mejor.
Visto y no visto
A fin de cuentas, cuando sus hermanos emigraron a Vigo, el pequeño Paul tenía todavía 14 años. Era muy joven, razón por la cual es normal que tardara más en dar el salto, aunque ya se hablaban de él auténticas maravillas.
Las temporadas que sus hermanos estuvieron en la cantera celeste, él defendió la camiseta del Le Havre. Y justo cuando estos volvieron en 2009, el hábil mediocentro emprendió su aventura en las inferiores del Manchester United.
Pocos documentos gráficos quedan de las aventuras de los Pogba en Vigo. De hecho, por la red solo se pueden encontrar imágenes de Florentin, el central. Ambos pudieron hacer vida del fútbol, pero su paso por el juvenil celeste acabaría correspondiéndose con sus carreras.
Lejos de Paul…
Florentin, el más exitoso de los dos, terminaría debutando con el primer equipo del Sedan, para posteriormente dar el salto al Saint-Étienne de la Ligue 1 —con el que el destino quiso que se enfrentara a Paul en Europa League—.
Tras cinco temporadas en el equipo francés, cambiaría de equipo llegando al Gençlerbirliği turco, en el que permanece en la actualidad. Debutó con la selección de Guinea en 2010, en la que es un habitual.
Pese a esto, y gracias a que su debut con Guinea fue en un partido amistoso, llegó a jugar varios partidos con la selección sub-20 de Francia, con la que disputó el torneo internacional Esperanzas de Toulon en 2011, en el que su selección alcanzó la final en la que perdieron contra la Colombia de James Rodríguez o Luis Muriel en penaltis.
En aquel partido ‘Flo’ fue titular, coincidiendo en el equipo con el jugador del Brighton, Anthony Knockaert, o el defensa del Nápoles, Kalidou Koulibaly, hoy internacional con Senegal. Aunque su actuación en el partido fue bastante destacada, el defensor fue uno de los jugadores bleus que fallaron su lanzamiento desde los 11 metros.
Cambio de rumbo
Tras disputar el torneo, Florentin no recibió la llamada de la selección mayor y decidió seguir asistiendo a las convocatorias con Guinea, con la que terminaría debutando en partido oficial, cerrando así la puerta a un posible debut con la selección absoluta de Francia.
Por otro lado, Mathias tuvo una carrera más discreta. Pasó sin demasiada fortuna por el Quimper francés, el Wrexham galés, Crewe Alexandra inglés, Pescara italiano, Crawley Town inglés, Partick Thistle escocés y el Sparta Rotterdam holandés. En la actualidad se encuentra libre y en busca de equipo.
Convocado por Guinea en 2013 por primera vez, el delantero fue llamado en un puñado de ocasiones con el equipo africano, pero por el momento no ha conseguido convertirse en un fijo dentro del equipo.