El cardenal Voiello, llamado así por la mítica publicidad del Napoli de los 90, es uno de los personajes más futbolísticos del elenco de Paolo Sorrentino | Fuente: Instagram de Paolo Sorrentino
El cardenal Voiello, llamado así por la mítica publicidad del Napoli de los 90, es uno de los personajes más futbolísticos del elenco de Paolo Sorrentino | Fuente: Instagram de Paolo Sorrentino
LUCAS MÉNDEZ VEIGA

@LMendez8

Fue Ewan McGregor quien introdujo el orgullo de una vida para Paolo Sorrentino. El regista italiano consiguió en 2014 su primer Óscar por La Grande Bellezza. «Thank you to my sources of inspiration: Federico Fellini, Talking Heads, Martin Scorsese and Diego Armando Maradona«, dijo el director napolitano ante las risas del anfiteatro angelino de la Academia y de su fiel compañero de reparto, el afamado actor Toni Servillo.

Dignificar el esférico en la gran pantalla

La relación del fútbol con el cine siempre ha sido tirante. En el debe del deporte está la adaptación al gran formato. Algunos directores y críticos de cine aluden grandes diferencias insalvables entre los tempos del deporte rey y los de los largometrajes a la hora de encontrarse en un gran proyecto que dignifique y una para siempre ambas disciplinas artísticas.

 

No cine, o problema é que hai un concepto de circo, que o fútbol distrae doutras cuestións, cando non debería ser así. Hai afeccións futbolísticas moi lúcidas en canto a reivindicacións […] O fútbol sempre foi moi mal levado as pantallas, non sei cal é a razón. Quizais tamén haxa que rodar ós malos do fútbol. Aínda estou esperando unha película de fútbol que me faga dicir que esta sí é unha gran historia – Carlos Blanco para Mundo Esférico

El principal material cinematográfico que casa con éxito con el fútbol estamos empezando a descubrirlo en la era del contenido a la carta. Plataformas como Amazon Prime Video o Netflix ya apuestan por grandes documentales biográficos de perfiles tan sugerentes como Anelka o Tévez y equipos de todas las índoles pasionales: desde un denostado y poco exitoso Sunderland, pasando por el Leeds de Bielsa o los todopoderosos Juve, Boca Juniors, Manchester City o la Selección Brasileña.

En Italia, Paolo Sorrentino estrenará en 2021 el primer largometraje específicamente sobre fútbol. Para el director napolitano, la consideración del esférico es más como instrumento del espectáculo que como fin cinematográfico en sí. De este modo lo ha venido reflejando en una carrera que le ha aupado como uno de los creadores de cine más interesantes y comentados de la última década. «El partido de fútbol tiene mucho en común con una película. Hay una narración, técnicas, tácticas, trucos, engaños y un final que no viene dado, que nadie conoce. Entonces, el fútbol es una bellísima variación del cine«, declaró el cineasta en una entrevista a Sky Tg24 el pasado mayo.

El propio Sorrentino da una importancia mayúscula al balón como elemento cultural y da la sensación de que no ha querido aventurarse a dedicarle un film hasta haber desarrollado unas capacidades artísticas propias que le diferencian en el mundo de la gran pantalla. Hasta ahora, siempre lo ha insertado en sus grandes creaciones, una mezcla de provocación y de reivindicación exagerada a la italiana. Con È stata la mano di Dio, elevará el fútbol a su máximo exponente, dándole dignidad de maestro.

La película será «íntima y personal» a ojos del cineasta. Se ambientará en lugares de la Napoli de su infancia, entre el barrio de Vomero y el Lungomare Caracciolo. En su carrera como regista, Sorrentino ha desarrollado una misteriosa historia poética con el fútbol y el ídolo de su ciudad, Maradona.

Cómo Maradona ‘salvó’ la vida de Sorrentino

El director jamás olvidará su primer amor. «Era el verano de mis 14 años y estaba solo de vacaciones en Inglaterra. Llamaba a casa cada tres días y en uno de esos, mi padre me dijo que el Nápoles había comprado a Maradona. Después de una pausa —era un hombre que siempre mantenía una cierta distancia— me dijo: ‘Ya he hecho los abonos para el próximo año’ «, declaró el cineasta a la revista So Foot en 2015.

Ahí comenzó la pasión. Desde ese momento en el que pisó el viejo San Paolo, el joven napoletano empezó a sopesar la idea de acompañar a su equipo en los partidos a domicilio. Le parecía una idea mucho más atractiva que pasar los fines de semana en la casa de la montaña de sus padres, en Roccaraso. En una de esas ocasiones, a punto de salir para tierras toscanas con sus amigos para presenciar un Empoli-Napoli, el portero de su casa de infancia en la ciudad del Vesubio timbró. «Pensaba que era mi amigo, que venía a buscarme. En cambio, me di cuenta que había sucedido una tragedia«. Cuando contaba con 16 años, Sorrentino perdió a sus dos padres, debido a la combustión de una estufa mientras dormían.

 

A me, Maradona ha salvato la vita – Paolo Sorrentino en Il Corriere della Sera

Así comienza la relación del joven Sorrentino con el ídolo de una vida al que después ha ido dando relatos dentro de sus films más afamados. Solo así se entiende el homenaje en su película del mismo año 2015, Youth, La giovinezza. En ella, un director de orquesta decide retirarse a un complejo hotelero de los Alpes suizos donde recibe varios encargos, entre ellos uno de la Reina Isabel II. La película reflexiona sobre la ilusión y la vulgaridad de la fama, apagada y olvidada con el transcurrir del tiempo.

Entre los huéspedes del hotel suizo, el ‘Sudamericano’ (como se le presenta en la película). El actor argentino Roby Serrano interpreta a una especie de Maradona bastante pasado de peso, con problemas respiratorios crónicos y un tatuaje de Karl Marx en su hombro izquierdo en lugar del auténtico y característico del Ché Guevara en el derecho. Un argentino, casado con una tal Claudia y simpatizante del Partido Comunista.

La fantasía, la nostalgia del pasado y el sentimiento de soledad son los elementos sorrentinianos por excelencia. Solo así se explica la gran incursión del Napoli y Maradona, amores de juventud y de vida, en otra de sus grandes títulos, esta vez en formato serie de televisión para HBO. En The Young Pope (al igual que su secuela The New Pope), Paolo Sorrentino presenta los problemas de la iglesia católica encarnados en un cardenal despiadado y meticuloso que solo disfruta, en los momentos de asueto del cargo cardenalicio, con su equipo. El balón como liturgia.

«Me habrá seguramente denunciado el propietario del restaurante Er Core di Roma. La semana pasada dejó caer que Maradona todavía se droga. Lo injurié, le dije ‘Cara de mierda, no te permitiré pronunciar más el nombre de Dios en vano», comenta Voiello en esta escena de la serie sorrentiniana.

Angelo Voiello, interpretado por el actor Silvio Orlando, recibe llamadas en su iPhone con L’estate sta finendo de Righeira como tono de llamada, dejando ver una funda customizada en azul celeste en homenaje a Hamsik, Higuain e Insigne. Además, el cardenal se ilusiona con un Scudetto del equipo partenopeo —el propio Sorrentino declaró rodar una escena en la que el cardenal celebra el título en una fuente del Vaticano— mientras lee Il Corriere dello Sport.

Como contacto con el arte, Sorrentino encontró en el fútbol un nexo de unión con su ciudad y el máximo exponente de su equipo en la historia. Maradona como puente de la napolenità y el cine. Solo así se explica que El Diego haya marcado la vida del cineasta en la tragedia y le haya proporcionado algunas de las escenas más brillantes de su carrera cinematográfica. Con su nueva película, escribirá una nueva historia que una ambos mundos culturales: cine y calcio.

 

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