Eduardo Gallardón, la figura más importante de la historia de Los Andes | Cedida
Eduardo Gallardón, la figura más importante de la historia de Los Andes | Cedida
CARLOS RODRÍGUEZ LÓPEZ

@Carlosrlop

A un club no lo hacen grande sus títulos, sus triunfos o las estrellas que hayan vestido su camiseta. Lo hace grande su historia. La del Club Atlético Los Andes estaba destinada al olvido, pero apareció un hincha con ganas de reivindicar aquello por lo que otros tanto lucharon, Pablo Varela, que con motivo del centenario fundacional decidió recogerla en un libro: “No se ha preservado nada. Una inundación en los 80 llegó a perder el acta fundacional del club. No se sabía quién es el jugador con más partidos, con más goles en la historia…. Fue un trabajo de hormigas”

Con la ayuda de Pablo, reconstruimos parte de esa historia, la más cercana a la cultura. Esa para la que una revista, Carlos Gardel, los bailes y, sobre todo, el emprendimiento de Eduardo Gallardón, fueron fundamentales.

Un equipo de revista

En 1916 Argentina ya jugaba a la pelota. No había canchas en los barrios así que un par de marcas en las paredes, el marco de un portón o dos piedras en el suelo definían los límites de las porterías. En Lomas de Zamora, al sudeste del gran Buenos Aires, la lechería de la familia Gallardón era uno de los enclaves más frecuentados para jugar. Eduardo, el menor de la saga, no faltaba a una pachanga.

El pequeño de los Gallardón era un chico inquieto, siempre interesado en lo que acontecía en el mundo, por mucho que solo fuese un adolescente. La casualidad había puesto a un par de jóvenes con una forma muy similar de ver la vida en su camino, Marco Parizzi y Eusebio Langet. Los tres fueron compañeros en la escuela desde la infancia y fundadores, en 1917, de un nuevo club de fútbol, el Club Atlético Los Andes.

Lo primero que supieron fue el nombre de la futura entidad. En junio de 1916, cuando la idea de crear un club comenzaba a cobrar peso, Eduardo Bradley y Ángel María Zuloaga cruzaron Los Andes en globo por primera vez en la historia. La hazaña fue todo un orgullo para el pueblo argentino y, cómo no, para ese grupo de amigos de Lomas que veían a Bradley y Zuloaga como auténticos héroes. En homenaje a la proeza, bautizaron al club como Los Andes.

Los primeros años fueron complicados. Con suerte conseguían  reunir a 12 jugadores que se enfrentaban en dos equipos de seis, casi siempre en torno a la lechería Gallardón. Hubo varios ademanes de dejar morir el proyecto, pero entonces apareció Nuevas Ideas, la revista de Gallardón, Parizzi y Langet.

La publicación, de carácter quincenal, era un folletín mecanografiado en el que exponían sus opiniones acerca de lo que estaba pasando en el mundo, breves piezas literarias… y las primeras crónicas de Los Andes. La revista era el empujón definitivo que necesitaban estos amigos, el estímulo para convertir a Los Andes en uno de los equipos punteros de Argentina, pero entonces llegó la tragedia.

Primeras crónicas futboleras en el primer ejemplar de la revista Nuevas Ideas, de la que solo se publicaron nueve números. Gallardón, Pariizzi y Langet la iban prestando a sus amigos y conocidos para que todo el mundo pudiese leerla | Cedida

Primeras crónicas futboleras en el primer ejemplar de la revista Nuevas Ideas, de la que solo se publicaron nueve números. Gallardón, Pariizzi y Langet la iban prestando a sus amigos y conocidos para que todo el mundo pudiese leerla | Cedida

Una tarde de 1920 los tres amigos circulaban por la ciudad de Tigre en una moto con sidecar. El hombre que se la arrendó había sido firme respecto a la peligrosidad que entrañaba que los tres la ocupasen, pero omitieron las advertencias. Cuando apenas llevaban unos minutos rodando, impactaron contra un carro de caballos. Langet y Parizzi fallecieron en el acto. Gallardón sobrevivió milagrosamente tras salir despedido a más de 30 metros.

Asentamiento, Gardel y los carnavales

La muerte de sus dos mejores amigos sumió a Gallardón en una profunda depresión. Casi dos años después, entrado 1921, decide continuar con el sueño común inscribiendo al club en la AFA. Los Andes arrancaba su andadura oficial desde lo más bajo del fútbol argentino. El siguiente paso fue el cambio definitivo de los colores: se sustituyó el azul por el blanco con rayas rojas, lo que valdría al club el sobrenombre de ‘milrayitas’.

Entre 1925 y 1930 Lomas de Zamora se convertirá en uno de los centros de la actividad cultural en Buenos Aires gracias a Los Andes. El club es uno de los pioneros en organizar espectáculos culturales en su sede y la gente responde acudiendo en masa. “Venían las mejores orquestas del momento todos los sábados. También se pasaban películas, era un acontecimiento cultural. Más de una familia lomense los padres se conocieron en esa fiesta. Es muy común escuchar  ‘Yo me conocí con mi señora en un baile de Los Andes’” recuerda Varela.

Una de las primeras sedes del club, la de Carlos Pellegrini | Cedida
Una de las primeras sedes del club, la de Carlos Pellegrini. Algunos eventos culturales organizados por Los Andes lograron reunir a más de 10.000 personas | Cedida

Con motivo del carnaval de 1933 se produce una de las actuaciones más especiales, la de Carlos Gardel. Al día siguiente de la actuación, Gallardón llevará a la casa de su madre una guitarra que El rey del Tango había olvidado en el Teatro Español, donde se celebró su actuación. Además, le hará entrega de un carnet de socio honorífico del club, gesto que todavía hoy llena de orgullo a la afición del club.

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Los Andes comienza en estos años a forjar su imagen de ‘equipo ascensor’, algo que le acompaña todavía en la actualidad. Por cada descenso de categoría con Gallardón como presidente (no serán pocos, ocupará el cargo en hasta nueve periodos distintos hasta su muerte), el club acometerá una gran obra en la sede. Ese es el plan del fundador para atraer a más socios y, en consecuencia, mayores ingresos cuando las cosas no vayan bien. Entre las construcciones más destacadas, la de las primeras piscinas olímpicas que hubo en la zona.

A partir de la segunda mitad de los 60, el aumento de oferta en otras latitudes provoca una menor actividad cultural por parte del club. Aún así, desde entonces se organizará algún que otro festival musical en el Estadio Eduardo Gallardón, cancha de Los Andes. Por el templo milrayita pasarán artistas de la talla de Mercedes Sosa, Charly García o Luca Prodan, que fallecerá dos días después de su actuación en el Estadio Gallardón.

El fútbol y el presente

Los Andes cuenta con tres ascensos a Primera División y siempre ha tenido un notable apoyo popular, independientemente de la categoría en la que milite. En 2019, en el último derbi contra Temperley en Primera B (2ª división), congregaron a 25.000 personas.

Actualmente, Los Andes milita en la tercera categoría argentina, aunque su hábitat natural es la segunda, donde han pasado el mayor número de temporadas. Atrás quedaron recitales, cine, bailes y sueños de convertirse en uno de los mejores clubes del país. Son tiempos para sobrevivir echando de menos a Gallardón, a Banfield —rival histórico al que no se enfrentan desde hace 20 años— e incluso aquellos tiempos que nunca llegaron, los del club asentado en la Primera División.

Habrá quien piense que esto convierte a Los Andes en un equipo pequeño. Si lo hacen, habrán olvidado que es lo que hacía grande a un club: su historia. 

Estadio Eduardo Gallardón | Fuente: Infobae
Estadio Eduardo Gallardón | Fuente: Infobae

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