Este artículo puede contener incorrecciones temporales ya que fue publicado en 2019
Diego Seoane en un partido de pretemporada con el Dacia | Fuente: marcadorint.com
Diego Seoane en un partido de pretemporada con el Dacia | Cedida
DAVID FERREIRO PÉREZ

@ferrekt

Muchos son los futbolistas que deciden buscar en el extranjero experiencias novedosas en sus carreras. Algo diferente, probar nuevos retos. Inglaterra, Italia o Alemania suelen ser los destinos más frecuentes, pero otros futbolistas prefieren una experiencia más singular en un país diferente. Este fue el caso de Diego Seoane (Ourense, 1988), que decidió hacer las maletas tras toda una carrera en España para probar la Liga Moldava (Divizia Națională), en la que se enroló durante un año en las filas del FC Dacia Chișinău.

Tras toda una carrera en España, debutando en Primera División con el Deportivo de la Coruña, y pasando por equipos como el Córdoba, Lugo o Ponferradina, el lateral Diego Seoane se lanzó a la aventura y decidió probar fortuna en el extranjero. Lejos de los destinos típicos, el ourensano se marchó a la Divizia Națională, primera división de Moldavia, para vivir una experiencia diferente de la mano del FC Dacia Chișinău, equipo en el que estuvo durante casi un año. El ahora jugador del Racing de Ferrol nos cuenta su experiencia en la capital moldava.

Pregunta: ¿Cómo surgió la oportunidad de fichar por el Dacia en 2017?

Respuesta: Tuve problemas con mi representante anterior y decidí cambiar de representante en los meses que estuve sin equipo, al dejar la Ponferradina en 2016. Surgió la oportunidad de salir al extranjero, que era algo que quería probar antes de acabar mi carrera. Cuando me contactaron tenía 29 años y pensé que era el momento de probar algo nuevo y bueno, me lancé allí, a Moldavia, porque estuvieron muy interesados. Pasé ocho meses allí hasta que debido a una lesión en el pubis decidí volver. Fue una oportunidad de conocer el extranjero y cuando mis nuevos representantes me dijeron que había una oportunidad allí, la cogí sin problemas.

P: ¿Qué fue lo que te convenció para dar el salto?

R: Yo quería probar el fútbol extranjero, porque el futbolista español está muy bien valorado en el extranjero, algo que puedo decir que es verdad y bueno, quería probar otras formas de vida y otras maneras de ver el fútbol. Evidentemente es mejor, en lo que es fuera de España, más Europa que Moldavia, pero es una experiencia más.

P: ¿Cómo definirías el sistema de competición? Es un poco diferente a lo que estamos acostumbrados aquí.

R: Cuando estuve eran diez equipos y se jugaba a tres vueltas, aunque cuando yo llegué ya estaba empezada la liga. También se hace un parón en los meses de invierno, porque allí no se puede jugar por la nieve. Es una liga menos profesionalizada, eso sin duda, la gente sigue menos el fútbol pero bueno, lo llevan a su manera. También por temas como los meses de parón, que para mí era algo novedoso, aunque al incorporarme después de este tampoco lo viví mucho. Tuvimos poco descanso al acabar la liga, unos diez días o menos, porque en junio ya teníamos que preparar la previa de la Europa League y eso te trastoca un poco la preparación física.

 

Cuando me contactaron tenía 29 años y pensé que era el momento de probar algo nuevo y me lancé a Moldavia […] fue una oportunidad de conocer el extranjero

P: ¿Cómo definirías la experiencia para ti?

R: En un principio fue positiva, aunque después en julio busqué salir porque acabaron contrato jugadores importantes que eran internacionales con Bulgaria o así y jugaban bien. Vi un poco lo que se podía avecinar, después la siguiente temporada no empezó tan bien como me esperaba, ellos no me dejaron salir y bueno, tuve que quedarme hasta que por una lesión de pubis y mi insistencia en salir acabaron cediendo. Realmente lo que te lleva a allí es competir y poder ganar la liga, algo que veía que con el equipo nuevo no se podía hacer, por lo que quería salir. Entre mi insistencia y la lesión acabaron dejándome hacerlo.

P: ¿Cómo viste el nivel del fútbol moldavo?

R: Es una liga nada comparable a España. Tienen una característica y es que son muy agresivos. El equipo a batir allí es el Sheriff Tiraspol, que por ejemplo el año pasado llegó a fase de grupos de Europa League y estuvo a punto de pasar de ronda. El año que llegué le hicimos frente, ganándole un partido y empatando otro. Yo creo que merece la pena irse si es a un equipo como ese, que puede competir por entrar en Europa.

P: ¿Cuáles son para ti las principales diferencias entre la liga moldava y la española?

R: Son muchísimas; el nivel de profesionalidad, los campos; aunque yo no me puedo quejar porque allí teníamos dos campos de entrenamiento muy buenos, el posicionamiento táctico, la hora de preparar un partido, de posicionarse… Los jugadores están muy verdes, quizás un juvenil aquí en España puede estar más preparado que un veterano en Moldavia en cuanto a aspectos tácticos, refiriéndome a los jugadores en general, no a los internacionales moldavos. Técnicamente también hay diferencia pero bueno, notaba quizás más desorden en el tema táctico y posicionamiento, era muy verde.

P: ¿Hay mucha diferencia en la propia liga entre equipos como el Dacia o el Sheriff?

R: Cuando estuve allí, al momento de mi llegada, podría decir que teníamos mejor equipo nosotros, aunque después en junio con las salidas de jugadores importantes sí que se creó una diferencia entre ellos y nosotros. Son un equipo que siempre tiene brasileños y extranjeros, muy bien pagados, por eso la gente va a allí. De febrero a junio ganamos uno, empatamos otro y en la final de desempate perdimos a penalties pero pienso que teníamos mejor equipo nosotros. Después, sí que hay mucha diferencia entre uno o dos equipos y el resto.

P: ¿Cuál era vuestro objetivo?

R: Cuando llegué en febrero era ganar la liga. Estábamos a ocho puntos, que los remontamos, y nuestro objetivo era ganar la liga. Si lo haces, entras en previa de Champions y sino en Europa League. Después nuestro objetivo fue prepararnos para la Europa League, pero es muy complicado porque tienes que pasar cuatro fases previas para entrar a la de grupos. Con el equipo de febrero, no con el de junio, no descartaría pasar alguna de esas fases previas.

Diego Seoane (primero por la izquierda en la fila de abajo) en un partido con el Dacia | Fuente: marcadorint.com
Diego Seoane (primero por la izquierda en la fila de abajo) en un partido con el Dacia | Cedida

P: ¿Cómo definirías a la afición moldava, muy diferente?

R: Era algo extraño porque nosotros entrenábamos en la capital, Chisináu, pero jugábamos a una hora de allí, en un pueblo, por lo que asistía poca gente. La verdad es que asistía gente cuando jugabas en el centro y, por ejemplo, cuando jugamos la final, que era como un partido de desempate que se dio al llegar empatados a puntos. Estaba lleno el campo.

P: ¿La final qué fue, contra el Sheriff?

R: Sí, empatamos 1-1 y después de la prórroga nos fuimos a penalties.

P: ¿Cómo definirías tu adaptación al estilo de vida moldavo? ¿Es muy distinto del español?

R: Sí, es muy distinto porque bueno, el primer impedimento ya es el idioma. Allí hablan ruso y rumano, y del rumano entiendes algo pero el ruso ya se hace imposible. El segundo impedimento es que noté a la gente bastante cerrada, no es que se preocupen en exceso por los extranjeros en el propio país. En el equipo en si, sí, pero bueno, el acercamiento al extranjero no era el ideal para amoldarte a la ciudad y el estilo de vida, que es muy distinto. Sinceramente como España, de los sitios en los que estuve, en ningún sitio. Además, no es un país excesivamente desarrollado y existe mucha mafia.

 

Quizás un juvenil, aquí en España, puede estar más preparado que un veterano en Moldavia en cuanto a aspectos tácticos

P: ¿Cómo ven al futbolista español?

R: Lo ven muy bien, la verdad yo no tenga queja ninguna cuando estuve allí y me trataron bien, pero el idioma era un impedimento grande. Aún así, me trataron muy bien y la verdad es que al futbolista español lo ven con muy buenos ojos, siguen al Real Madrid y al Barcelona, los televisan allí… En definitiva, el futbolista español, como creo que en casi todo el mundo, está muy bien valorado.

P: ¿Volverías a tener otra experiencia en el extranjero?

R: Más hacia lo que digamos Europa cercana podría pensarlo, pero mi cabeza ahora mismo no está en eso, está en el Racing de Ferrol e intentar ayudar a hacer realidad el proyecto que tenemos en el equipo. Ahora mismo no valoro nada del extranjero, valoro el Racing de Ferrol.

P: Y echando la vista a atrás en tu carrera, ¿te hubiera gustado jugar en algún otro lugar? ¿Alguna otra oportunidad que pudieras haber tenido?

R: Pues sí, me surgió alguna oportunidad, pero pienso que el Deportivo en aquel momento, al que había llegado al primer equipo a base de trabajarlo mucho porque estuve allí formándome desde juveniles, y sabiendo que es un esfuerzo muy grande llegar al primer equipo, traté de exprimirlo al máximo, sacar tajada de todo lo que sufrí para poder vivirlo en la primera plantilla. Después fui poco consciente en alguna ocasión, sí que había algunas salidas interesantes pero la verdad es que en esos momentos no las valoraba.

 

Cuando estuve (en la liga moldava) eran diez equipos y se jugaba a tres vueltas. Se hace un parón en invierno por la nieve. Es una liga menos profesionalizada y la gente sigue menos el fútbol

P: ¿Cuál es el mejor recuerdo futbolístico de tu carrera?

R: Debutar con el primer equipo (del Deportivo) y los dos ascensos. Las cosas buenas, las cosas bonitas que te hacen recordar las épocas pasadas.

P: Y por último, de cara a esta temporada en el Racing de Ferrol, imagino que el objetivo será volver a Segunda B, ¿no?

R: A corto plazo, a cortísimo plazo se podría decir que es el objetivo, tenemos un equipo muy bueno, un entrenador con todas las garantías y un proyecto que no se queda en las palabras, se está poniendo todo el empeño en ello. Queremos ascender a Segunda B este año.

También te puede interesar… MUNITIS: “Me fui del Racing porque quiero demasiado al club”

¿Te ha gustado? Nos ayudaría mucho que lo compartieras