DAVID FERREIRO PÉREZ
En 1899 abandonaron la isla de Filipinas los últimos españoles que allí quedaban tras un año entero encerrados en una iglesia, ajenos a la realidad y ‘luchando’ por su defensa. Fue el principio de la independencia del país, que desde un año antes ya había declarado su libertad.
Ahora, más de un siglo después, varios son los jugadores españoles que han ‘echado raíces’ en la isla, aunque con una sutil diferencia; ahora visten los colores del equipo nacional asiático.
La historia de los últimos de Filipinas es de sobra conocida. Aquel grupo de unas 60 personas que se ‘confinaron’ en la Iglesia de San Luis de Tolosa de Baler como símbolo de la resistencia española en la isla. Pasaron los días y, aunque les notificaron que el conflicto había terminado, ellos no abandonaban su refugio por miedo a que se tratara de una farsa. Mucho ha llovido desde entonces.
Idas… y venidas
¿Y que tendrá todo esto que ver con el fútbol? Pues que más de un siglo después, ahora son los españoles los que regresan a la isla y muchos lo hacen para quedarse. De aquel territorio, en su día español, todavía quedan resquicios en nuestros días. Por ello, no es de extrañar de que haya personas en el país ibérico que tienen, en sus raíces, sangre filipina.
Como la selección de las islas es una de las más débiles del mundo (su mejor puesto en el ranking FIFA es, a fecha de la publicación de este artículo, un 111º puesto) decidieron reforzarse ofreciendo a los jugadores de ascendencia filipina la posibilidad de jugar con los colores nacionales.
Así, con los azkals han jugado futbolistas de orígenes tan dispares como Italia, Alemania o, por supuesto, España. Al estar hablando de grandes seleccionados, la gran parte de estos jugadores se desempeñan en niveles inferiores, por lo que representar a su país de nacimiento es poco más que una quimera.
Y así surgieron los nuevos ‘últimos de Filipinas’, un nutrido grupo de futbolistas españoles que defienden con orgullo la casaca blanca del país isleño. De hecho, en los últimos años, han sido un total de ocho los jugadores que han viajado a Manila en alguna ocasión citados por el seleccionador nacional.
Una oportunidad en las antípodas
Pero como casi siempre en la vida, no se debe a una mera casualidad. La selección filipina es una de las más débiles de la AFC, por lo que hace unos años decidieron llevar a cabo un ambicioso plan que les serviría para aumentar no solo el nivel de su selección, sino también el nivel de los jugadores locales. Este plan consistió en empezar a convocar para el seleccionado nacional a jugadores de otras partes del mundo con orígenes en la isla y cuyo nivel no era el suficiente para aspirar a representar a sus países de nacimiento.
De esta manera, en los azkals empezaron a ser comunes los apellidos de origen internacional. Llegaron varios ingleses y alemanes, siendo los grupos más nutridos junto a los españoles, pero también jugadores nacidos en Dinamarca, los Emiratos Árabes Unidos, Australia, Suiza o los Estados Unidos, solo por citar unos cuantos.
El nivel de la liga local empezó a aumentar, siendo una opción interesante para todos los migrantes del balón, y los frutos no tardaron en ver la luz. En 2019, la selección de Filipinas conseguía el que, hasta la fecha, es su logro más notable; clasificarse por primera vez para la Copa de Asia. En su convocatoria, tres spaniards: Javier Patiño, Carli de Murga y Álvaro Silva.
Filipinas quedó encuadrada en el grupo C con Corea del Sur, China y Kirguistán, siendo uno de los más complicados. Su participación fue poco más que testimonial, ya que no consiguieron puntuar y apenas sumaron un gol en su marcador. Aunque quizás el mayor hito fuera su simple clasificación para el torneo, tienen una buena base sobre la que trabajar de cara al futuro.
Los pioneros
Aunque en este momento haya un total de ocho jugadores nacidos en España que han defendido la camiseta filipina en los últimos años, hace tan solo una década no era tan común. El hielo lo rompió el malagueño Ángel Guirado, uno de nuestros grandes trotamundos.
No por nada, ha pasado por una infinidad de equipos en España además de varias aventuras en países como Islandia, Tailandia, India o Malasia. Recibió la llamada de la selección gracias a su madre, nativa filipina, en febrero de 2011.
El siguiente en esta lista sería el defensor gaditano Carli de Murga, cuya madre también había nacido en territorio filipino. De Murga recibió la llamada a finales de ese mismo 2011 y terminó yéndose a jugar a la liga local en enero del año siguiente, en la que se pasó siete temporadas antes de irse a jugar a Tailandia.
Entre medias, le llegó la convocatoria a Juan Luis Guirado, conocido como ‘Juani‘, hermano mayor de Ángel. Fue en abril de 2011, pero diversos problemas postergaron su debut hasta casi un año después, ya en 2012.
A Javier Patiño le llegó la convocatoria casi por casualidad. Tras una carrera en la que parecía escalar de modesto en modesto, pasando por el Alcobendas y el San Sebastián de los Reyes. Al delantero le llegó la oportunidad y dio el salto a Segunda, defendiendo los colores de un Córdoba que coqueteaba con la posibilidad de ascender a Primera.
En su última campaña en España (2013), Patiño partió en enero dirección Xerez en una cesión de la que no regresaría gracias al interés de un gigante tailandés; el Buriram United. Ese mismo año le llegó la propuesta de los azkals gracias a su madre, oriunda de las islas y motivado por el ya citado Juani.
Spanish azkals
En 2014 sería el turno para el defensa Álvaro Silva, originario de la provincia de Jaén y con una abuela nacida en el país asiático. Fue uno de los tres elegidos para la Copa Asia de 2019 (junto a Patiño y a Carlie). La llamada le llegó tras destacar en países tan dispares como Kuwait, Corea del Sur, Rumanía o Azerbaiyán.
Después de la Copa Asia llegaron los nuevos refuerzos a principios de año. El marbellí Kike Linares (UD San Pedro actualmente), primo de Álvaro Silva, José Ángel Carrillo (actualmente en el CD Lugo), natural de Murcia y que fue llamado por Filipinas tras comprobar que uno de sus bisabuelos era nacido allí, y Diego Bardanca, leonés del ND Gorica con orígenes en el país por parte de uno de sus abuelos.
Y por si fuera poco, otro de los nuestros parece estar a punto de engrosar esta extensa lista. Se trata del extremo ‘Bienve’ Marañón. El atacante lleva rompiéndola en el United City (antes conocido como el Ceres Negros) desde 2015, ganando cuatro ligas. El originario de El Puerto de Santa María (Cádiz) podría optar por obtener la nacionalidad y convertirse en el noveno español en jugar para los azkals.