
LUCAS MÉNDEZ VEIGA
El Celta forma parte de la vida de Lucía Taboada (Vigo, 1986) desde antes de tener uso de razón. A medida que fue creciendo entendió que su destino era el de contar lo que ocurre en el mundo, hacer realidad aquellas imitaciones a periodistas famosos en las sobremesas de su casa. Su celtismo le ha ido acompañando en su día a día en Madrid, donde ahora reside y trabaja para la Cadena SER.
Acaba de publicar nuevo libro, ‘Como siempre, lo de siempre’ de la colección Hooligans Ilustradas de Libros del K.O. en el que recoge perfectamente su pasión futbolística y la de muchos aficionados en clave celeste. Sobre todo eso de ‘hacer cosquillas a la gloria’ sin llegar a alcanzarla. Lucía responde a la llamada de Mundo Esférico mientras apura sus últimas horas de vacaciones en casa para charlar sobre sus ídolos adolescentes, redes sociales y esa noticia que aún sueña con contar: la consecución de un título de su amado Celta.
Pregunta: La primera es casi obligada. Tras una temporada nefasta del Celta, ¿estás recuperada del susto? ¿Te ilusiona esta repatriación de canteranos?
Respuesta: Me ilusiona, claro. Es un salto en lo que es la política de fichajes del club. Hasta el momento me parecía errática, no veía una línea de continuidad. Llegaban chavales jóvenes que eran buenos pero no acaban de demostrar su calidad, a lo mejor por su juventud. Para mí, recuperar gente que no solo sea buena… porque sabemos que Denís Suárez es bueno, gente que tenga ese plus de canterano, que sepa lo que es el Celta, es mejor que gente que venga a un club y no sepa lo que es y lo que significa para la ciudad. No sé si se hará lo de Mina, porque he visto que a Maxi le están tentando de nuevo los del West Ham, pero bueno, si retorna Mina junto a Denís, aunque solo sea la intención de que retorne Santi Mina, pues ya me parece un avance en la política de fichajes del club. Lucía
P: Tu amor por el celeste empieza pronto y se ha mantenido a lo largo de los años y en la distancia. ¿Cómo se explica en lugares como Madrid que se puede ser feliz incluso perdiendo mucho y muy a menudo?
R: (Risas) Esto es difícil de explicar para alguien del Real Madrid. Ellos dicen que sufren a su manera. Igual para alguien del Rayo o del Leganés es fácil. En realidad no se explica, yo soy del Celta y punto. Es algo que trasciende a cualquier explicación racional porque si nos pusiéramos en plan racional seguramente lo más sano para ti es ser de un equipo que te haga sufrir un poco menos. Yo siempre digo que la conexión con el Celta en mi casa es sentimental, puramente sentimental, entonces como todo lo sentimental tiene mucho de irracional. A veces también, a pesar de que nos hace sufrir mucho, el Celta nos ha recompensado muchas cosas.
No utilizo Twitter para hablar de cosas muy serias, sino más bien para bromas, darle la vuelta a la actualidad. Supongo que la gente se sentía representada con lo que contaba… para mí fundamentalmente es reírme, y lo hago mucho – Lucía Taboada
P: Me imagino cuántas veces te habrán dicho eso de “Del Celta… ¿y de cuál más?”
R: Sí, sí, más de una vez. Yo siempre respondo ‘Del Celta y ya está’ (risas). Tengo antipatías pero no hay más. Que me resulte antipático el Real Madrid no significa que sea del Barça, que es algo como que se da por hecho. No, no soy del Madrid ni del Barça pero no tengo simpatía por el Real Madrid. Eso no significa ser tampoco del Atlético. Yo soy del Celta y ya. Tengo antipatía por el Dépor, aunque eso sea más explicable pero soy unicamente del Celta.
P: El propio Denís Suárez reconocía estos días notar muy cambiado Vigo, el club, incluso esa grada de Tribuna donde dijiste que empezó tu amor por el celeste. ¿También percibes esos cambios?
R: Al final de temporada pasada noté algo que hacía tiempo que no notaba y es esa conexión entre la grada y el equipo. Vamos, creo que fue fundamental para la permanencia, con todas las campañas de ‘A Nosa Reconquista’… creo que hubo una unión que no se veía desde hace tiempo. Creo que cada vez hay más chavales jóvenes que van a Balaídos y lo sienten como algo propio desde pequeñitos, la grada de animación creo que le da mucha vida al estadio… Aunque hay cosas que son mejorables, creo que el club hace esfuerzos por acercarse a la afición, como por ejemplo esos encuentros que había antes de los partidos con los bocadillos y la música y demás. Creo que sí que algo está cambiando, esa mayor conexión.

P: He leído por ahí que Lucía Taboada iba para pintora pero giró hacia el periodismo. ¿Cómo se fue gestando también esa pasión por contar cosas?
R: No, no. En verdad no cambió porque siempre quise ser periodista. Es verdad que pintaba de pequeña y en una época dudé con hacer las carreras. Después me dije ‘a dónde vas, te estás flipando’… (risas). Abandoné un poco lo de pintar. Mi madre siempre me dice desde que era super pequeña imitaba a los presentadores en las sobremesas y siempre tenía muy claro que quería ser periodista y nunca lo dudé. No sé si es vocación, siempre me gustó escribir y la única duda fue compatibilizarlo con Bellas Artes pero vaya, al final se quedó solo en Periodismo.
P: En el periodismo actual, ¿qué importancia le das a nuevas herramientas como Twitter que tú conoces perfectamente?
R: Mucha, obviamente. Ya no solamente a nivel periodístico como herramienta de difusión de tu trabajo, que me parece poderosísima, sino también a través de los medios que se nutre de las propias redes sociales. Esto tiene todos estos inconvenientes de desinformación, noticias falsas, pero tiene de positivo la inmediatez, muchas cosas que se cuentan primero en redes sociales y después nutren a los medios de comunicación. Es una relación bidimensional.
Hay mucho mejorable, sobretodo los bulos. Muchas veces los propios medios no los controlan y se genera un descontrol mayor. Es algo que tenemos que gestionar mejor y en el periodismo de hoy en día creo que el secreto está en ser más cauteloso con lo que lees y comprobarlo doblemente. Antes a lo mejor las noticias te llegaban por fuentes y la comprobación era más fiable y ahora por redes sociales se dan por hecho cosas que igual después no lo son. Ya es un trabajo que estamos haciendo. A mí la gente que denosta las redes sociales como si fuesen el mal absoluto… no comparto esa visión. Yo con Twitter me divierto, me informo y me desinformo y sirve mucho para ‘promocionarte’, entre comillas, dar a conocer tu trabajo y ser un altavoz. Lucía
La conexión entre la grada y el equipo fue fundamental para la permanencia. Cada vez hay más chavales jóvenes que van a Balaídos y lo sienten como algo propio – Lucía Taboada
P: Hablando un poco de esa faceta más divertida de Twitter. Comentas muchas veces que entraste por la recomendación de amigos y pensabas no durarías más de tres días. ¿Cómo gestionas todo ese crecimiento que has tenido en tu perfil, hoy convertido en referencia en esta red social?
R: La primera sorprendida cuando empecé a ganar seguidores fui yo, eh (risas). La verdad es que no utilizo Twitter para hablar de cosas muy serias, sino más bien para bromas, juegos de palabras, darle la vuelta a la actualidad. No soy una periodista al uso que usa esto para hacer periodismo como tal. Supongo que la gente se sentía representada con lo que contaba y tampoco hago bromas muy de humor negro ni nada por el estilo, más bien costumbristas. No sabría achacar a qué se debe que la gente me siga. Para mí fundamentalmente es reírme, y lo hago mucho. En el momento que deje de hacerlo me iré porque no me compensará. En Twitter sigo a mucha gente de mi profesión pero también a mucha gente que simplemente me hace gracia. Un día así, que esté más de bajón, entro ahí y me echo unas risas. O cuando hay algo importante, un debate electoral, una gala rollo Eurovisión… seguirlo en Twitter es lo más gracioso. Para mí es una vía de escape.
A lo mejor no llega nunca y estamos eternamente en el ‘coma sempre, o de sempre’. También digo que hay algo de especial en el rozar, en el estar siempre con la sensación de que algo está por llegar – Lucía Taboada
P: A nivel periodístico, ¿tienes una entrevista que sueñes con hacer o una noticia que te gustaría dar?
R: Hombre, a ver, ya que estamos hablando del Celta… contar que el Celta gana un título (risas). Y entrevistas un montón. Por ejemplo me encantaría entrevistar a Amancio Ortega, que todavía no se ha producido, y es un personaje que se mantiene muy al margen de los medios de comunicación. Supongo que, como a cualquier periodista, me gustaría entrevistarle. Es un personaje que daría mucho que hablar.
P: Siguiendo con lo del título del Celta… hace un año entrevistamos en Mundo Esférico a Gustavo López y nos contaba que el fútbol le debe una al equipo vigués. ¿Coma sempre, o de sempre?
R: (Suspira) Si te dijese que llegará pronto mentiría. Llevamos casi cien años y aún no llegó. Estuvo hace dos años muy muy cerquita dos veces… y volvió a no llegar. A lo mejor no llega nunca y estamos eternamente en el ‘coma sempre, o de sempre’. En el casi. También digo que hay algo de especial en el rozar, en el estar siempre con la sensación de que algo está por llegar. Como un niño esa noche de Reyes, ese va a llegar. A lo mejor cuando llegue no sabemos ni cómo reaccionar. Nos miramos en plan ‘ya llegó, ¿y ahora qué?’ (risas). Espero que llegue y creo como Gustavo que el fútbol nos debe una y más de una. Pero igual no llega nunca y tenemos que aprender a vivir con esa realidad.
P: Y tras ese amor adolescente que sentiste por el argentino y relatas en tu libro… imagino que habrás tenido ocasión de confesárselo por ejemplo en la redacción de la SER.
R: No, hombre, no. Tanto como mi amor adolescente no. Le he comentado que soy muy seguidora suya pero creo que ahora tiene el libro, igual ahora está un poco asustado (risas). Al margen de mi amor adolescente, que lo cuento también como un chascarrillo, a mí Gustavo más que como futbolista me gustaba como persona, por lo que trascendía fuera del campo. Era un chico que sentía los colores más que ninguno y con un vínculo muy fuerte. Tanto, que después se quedó a vivir en Vigo, sigue muy vinculado al Celta, fue uno de los pocos que se quedó en el equipo tras bajar a 2ª después de jugar Champions… No sé, siempre ha demostrado más de lo que a lo mejor un futbolista suele hacer cuando va a un equipo en el que a priori no tiene ninguna conexión sentimental. Gustavo la creó y creo que todo los celtistas le apreciamos mucho eso.

P: En este libro titulado ‘Como siempre, lo de siempre’, ya como Hooligan Ilustrada de pleno derecho, narras tu pasión por el Celta y cómo viviste en primera persona esos años del Euro Celta. Imagino que de otra forma pero, ¿cómo viviste ese último Euro Celta de Berizzo en el que se volvió a ‘hacer cosquillas a la gloria’?
R: Jolín, fue una etapa muy bonita, un año increíble. Berizzo consiguió crear un bloque de jugadores super unido, se veía como los jugadores se hablaban y se abrazaban y esa unión del vestuario. Creo que el Toto conectaba muy bien con Balaídos y digo en el libro que ha conseguido la unanimidad en Vigo en los halagos. Y es algo muy complicado de conseguir aquí. Siempre hay gente dividida en cuanto a un entrenador o jugador pero creo que nadie te hablará mal de Berizzo en Vigo, vamos, lo dudo muchísimo. Fue una pena la verdad, que nos quedásemos otra vez a las puertas de dos finales. Las de Copa las tiramos un poco, fuimos conservadores. Igual estábamos pensando en otra final. Salí de las semis del Alavés pensando que pudimos hacer más. Sin embargo contra el Manchester no tuve esas sensación. Hicimos lo que pudimos pero enfrente estaba el United que es un equipazo. Tuvimos ahí ese gol de Guidetti, en los últimos minutos que… en fin. Yo me desplacé con el equipo a ver varios partidos de Europa League y fue super especial el partido por ejemplo en Ámsterdam. Realmente, por estadísticas, fue la mejor temporada del Celta, mucho mejores que algunas del Euro Celta.
Me imagino (la consecución de un título del Celta) como la consumación de algo que llevamos tiempo soñando. No sé ni cómo vamos a reaccionar. Sería un alegrón, sobre todo por mi padre que es el que lleva toda la vida como celtista – Lucía Taboada
P: Mencionas también en el libro el tema del fútbol moderno y sus consecuencias. Estaremos de acuerdo en que una de las notas más positivas y esperanzadoras es ese crecimiento imparable del fútbol femenino. ¿Cómo valoras tú todo lo que se está logrando? ¿Qué opinas de que el celeste sea de los pocos colores que no veamos en la próxima Liga Iberdrola?
R: Pues creo que ya era hora. Tengo la espina clavada de la sección femenina del Celta, que no termina de cuajar. Terminará siendo una realidad, es inevitable, ahora que también el Real Madrid lo ha anunciado. El Celta no se puede quedar atrás en eso, si es un problema de infraestructuras pues que se construyan aunque me da que no es por eso. Creo que habría formas de adaptarlos. Si hay un niño que ve esos jugadores y dice a su madre que de mayor quiere ser como ellos, que quiere entrar a jugar en la cantera del Celta, no sé por qué una niña sigue sin poder hacerlo.
Es un poco lo que me pasó también a mí de pequeña, como no había equipo femenino, como no había mucho seguimiento del futfem pues tampoco lo practiqué. Creo que cada vez más las niñas podrán decir eso de ‘mamá quiero jugar al fútbol’, porque ya pueden hacerlo, por fin. Falta profesionalizarlo muchísimo porque todavía no hay convenio. Hay muchísimas lagunas, ya no hablo solo de sueldo, hablo de vacaciones, maternidad. Muchos temas que hay que regir y hacer que las futbolistas sean profesionales y no se dediquen a dos trabajo. Que vivan únicamente del fútbol. Es verdad que la atención mediática está acompañando a que se profesionalice, si cada vez genera más ruido, más atención de anunciantes y promotores pues al final es como una rueda y seguirá al alza. Es inevitable, ya hay niños que se conocen nombres de jugadora de la Selección Española, que era algo impensable hace años.
Creo que cada vez más las niñas podrán decir eso de ‘mamá quiero jugar al fútbol’, porque ya pueden hacerlo, por fin – Lucía Taboada
P: También le dedicas un capítulo en el libro a la rivalidad del Celta con el Deportivo, que un poco retroalimenta a ambos clubes. ¿Eras de las que quería el ascenso del club coruñés este año?
R: Sí, vamos, lo digo en el libro. Siempre quiero que el Dépor esté en Primera si el Celta está en Primera, y por debajo de nosotros, eh. Tampoco nos vamos a… (risas). Se me queda la pata cojísima cuando no hay derby. La temporada pasada ya fue una pena y esta también. Yo sí que quiero que el Dépor suba porque quiero ese salseo de enfrentamiento con ellos. La rivalidad siempre es más bonita cuando estamos en la misma categoría. Obviamente hay una parte de mí que se alegra un poco con sus sinsabores, pero ya te digo, mejor cuando estemos en la misma categoría. Nosotros por encima de ellos, ganándoles los derbis pero en la misma categoría, para que la alegría sea más completa. Ahora es muy descafeinado, te alegras pero no, quieres competir contra ellos. Lucía Lucía

P: Sé de buena mano que sois muchos celtistas en Madrid aunque también imagino la cantidad de deportivistas que habrá por la capital. ¿Cómo se vive esa rivalidad allí con arduos defensores del eterno rival?
R: Sí, coincidimos bastante. Hubo una temporada en la que el sitio donde nos juntábamos para ver los partidos del Celta, una peña llamada Morriña Celeste, en la planta baja se juntaban los del Dépor. Digamos que compartíamos el mismo restaurante para ver los partidos. Recuerdo un derby con los del Dépor en la planta de abajo y los del Celta en la planta de arriba que fue muy divertido. Cuando marcamos empezamos a saltar para que nos escucharan, cuando marcaron ellos hicieron lo propio. Creo que ese fue un empate. El pique en la distancia es mayor y por eso también echo de menos que estén en Primera. A veces también hacemos xuntanza de periodistas gallegos en Madrid para ver algún partido y siempre es un motivo para ver a gente que no ves a menudo y está muy divertido. Este año, pues Dépor – Lugo… otra vez (risas).
La rivalidad con el Dépor siempre es más bonita cuando estamos en la misma categoría. Nosotros por encima de ellos, ganándoles los derbis pero en la misma categoría para que la alegría sea más completa – Lucía Taboada
P: Sabemos que los futbolistas hoy en día viven muy encorsetados en sus declaraciones pero, ¿con qué futbolista te sientes más representada? ¿Con cuál te irías, por ejemplo, de fiesta?
R: (Se lo piensa) Con cual me siento más representada… Cada vez está más difícil que se salgan del guión, eh. Bueno, creo que con Aspas, es consecuente con lo que cuenta. Es más responsable que hace años, que a lo mejor era más joven y decía lo primero que se le pasaba por la cabeza. Ahora si tiene que rajar raja y si tiene que decir algo bueno lo dice. Para mí sigue siendo un jugador que no tiene pelos en la lengua y ejerce de segundo capitán digamos. Hugo Mallo también es un jugador que si tiene que abroncar a un compañero lo hace, no sé. Por personaje siempre he dicho Guidetti. Es muy espontáneo, te puede salir por cualquier lado en cualquier entrevista y ese sí que no tiene pelos en la lengua. Diría Guidetti, tiene que ser muy divertido de fiesta. Lucia
P: Empieza a haber consenso entre el celtismo con que Aspas es el mejor jugador de la historia del club, ¿no? ¿Qué otros jugadores han marcado tu afición por el Celta?
R: Gudelj y Ratkovic eran dos jugadores que recuerdo bien porque mi padre era amigo de Ratkovic. Directamente conocimos, a través de uno, al otro. Cuando mi hermana tenía siete años mi padre nos llevó a conocer a Gudelj a su casa, por el cumpleaños de mi hermana. De pronto, llamamos a un timbre que no sabíamos donde estábamos y nos abre la puerta Gudelj. Estuvimos en su salón, fue super amable. Era super pequeña, igual tenía seis años pero me acuerdo perfectamente, eh. Tengo las fotos en mi casa. Gudelj siempre me pareció super sensato y encantador. De Mazinho y sus hijos… hay una imagen super tierna de la TVG que se ve a Thiago y a Rafinha correteando cuando tenían tres o cuatro años. Obviamente Mostovoi, Revivo, Nolito… habría muchísimos. Un jugador que a mí me despertaba mucha simpatía era Catanha, no te podría decir solo uno. Del período actual indudablemente Iago aunque también como te digo Hugo, Oubiña, una pena su lesión…
Siempre digo que la conexión con el Celta en mi casa es sentimental, puramente sentimental. Entonces, como todo lo sentimental, tiene mucho de irracional – Lucía Taboada
P: Para acabar, aunque quizá sea recurrente, ¿cómo se imagina Lucía Taboada ese día en el que se diga el definitivo ‘desta vai’? (“De esta va”, expresión gallega usada para definir que es la ocasión definitiva en la que se conseguirá algo)
R: Me imagino como la consumación de algo que llevamos tiempo soñando. No sé ni cómo vamos a reaccionar, creo que me quedaría unos días en shock (risas). Como cuando te pasa algo muy bueno, que tardas en asimilarlo, pues igual. Sería vamos, un alegrón, sobre todo por mi padre que es el que lleva toda la vida como celtista. Más de sesenta años y todavía no lo ha visto. Yo viví de inmediato los años buenos del Celta pero mi padre se ha chupado partidos en los 70 y 80, que bueno, eso sí es fidelidad. Me alegraría mucho por él, también por mí, por todo el celtismo. Es algo que nos merecemos ya.